Jordi Mestres Director General de BAXI

“El futuro pasa por instalaciones híbridas altamente eficientes, sin duda, una oportunidad histórica para el instalador"

Ante la entrada en vigor de las Directivas ErP y ELD, Jordi Mestres, director general de Baxi, aporta su punto de vista sobre el futuro del mercado de la calefacción y acs.

Pregunta: Ahora que ya estamos en las fechas claves para la implantación de la normas ERP y ELD, ¿cree que era necesaria una normativa así en el sector de la calefacción?

Respuesta: Claro que sí, estamos hablando de ahorro de energía. La Unión Europea es la segunda economía mundial, consume una quinta parte de la energía del planeta y en cambio no tiene recursos propios. Nuestra dependencia energética es muy alta, Europa gasta más de 350.000 millones de euros al año para importar energía.

Los edificios suponen un 40% de todo el consumo energético de la UE. Necesitamos consumir mejor y de manera más eficiente, y sobre todo en las instalaciones que gastan más energía. En España, cerca del 70% de la energía que se utiliza en una vivienda se dedica a la climatización y producción de ACS.

Además, tenemos la necesidad de reducir emisiones de CO2 para luchar contra el cambio climático. Por tanto, esta normativa era necesaria para forzar un cambio de tendencia y promover un uso más racional de los recursos.

P.: ¿Cómo cree que va a evolucionar el mercado con la influencia de estas normativas?

R.: Esta norma va a obligar a que el mercado de la calefacción y la producción de ACS evolucione hacia los equipos de más alta eficiencia y a la utilización de energías renovables. Todo esto es innovación, más desarrollo tecnológico en el sector, y todo aquello que lo propicie será siempre positivo.

Uno de los cambios más visibles y significativos será el uso de las calderas de condensación. Esta norma obliga al uso de la tecnología más eficiente, como es la condensación, para alcanzar el mínimo rendimiento estacional que se les pide a los equipos que usan combustibles fósiles, gas y gasóleo. Todo ello significará una evolución del papel del instalador que se erige en un prescriptor/ consejero clave en materia energética para el usuario.

P.: Al parecer las normas de ecodiseño y etiquetado para productos de calefacción ya prevén una revisión de cara a los próximos años, ¿pero cómo cree que va a evolucionar el marco normativo europeo a corto y medio plazo?

R.: Efectivamente, la norma ya establece un calendario de evoluciones para los próximos años. En septiembre de 2017 se introducirá el nivel mínimo de aislamiento para los depósitos de ACS y en 2018 se limitarán los niveles de emisión de NOx. Esta limitación será muy importante, sobre todo, para los calentadores de agua instantánea.

En el caso de la etiqueta energética, lo más importante es el cambio de escalado para los equipos de calefacción que se producirá en el 2019, donde pasaremos de la escala G a A++, a la escala D a A+++. Este cambio potenciará aún más las tecnologías más eficientes.

Por otro lado, la norma ya tiene prevista una revisión y actualización cada 5 años, de manera que en el 2018 aparecerá una modificación de la norma.

P.: ¿En qué sentido cree que la Comisión evolucionará la norma cuando realice esta revisión?

R.: Es difícil hacer una previsión a priori, pero desde mi punto de vista debería evolucionar en dos caminos muy concretos. El primero, unificar la certificación energética de las viviendas con la de los equipos de calefacción, ACS y aire acondicionado. Actualmente, al hacer el cálculo de la certificación de las viviendas no se usa la de los equipos.

En segundo lugar, se debería modificar la normativa para incluir las instalaciones antiguas ya existentes. El gobierno alemán, por ejemplo, ya ha introducido una norma nacional en esta línea. Tienen la intención de que a partir de 2016 los instaladores, mantenedores y auditores energéticos utilicen esta certificación de instalaciones existentes para lograr que los usuarios alemanes, con las instalaciones menos eficientes, las actualicen. A partir de 2017 será obligatorio cuando se haga la inspección reglamentaria de las instalaciones. Teniendo en cuenta que el gasto energético de la calefacción y el ACS es el mayor en todos los hogares europeos, tiene mucho sentido aumentar su eficiencia. Además, puede suponer un importante impulso para el sector.
Para nuestro país y nuestro clima, también sería importante que la norma ErP de equipos de calefacción se unificase con la de los equipos de aire acondicionado. Para los países del sur de Europa es tan importante calefactar en invierno como refrigerar las viviendas en verano. Lo correcto sería una única certificación energética de todo el sistema de climatización, frío y calor.

P.: Ya para terminar. Teniendo en cuenta estas normativas europeas y su posible evolución. ¿Qué tecnología será la predominante en el futuro de la calefacción y la producción de ACS?

R.: En BAXI creemos que no habrá una única tecnología en las instalaciones del futuro. Avanzaremos hacia instalaciones híbridas que combinen diferentes tecnologías. De hecho la norma ya establece la figura de los paquetes de alta eficiencia, es decir, nos da la posibilidad de mejorar la eficiencia de un equipo añadiendo energía solar, una mejor regulación u otro equipo auxiliar de más eficiencia.

En un futuro, para mejorar la eficiencia de instalaciones con gas o gasóleo tendremos que añadirles energía solar, o un sistema de micro cogeneración o una bomba de calor complementaria.Dentro de unos años los instaladores tendrán a su disposición un abanico completo de productos: calderas, bombas de calor, soluciones de energía solar y cogeneración, que deberán combinar según el tipo de instalación y necesidades de los usuarios, y la función del instalador será más importante que nunca para asegurar la opción más correcta para el usuario.

El futuro de la climatización pasará sin duda, por una revolución tecnológica por parte de los fabricantes para dar respuesta a las exigentes necesidades energéticas, medioambientales y de control, tanto por parte del usuario como de los legisladores europeos. En este contexto, el papel del instalador va a ser crucial, para prescribir y adaptar la mejor solución para cada necesidad, no habrá ninguna vivienda ni ningún usuario igual que otro.