Más del 80% de la jardinería catalana trabaja con menos de 10 empleados, la mayoría autónomos

Empresas relativamente jóvenes, con una media de 16 años de antigüedad en las que el 30% factura hasta 400.000 euros anuales. Este es el perfil básico del sector de la jardinería en Cataluña, formado por 3.608 empresas que generaban 40.500 puestos de trabajo en los que el 45,1% de los empleados eran autónomos, durante el periodo 2007-2008. Son algunas de las conclusiones del ‘Estudio del sector de la jardinería en Cataluña’, a cargo del Gremi de Jardineria de Catalunya. Un informe del que también se desprende que el 82,5% de estas sociedades disponía de una plantilla inferior a los 10 trabajadores.

La mayoría de los empresarios del sector procedía de la jardinería, en un 80%, y tan solo el 6,6% se dedicaban, con anterioridad, a la agricultura. Según la ubicación, la demarcación de Barcelona contaba con el 57,1% de las empresas de jardinería. Por debajo, se situaban Girona con el 30,7%, Tarragona con un 7,3% y, finalmente, Lleida con el 4,9% restante. De esta última, cabe resaltar que el 38,6% de las empresas estaban afiliadas al Gremi de Jardineria de Catalunya.

Asimismo, del estudio también se desprende que el 56,2% de los empresarios no disponía de conocimientos específicos en jardinería. Del resto, solo una tercera parte había cursado ciclos de grado medio y superior en materias vinculadas a la jardinería y algunos de ellos se habían formado a través de cursos no reglados. Por el contrario, el 68,3% de los empleados, sí acreditaba formación específica en jardinería. De todas formas, existía la queja generalizada que la falta de mano de obra especializada representaba un problema para el sector.

Un sector muy masculino en el que una de cada tres mujeres ocupaba cargos directivos

El estudio del gremio expone que jardinería era, durante el periodo en el que se realizó, un sector demasiado masculino, en el que tan solo el 24,7% de los recursos humanos eran mujeres. A pesar de ser menores en número, ello no quita méritos al hecho que una de cada tres féminas formaba parte del equipo directivo de la compañía en la que trabajaba. Una cifra alta si se comparaba con el 6,5 del global de Cataluña, según los datos del ‘Anuario Mujer y Trabajo 2007’, del Departament de Treball de la Generalitat de Catalunya. Por otro lado, la aportación de mano de obra extranjera, en su mayoría de países africanos, representaba el 26,4% del total de la plantilla.

El ‘Estudio del sector de la jardinería en Cataluña’ también ahonda en el mercado más rentable para el ramo. En este sentido, los propietarios particulares (un 86%) eran los que más facturación aportaban al sector, durante los años 2007 y 2008. El contacto con este cliente potencial se debía, básicamente, a recomendaciones o redes personales. Asimismo, el 62,2% de las empresas de jardinería reconocía llevar un seguimiento de la satisfacción de sus clientes, aunque tan solo el 31% ponía en marcha estrategias de fidelización. En este caso, la más destacada era la atención al cliente y las visitas personales, que representaban el 9,3% de las mismas. En cuanto a servicios ofrecidos, más del 70% de las compañías eran similares en materia de diseño, instalación y mantenimiento de jardines. Este último es el que más factura (un 46,2%). Además, la aplicación del secreto de sequía, ya hace dos años, condicionó que los jardineros aconsejaran, habitualmente, a sus clientes las instalaciones de riego que implicaran un ahorro de agua, así como la plantación de especies autóctonas con necesidades hídricas adaptadas al clima mediterráneo.

Con relación a las nuevas tecnologías, algunos de los entrevistados reconocían necesitar más asesoramiento en determinadas áreas: marketing, publicidad, estrategias comerciales y canales de venta. Sin embargo, un gran número de los encuestados afirmaba, con seguridad, no precisar ningún tipo de asesoramiento.

Intrusismo, preocupación por la sequía y formación, sobre todo en cuanto a cursos especializados, eran las principales preocupaciones de los encuestados durante el periodo 2007-2008. En cambio, a finales del año 2008 la crisis era el tema más preocupante, al menos por el 54% de los entrevistados que expresaban muchas dudas acerca del futuro del sector. El factor costes era el que más alarmaba a todas las empresas por igual, sean cuales fueran sus dimensiones o los servicios que prestaran. A lo largo de la franja de estudio el problema ‘con mayúsculas’ fue de forma repetitiva el intrusismo y la competencia desleal. A pesar de todo, el funcionamiento del negocio se valoró como ‘bastante positiva’, con una media de 7,2 puntos sobre 10. Esta valoración aumentaba a medida que crecía también el tamaño de la compañía.