Reevolución verde
Presentar esta comunicación en un congreso donde se habla de motivación y herramientas para el futuro en tiempos de crisis no es nada fácil. Sabemos dónde nos ha llevado la política empresarial en innovación estos años, pero solo el tiempo dirá si esta línea nos permitirá también superar la situación actual.
Los inicios del vivero se remontan a principios de los años 90, como productores de plantas autóctonas de la Península Ibérica para restauraciones ambientales. En aquel momento existían diferentes viveros forestales que producían árboles para reforestaciones. Unos dos años antes, dos viveros de la península habían comenzado a producir algunas especies arbustivas para restauraciones en test y también plantas para dunas.
Bioriza aporta de nuevo una ampliación considerable de la gama de especies en AF para restauraciones ambientales. Añadir un escaparate importante de plantas arbustivas, herbáceas y por restauración de dunas que hasta el momento no se habían cultivado nunca, algunas de ellas también autóctonas de las Islas Baleares.
Bastantes años después, viveros forestales comenzarán también a producir planta para restauraciones ambientales en alveólos. En ese momento, hacia el año 1995, desde Bioriza, aparte de introducir nuevas especies nuevas, se ampliarían los formatos hacia contenedores de medidas más grandes.
Los nuevos viveros para restauraciones ambientales que se habían ido creando en el país se fueron ampliando también los formatos de los contenedores. Entonces (1998) desde Bioriza se hizo un salto importante abriendo una nueva línea de producción: la jardinería de bajo mantenimiento con plantas autóctonas. En esta línea, que actualmente tiene un peso muy importante dentro del vivero, se reforzó en el año 2002 coincidiendo con la participación en un proyecto de investigación del CSIC conjuntamente con el Instituto Botánico de Barcelona. En este momento se comienza a producir también planta autóctona adaptable a condiciones mediterráneas.
A consecuencia de la apertura de la línea de jardinería de bajo mantenimiento, se vio la necesidad de crear un jardín en el mismo vivero en el año 2003, con una doble función: conocer la respuesta, tanto funcional como ornamental, de las plantas en jardinería y mostrarlo a los profesionales. Esta zona de experimentación en el mismo vivero, fue especialmente importante desde el momento en que se comenzó a producir planta alóctona, debido a la necesidad de hacer un seguimiento de su adaptabilidad en condiciones mediterráneas.
En los últimos años, se ha mantenido la línea de plantas para restauraciones ambientales, se ha producido nuevos Sedum sp. Y otras especies aptas para coberturas vegetales en alveólo hortícola (2004), se han ampliado los formatos de las especies para jardinería cultivándolas también en plena tierra y se han introducido especies nuevas al mercado en formatos grandes (2005), se ha iniciado la comercialización de bulbos mediterráneos (2206) y se está haciendo un esfuerzo importante en el terreno de la exportación.
El jardín
El jardín de demostración de Bioriza nace con la iniciativa de ser una herramienta de trabajo eminentemente práctica para los profesionales de la jardinería.
Se pueden encontrar espacios con diferentes requerimientos y para distintos usos: zonas soleadas, de sombra, secas, húmedas; demostraciones de plantas para setos, medianas, rocallas, taludes y tapizantes.
El jardín cumple una doble función. En primer lugar, permite al profesional observar las plantas en un entorno ajardinado y en estado adulto, tal y como serán una vez implantadas en su espacio definitivo; al mismo tiempo permite apreciar combinaciones de texturas, colores, floraciones, etc., entre las diferentes especies y ver su evolución a lo largo de las estaciones anuales. En segundo lugar permite disponer a Bioriza de un espacio de experimentación en cuanto a la aclimatación y evolución de las plantas nuevas antes de pasar a la fase de producción. La renovación de este espacio con nuevas aportaciones es constante.
