El pollo asado afronta el verano con la duda de si superará su venta preCOVID
La producción, la industria y la venta del pollo para asador afronta la campaña de verano con la incógnita de saber si alcanzarán los niveles de venta del último verano prepandemia (2019) ya que se trata del mejor para este producto que, no obstante, está cada vez más desestacionalizado.
Fuentes industriales de este sector han informado a Efeagro de que las ventas ya en junio, sin ser pleno verano, llegan a subir un 20,5% respecto a un mes no estival. Así, las mismas fuentes detallan que si en su industria sacrificaron y despiezaron en sus mataderos un total de 229.000 kilos en junio pasado, en marzo ese volumen fue de 190.000 kilos.
El secretario general de la interprofesional de la carne avícola (Avianza), Jordi Montfort, ha destacado la importancia que esta producción de pollo para asador tiene para la economía del sector. De ahí que las miras estén puestas en ver si finalmente estos meses se retornarán a las ventas de prepandemia.
Montfort prevé que será un verano de “consumo normal pero sin llegar a los niveles previos al COVID-19". Ha detallado que el pollo de asador ”se consume mucho en costas, como el Levante, “pero también en zonas de interior donde hay tradición de comer este producto que tiene un tamaño más pequeño respecto al habitual".
Desde el grupo empresarial Oblanca, dedicado a la producción e industria del avícola, han señalado que aunque el pollo asador tiene una “importante demanda" en los meses de verano, en su caso dependen menos de esta estacionalidad ya que al tener comercio ”tanto en zonas de interior como en costa, las ventas de unas zonas geográficas van compensando las de otras en las distintas épocas del año”.
Esta empresa, que distribuye principalmente el pollo asador al comercio tradicional (asadores, carnicerías y pollerías), restauración (Horeca y colectividades) y mayoristas, ha asegurado que para el pollo asador, “como para cualquier otro producto que cuente con gran competencia en el mercado, es muy importante ser capaz de ofrecer un valor añadido al cliente”.
En este sentido, Oblanca ha realizado una “cuidadosa selección de los pollos" que cría en sus propias granjas, para diferenciarse "gracias a la calidez de su producto”.
En cuanto a sus ventas de pollo en general, ya están en línea con los resultados de 2019 y en el caso del pollo asador, en concreto, el cierre del 2021 registró una evolución “muy favorable” respecto al año 2020 cuando irrumpió la pandemia.
