"Informarse y valorar con amplitud de miras todas las opciones que nos ofrece el mercado del sector de la iluminación puede ser beneficioso para la figura del hotel"

El hotelero es un sector en el que la iluminación adquiere una importancia tan notable que en muchas ocasiones traspasa lo estrictamente funcional, adquiriendo un papel estrechamente relacionado con la experiencia del cliente y la identificación con los valores de la marca. Por ese motivo el diseño del proyecto lumínico de un hotel supone un reto muy fascinante para arquitectos y lighting designers, tanto si se trata de una reforma como de un proyecto de obra nueva.

En muchas ocasiones, una de las cosas que más recordamos de un viaje es el hotel en el que estuvimos alojados, sobre todo cuando éste tenía algo especial o diferencial. O mejor dicho, muchas veces asociamos el viaje con el hotel en el que estuvimos. Por lo general lo que solemos recordar de un hotel suele ser el hall, muchísimo más que la habitación, ya que es donde se ha puesto más esfuerzo creativo y plástico, siendo relegadas la segunda, aunque sin prescindir de belleza, a un uso mucho más funcional.

La tendencia que está aflorando hoy en día es la de invertir esta situación. Cada vez se busca más que el huésped tenga una experiencia exclusiva en la habitación que le haga sentirse especial y cuidado, y que sea ese aspecto lo que le haga recomendar el hotel a sus amigos y no sólo “lo bonito que era el hall”. En ese hecho la luz tiene un papel primordial.

Gracias a los nuevos productos del mercado y sus posibilidades se ha terminado el concepto de 'interruptor que enciende y apaga una luminaria'. Los sistemas que se venden actualmente han permitido la creación de 'escenas de luz' prediseñadas que permiten distintos tipos de encendidos y regulaciones del conjunto de luminarias de una habitación en función de la actividad que se esté desarrollando. Éstas se podrán seleccionar fácilmente desde los paneles de control, desde donde también se podrán regular todas las luminarias por separado e incluso el color de la luz al gusto del cliente. De esta manera nunca más habrá que ir desplazándose de luminaria en luminaria para encenderla o apagarla.

Esto ha permitido a muchos hoteles el hecho de crear, por ejemplo, escenas de bienvenida y despedida que se realizan automáticamente gracias al tarjetero situado en la entrada, así como escenas de dormir o ver la televisión.

Algunas marcas apuestan también por la integración de distintos sistemas en un mismo control, ofreciendo soluciones que permiten gestionar la climatización y la iluminación a la vez, haciendo más eficiente el sistema, tanto en relación al consumo energético como a las tareas de mantenimiento.

Si bien es cierto que el LED no es el único sistema de iluminación vigente y hay muchos otros recomendables que permiten soluciones y efectos únicos, sus posibilidades y su versatilidad, además de su bajo consumo, lo hacen ser el protagonista en un buen número de soluciones antes irrealizables. Ocupa poco espacio, comparado con otros sistemas, con lo que se puede instalar en casi cualquier lugar permitiendo potenciar la arquitectura, y permite la customización, lo cual puede ayudar a los hoteles a diferenciarse. Es especialmente protagonista en las escenas de luz antes mencionadas.

Es por eso que hemos creído conveniente hacer un breve repaso de sus características técnicas y enumerar algunos consejos de utilización, ya que no hay que olvidar que es un sistema distinto a los conocidos hasta ahora, estrechamente ligado a la electrónica y la tecnología, y un mal uso del mismo puede ser contraproducente.

Empecemos por establecer la diferencia entre las lámparas LED y las luminarias LED. Las primeras están principalmente diseñadas para reemplazar lámparas incandescentes o halógenas y tienen el driver instalado en la propia base de la lámpara. Se usan principalmente en luminarias antiguas, diseñadas previamente a la aparición de la tecnología LED. Las segundas, en cambio, disponen de una fuente luminosa LED interna y de un driver externo. Este último puede ir instalado junto a la luminaria o en una posición remota y dispone de varios protocolos de control (0-10, DALI, DMX…).

Es importante tener clara esta diferencia, ya que es el driver el que garantizará el buen funcionamiento del LED y le permitirá más o menos prestaciones. Las lámparas LED han evolucionado mucho en los últimos años y se ha conseguido que imiten de forma muy fiel a las tradicionales incandescentes o halógenas, tanto en la calidad de la luz como en la capacidad de ser regulables en intensidad. Sin embargo, no hay que olvidar que disponen de un driver interno que las hace funcionar y que debe ser muy pequeño para que la lámpara respete las dimensiones de una tradicional y quepa en cualquier luminaria, hecho que limita mucho sus prestaciones. Por el contrario, una luminaria LED, al tener el driver externo, y por tanto sin limitaciones de dimensión, nos permite sacar mucho más partido a esta tecnología. Solamente con un driver externo podremos crear escenas de luz asociadas a un sistema o señal de control, por ejemplo.

De este modo, si nos encontramos ante el caso de un hotel que decide renovar sus instalaciones antiguas, cabrá valorar si renovar todas las luminarias o limitarse a cambiar las lámparas. La primera solución requerirá una mayor inversión, pero nos permitirá muchas más prestaciones tecnológicas que enriquecerán la experiencia del usuario y contribuirán al ahorro energético, mientras que la segunda será por lo general más económica pero no admitirá apenas cambios respecto al sistema de control de la iluminación existente.

También hay que tener en cuenta que el LED es de por sí una fuente de luz direccional, mientras que las fuentes de luz tradicionales tienden a distribuir la luz uniformemente. Eso significa que habrá que poner especial atención en las ópticas, difusores y otros accesorios que acompañan al chip LED, que nos ayudarán a crear los efectos deseados. Asimismo, existen distintas temperaturas de color de la luz, desde las extra cálidas a las muy frías, que favorecerán el desarrollo de unas u otras actividades, creando el ambiente más idóneo.

Es por tanto importante informarse bien sobre las características y prestaciones del producto y, en caso de dudas, nuestra recomendación es dejarse guiar por los expertos.

Otro de los aspectos que buscará el comprador es la economía de la solución adoptada. Es por eso que hoy en día no buscará producto únicamente sino soluciones y servicios ligados a los proyectos.

La tecnología LED tiene un consumo energético muy inferior al de otros sistemas de iluminación tradicional y nadie duda que la inversión económica inicial al optar por su uso se recuperará en poco tiempo gracias al ahorro energético que comportará. Pero, ¿qué hay del tiempo de instalación y el material adicional necesario?

Una gran cadena hotelera decidió hace escasos años realizar un proyecto de rehabilitación en las 588 habitaciones de un hotel de Frankfurt, aprovechando que iba a realizarse una mejora de medidas contraincendios, con el objetivo de mejorar la experiencia de los huéspedes y satisfacer sus cada vez más exigentes expectativas. Decidieron apostar por incorporar la última tecnología en gestión y control de la iluminación, que además de cumplir con la condición anterior, supondría unos importantes ahorros energéticos y económicos, a la vez que mejorar la experiencia del usuario. El proyecto original contemplaba el uso de interruptores estándar.

Posteriormente recibieron una oferta de una marca especializada en sistemas de control, que realizó un estudio acerca de los pros y de los contras de la solución convencional pensada y la que ellos proponían.

Realizar una instalación con interruptores convencionales requería pasar cable eléctrico nuevo entre los interruptores del cabecero y el cuadro eléctrico, lo que suponía la ruptura de los cabeceros, cuya instalación era reciente, y la realización de regatas en paredes y techos. Se requería, por tanto, un gasto adicional en decoración, reparación y pintura. La planificación inicial era de 4 horas de trabajo por habitación (más el riesgo de encontrar dificultades ocultas).

La solución propuesta consistía en paneles de control con tecnología wireless, por tanto instalables en cualquier lugar sin necesidad de regatas, y un módulo principal junto al cuadro eléctrico que pudiese asociar los picos con los distintos circuitos existentes. Esta nueva solución suponía solamente poco menos de una hora de trabajo por habitación. La flexibilidad de asociar cada pico con cada uno de los circuitos fue la razón que hizo que la propiedad apostara por asumir un coste de material más alto que el previsto. Pese al incremento de la inversión en material, esta solución suponía un ahorro de 255€ por habitación.

Como resultado, el hotel pudo reformar las 588 habitaciones minimizando el ruido y las molestias a los huéspedes y evitando la pérdida o anulación de reservas. Evitó una pérdida de ingresos estimada de 600.000€ y se ahorró en gastos de decoración 499.800€. En total se calcula que ahorró casi 1,1M€ en comparación con una instalación convencional con interruptores estándar.

Como hemos comentado en la introducción, un hotel es un sistema complejo con multitud de perfiles de usuarios. Es importante que en el diseño y elección del sistema de iluminación se tenga en cuenta a los diferentes agentes y sus exigencias, y se trabaje de la forma más conjunta posible para evitar hacer y deshacer trabajo continuamente. De esta forma se logrará crear una solución bella y adecuada a la arquitectura del lugar y al confort del usuario sin renunciar a un cómodo, rápido y definido montaje para el instalador, una correcta accesibilidad para el equipo de mantenimiento, unas interfaces de usuario amigables para el cliente y el personal y un eficiente control de consumo para la propiedad.

Como hemos podido comprobar, el hecho de informarse y valorar con amplitud de miras todas las opciones que nos ofrece el mercado del sector de la iluminación puede ser beneficioso para la figura del hotel. Contribuirá a que se mantenga al frente de la eficiencia energética y le permitirá gozar de todos los distintivos, tanto estéticos y generadores de imagen de marca como tecnológicos y generadores de experiencias que le puede otorgar algo tan efímero e intangible, pero a la vez tan fascinante y creador de cultura que es la luz.

Hotel Rec de Barcelona, un ejemplo

Tal y como se pudo observar durante el 48H Open House Barcelona 2018, y en las fotografías que acompañan a este artículo, el Hotel Rec es un claro ejemplo de un hotel que apuesta más por la decoración de las habitaciones que por la decoración de la recepción, por ejemplo.

Mientras que la recepción es pequeña y austera, con únicamente una mesa, en las habitaciones se apuesta por una decoración que ayude a los huéspedes a sentirse como en casa. Estanterías con cuadros, pinturas, vasos de colores, cojines... Todo pensado para crear una experiencia y un buen recuerdo al usuario.

Créditos fotográficos: Hotel Rec (Barcelona), 48H Open House Barcelona 2018. Víctor Jordá.