Eurofred y Médicos Sin Fronteras: El frío también salva vidas
Desde el año 2006 Médicos Sin Fronteras trabaja en el Níger, uno de los países más afectados por la inseguridad alimentaria. En este país africano las familias sufren una crisis nutricional a la que se suman las enfermedades infecciosas de la malaria y el sarampión. La estación de lluvias (de julio a octubre) provoca que las cosechas empiecen a escasear, coincidiendo con la proliferación de los mosquitos portadores de la malaria.
Para luchar contra esta situación, la ONG lleva a cabo una estrategia basada en tres pilares: suministrar alimentos terapéuticos para tratar la desnutrición, realizar tratamientos preventivos contra la malaria (quimioprevención) y vacunar a todos aquellos niños que acuden a los centros y puestos nutricionales.
Eurofred colabora con este proyecto a través de una donación con la que se prevé atender a más de 250 niños en 2015. A su vez, se podrán transportar las vacunas hasta las ciudades y desde allí, llevarlas a zonas remotas y aisladas mediante envases isotérmicos que resisten hasta 5 días. Esta cadena de frío es imprescindible para conseguir que las vacunas se mantengan entre 2º y 8º, garantizando que lleguen en buen estado y no pierdan su efectividad.
En el siguiente gráfico se explica cómo los equipos de MSF hacen llegar las vacunas hasta las poblaciones que necesitan ser inmunizadas ante estas enfermedades.
De esta forma, el frío salva vidas permitiendo llevar a cabo campañas de vacunación y contribuyendo a la lucha contra la malnutrición, el sarampión y la malaria.