"La misión del diseño de iluminación dentro de un proyecto es el acompañamiento y la guía en la utilización de la luz como herramienta de percepción y de solución técnica"

Una vez terminada su formación en arquitectura, de enfocar su carrera al trabajo de la luz y conseguir la experiencia necesaria, Mariel Fuentes se lanzó a la aventura y creó su propia marca e identidad bajo el nombre de LDLuz, un estudio de diseño de iluminación especializado en proyectos arquitecturales. No conforme con eso, combina su trabajo al frente del estudio con la docencia y forma parte de APDI e IALD, dos importantes asociacions que promueven y fomentan el papel del lighting designer.

Mariel Fuentes, diseñadora de iluminación y fundadora de LDLuz. Foto: Álvaro Valdecantos.

LDLuz es un equipo formado principalmente por arquitectos con el interés y la especificidad del diseño de iluminación como una disciplina dentro del proyecto de arquitectura.

En mi caso personal, después de trabajar algunos años en arquitectura y profundizar a través del interiorismo, decidí dedicarme al diseño de iluminación. Parte de mi formación profesional la desarrollé en un importante estudio de Barcelona, en el que estuve casi 11 años. Esto me dio la posibilidad de dar todos los pasos necesarios en esta profesión, desde mis inicios hasta llegar donde estoy. Proceso en que he pasado por todas las fases, tanto de desarrollo del proyecto en sí mismo, hasta contar con tareas de responsabilidad dentro de la empresa como lo es la gestión de equipos. Y sinceramente, creo que ha sido mi mejor escuela. Esos años me han dado un rodaje, un training, una experiencia, las oportunidades de equivocarme y poder aprender de ello. Pero luego, llega un momento en el que alcanzas cierta madurez dentro de la profesión y empiezas a sentir ese pequeño cosquilleo que te impulsa a hacer las cosas a tu medida. En esta fase de evolución y crecimiento de los primeros años participé en proyectos muy interesantes que me aportaron el conocimiento, la valentía y el empuje para lanzarme a fundar mi propio estudio, lo que hoy es LDLuz.

Desde los inicios del estudio he ido contando con diferentes colaboradores. Actualmente el despacho lo conformamos 2 personas. Aunque, dependiendo del proyecto, el estudio crece y se amalgama a las circunstancias. Además, debido a mi faceta docente, la participación en asociaciones, colaboraraciones y alianzas con otros lighting designers, hace que el perfil del estudio e incluso mi perfil profesional sea bastante dúctil y polifacético. Confío mucho en el equipo que tengo. Con mi principal colaboradora el primer encuentro fue en mi faceta docente, luego fuímos compañeras de trabajo en el anterior estudio y más tarde la vida nos ha vuelto a unir en un momento de encaje perfecto.

Iluminación de una sala polivalente del Goethe Institut (Barcelona, 2017). Diseño de iluminación: LDLuz. Arquitecto: Estudio HA. Foto: Álvaro Valdecantos.

Creo que llegó en el momento justo. Unos años antes, por suerte, estaba bien posicionada y no tenía esa inquietud, pero se dieron un cúmulo de circunstancias que de repente me hicieron dar el paso. También es verdad que era justo el momento en el que se empezaban a ver florecer las primeras semillas de después de la crisis, con lo cual era bastante más esperanzador que en años anteriores y entonces todo cuadró.

LDLuz tiene el enfoque de trabajar proyectos singulares apuntando a objetivos vinculados tanto del proyecto de arquitectura, como del cliente. intentando buscar siempre la mejor propuesta y solución. Acompañamos al arquitecto, al ingeniero, al instalador, al cliente final, tanto si es un particular como si es una empresa o compañía con una marca e identidad.

Cuando hablo de acompañamiento de todos los participantes en el entorno del proyecto, me refiero a que es básico que el cliente pueda comprender el objetivo final del proyecto de iluminación y que nosotros le podamos transmitir sus valores en todos los ámbitos, desde la gestión y la instalación hasta el presupuesto, y sin duda en el resultado final. Trabajamos con soluciones a medida, es decir, no hay qe hacer un gran proyecto con grandes tecnologías en todos los casos, hay ciertos proyectos que son mucho más acotados y otros que requieren un gran despliegue. Es fundamental también el ámbito técnico, acompañar a la ingeniería y a la instaladora, porque si la ejecución final no está bien hecha, da igual que tan bonito o tan espectacular fuese tu concepto.

Iluminación de la fachada del Goethe Institut (Barcelona, 2019). Diseño de iluminación: LDLuz. Arquitecto: Estudio HA. Foto: Álvaro Valdecantos.

La arquitectura es algo que siempre me apasionó, desde muy pequeña existía una vocación en esa dirección, pero me daba cuenta de que el enfoque muchas veces era mayoritariamente constructivo, en otras palabras, este aspecto se comía al del diseño. En grandes estudios de arquitectura, en muchos casos, quienes diseñan son un grupo privilegiado dentro de los equipos de trabajo. Y además, por otro lado, tengo que reconocer que nunca me llevé demasiado bien con la parte constructiva de la arquitectura, no me era muy atractivo.

Entonces, cuando comencé a trabajar con la luz y empecé a experimentar en todas sus facetas, en las primeras colaboraciones que fueron con profesionales y amigos en mi país de origen Chile, fue como despertar a una nueva etapa profesional. Aquellas experiencias fueron colaborando con artistas, arquitectos y algunas interioristas. En ese momento fui consciente de que la luz era un lenguaje de comunicación, una herramienta grandiosa que tenía muchísimo potencial, que los procesos eran mucho más holísticos, tocabas todas las teclas, desde la parte conceptual hasta la parte técnica, ibas y venías. Era tan completo y tan enriquecedor que me aportaba mucha satisfacción. Me maravilló entender que era una herramienta plástica, conceptual, técnica, con la que se podía hacer tanto en un proyecto. Entonces, también ví que era una cosa que estaba muy dejada, una profesión incipiente que podía crecer enormemente. La verdad es que me enamoró y por eso decidí dedicarme a ello. No abandoné la arquitectura, porque trabajo con ella, pero considero que hay tanta falta de conocimiento a nivel de iluminación dentro de los proyectos de arquitectura y tanta maravilla que se puede hacer a través de la luz para resaltar un proyecto, que me parecía que éramos muy necesarios.

Creo que todo el mundo puede tener una gran sensibilidad por la luz, lo que pasa es que para muchos profesionales del área es una gran desconocida. Entonces, requiere conocer su comportamiento, sus posibilidades, conocer los fenómenos que acompañan a la luz, y con esto aprovecho para contar una anécdota. Algo que nos sucede a menudo a los lighting designers es que la gente cuando se acerca a nosotros piensa que tenemos la respuesta de todo lo que ocurre en relación a la luz y que por eso podemos hacer cosas a veces imposibles, mi respuesta es que somos diseñadores de iluminación, tenemos una amplia experimencia a través de ella y creatividad en cómo aplicarla, pero como todo tiene sus condicionantes y, magia todavía no sabemos hacer. Es cierto que contamos con un amplio conocimiento de los comportamientos de la luz y de las posibilidades que ella nos ofrece, eso nos da un mundo de posibilidades donde explorar, de soluciones que plantear y de composiciones lumínicas que crear. Pero es cuando entendemos su comportamiento y condicionanetes es cuando mayor provecho podremos sacar de ella como lenguaje y herramienta. Dicho esto, no es que en general otros profesionales no puedan trabajar con la luz con criterio, sino que el especialista en diseño de iluminación es muy necesario, porque muchas veces se hacen cosas mal por desconocimiento. Es un tema de acompañamiento, de concienciación, de experiencia, etc.

Para mi son como géneros literarios. Es decir, si me permites la analogía, hay proyectos que son como un cuento, hay otros proyectos que son novelas de larga extensión, hay proyectos que a lo mejor son ensayos porque van a algo mucho más experimental. Entonces, cada uno tiene su propia narrativa. Hay proyectos que estan mucho más enfocados a un tema de percepción, hay otros proyectos que combinan la parte técnica con la percepción como es, por ejemplo, el caso de la iluminación en espacio público. Desde mi punto de vista, y hablando concretamente de iluminación en espacio urbano, es muy importante la sensación espacial y lumínica que uno tiene en estos lugares. Lo que ocurre es que no hace mucho tiempo que se esta empezando a tener en cuenta la percepción de las personas en los espacios exteriores y que no solo esté centrada en cumplir con el objetivo de la normativa. El factor humano está cada vez más presente y necesario tenerlo en cuenta.

Intento enamorarme de todos los proyectos que realizo, pero si que es verdad que me siento más como pez en el agua cuando hay una narrativa o identidad fuerte detrás. Es decir, por ejemplo, una identidad en un espacio para la restauración, donde hay casi una coreografía de elementos, momentos y situaciones que ahí ocurren. Las instalaciones efímeras tam-bién es un ámbito muy interesante desde mi punto de vista. Junto con los proyectos residenciales, dado que el mercado me ha puesto en situación, dan mucho más de si de lo que yo pensaba antes de comenzar a tocarlos con más profundidad.

Dinamismo, totalmente. No me aburro, siempre hay un nuevo desafío, lo cual es muy estimulante. Es un factor que utlizo como una gimnasia mental, dinámica en la que también entra el ámbito de la docencia, por ejemplo. Los alumnos piensan muchas veces que tu solamente eres quien les entrega, pero no, cuando uno enseña hay dos que aprenden. Con lo cual, te mantiene la mente viva y bastante entrenada para lo que son los constantes cambios y enfrentarnos a nuevos desafíos.

En todos. Lo que pasa es que la faceta en la que podemos trabajar dependerá de cada proyecto en particular. Hay alcances que, quizás, a nivel conceptual, no son tan necesarios, aunque siempre existe un concepto. Otros, en cambio, donde se debe trabajar más hacia la solución técnica, encontrando, por ejemplo, una respuesta a una tecnología específica, y/o otras donde el confort del usuario es lo más importante, etc. Entonces, los caminos de un proyecto de iluminación son muchos. A veces tocaras un 100% de nuestros alcances dentro de un proyecto a veces el 60%, cada proyecto tiene su propio camino.

El acompañamiento y la guía en la utilización de la luz como herramienta de percepción y de solución técnica.

Hay gente que malentiende la tecnología y asume que tiene que usarla en todos los niveles, en todas las soluciones y tiene que ser ya mismo porque sino se queda atrás en cuanto a tecnología. No, eso no es así. Así como cada proyecto tiene una tendencia a veces más tecnológica, o quizás más respecto al usuario y su confort,
o alomejor más conceptual... Por qué no decirlo, en lo que se refiere a la aplicación de la tecnología, es que debemos ser capaces de aplicar el mismo criterio diferencial. Cada proyecto requiere unas soluciones vinculadas o lo que ahí ocurre o lo que ahí se espera que ocurra, en cuanto la iluminación. Pero no todos los proyectos requieren IoT u otras nuevas tecnologías. No por utilizar más avances tecnológicos en un mismo proyecto el proyecto es más moderno o mejor. A veces hay soluciones técnicas que están sobredimensionadas y nosotros como especialistas del área también velamos por la sostenibilidad de los proyectos. Si tu propones una tecnología sobredimensionada, en realidad no estás haciendo un favor al proyecto ni al usuario ni al cliente. El proyecto es un todo, pero sus componente deberán plantearse en su justa medida.

El ‘Human Centric Lighting’, para mí, es una herramienta muy útil que justamente nos permite detectar en que entornos es necesario un tipo de solución u otra. Se refiere a aquella solución que causa bienestar, un mayor confort, quizás una solución adecuada para desarrollar una actividad, en que la luz, por ejemplo, puede llegar a influenciar de manera positiva a través de sensaciones, productividad, mejorar las condiciones en un espacio o incluso llegar a influir en estados emocionales. La luz puede llegar a ser la protagonista a través de este tipo de tecnología. Si piensas en la poca atención que se le presta al diseño de iluminación muchas veces, y cuánto podríamos lograr si realmente viéramos el potencial de la influencia que tiene la luz sobre el comportamiento o el bienestar de las personas, comprenderíamos que es pasar de un mundo al otro.

Siempre desde el entendimiento de que la percepción de la luz es algo que va más allá de los niveles lumínicos. Este punto es vital, porque cuando tu entiendes que componer un espacio a través del contraste lumínico es nececesario, porque es importante que el ojo esté activo y entrenado, para poder leer los puntos de interés en este espacio, para mantener la atención sin estrés visual, etc., entiendes entonces que es necesario aplicar estos conceptos y que la sensación lumínica puede hacer que habitar un espacio sea una experiencia que va más allá de su funcionalidad.

Iluminación de la sala de yoga del Holmes Place Balmes (Barcelona, 2018). Diseño de iluminación: LDLuz. Arquitecto: Castán Iglesias, ARQ. Foto: Milena Rosés.

Impartí clases como profesora adjunta desde que acabé la carrera en la universidad de arquitectura. En ese entonces, comencé a trabajar en la asignatura de composición arquitecónica, que curiosamente, y quizás premonitoriamente, tenía mucho que ver con factores de percepción en diseño. Color, ritmo, contraste, son términos muy familiares para mi desde mis primeras experiencias docentes. Cuando me trasladé a Barcelona no tenía experiencia docente en iluminación, por eso cuando se me presentó la oportunidad, que mejor que retomar la experiencia académica dedicándome a mi gran pasión, la luz. Y, ¿por qué? Porque me parece que cuando trabajas en un ámbito como el diseño de iluminación, una profesión joven, si la comparamos con la arquitectura, por ejemplo, es ideal que tus docentes sean aquellos que han tocado de primera mano esta labor, porque podrán transmitir y compartir conocimientos y experiencias que van mas allá de un libro, más allá de una técnica. Porque va de la mano con la experiencia profesional. Pongo mucho acento en eso en las clases que imparto, porque no creo en la docencia como un dogma, sino más bien una experiencia de vida que compartir, y la maravilla de este entorno muchas veces acaba siendo que los alumnos nos retribuyen con todo su dinamismo, mente fresca y ganas de descubrir las oportunidades que nos ofrece la luz.

Que estas trabajando con personas. Dentro del aula y también en el entorno de trabajo, intento trabajar desde el enfoque que estoy trabajando con profesionales emergentes. Busco acompañarles en ese proceso de crecimiento, ayudarles a revelar el potencial que tienen sus ideas, que a veces no están siendo concientes de lo que tienen en sus propias manos. Ayudarles a descubrir su propia personalidad como diseñadores, dándoles apoyo en ese proceso de crecimiento profesional y personal, eso para mi, es la misión docente.

Sí, porque somos una profesión muy nueva. La formación reglada no lleva muchos años vigente, sobre todo en España, aunque en otras partes de Europa sí. Creo que es importante una formación específica para el diseño de iluminación, así como la normalización de las generaciones de los precursores de este profesión que cuentan con un cúmulo de experiencias. La trayectoria hace mucho. No cambiaría por nada los 11 años de experiencia que obtuve trabajando en el estudio del cual formé parte.

Creo que cada vez estamos siendo más presentes, aunque todavía tenemos muchísimo camino por recorrer comparado con otros escenarios profesionales, sobre todo europeos. Ya sin comparar con Estados Unidos, si tenemos en cuenta que la International Association of Lighting Designers (IALD) asociación con la cual colaboro actualmente, y que ahora mismo engloba la mayoría de los profesionales del sector a nivel mundial, lleva 50 años en activo. Eso quiere decir que a nosotros nos queda muchísimo camino todavía. La APDI, que es la asociación española, lleva solo 10 años.

Sí, es cierto que hemos mejorado muchísimo en los últimos años. Desde la APDI estamos empezando en una etapa de preadolescencia o adolescencia, lo cual es muy estimulante ya que queda mucho por hacer, pero a la vez es muy satisfactorio ver el camino recorrido y todo lo que se ha conseguido en estos años. Creo que nuestro principal objetivo es lograr que el diseño de iluminación esté presente en casi todos los proyectos, no solo en aquellos proyectos donde prima el alto standing porque existe un mayor presupuesto detrás. Creo que, ahora mismo, si no existe un diseñador de iluminación en todos los proyectos no es porque no lo necesite, sino porque no saben que lo necesitan, así como tampoco los beneficios que tendría contar con nosotros como especialistas en el tema. Por otro lado, se tiene que llegar a entender que cada solución de proyecto tiene una envergadura de asistencia por parte del diseñador de iluminación, es un proceso personalizado, es decir, los alcances son diferentes en muchos casos. Hay que cambiar el pensamiento de que pagar a un diseñador de iluminación es carísimo, que es casi un lujo, porque no es así, sobre todo si pensamos en la enorme cantidad de problemas que somos capaces de resolver, anticipar o evitar. Porque cada solución es a medida y depende de un entorno particular.

Eso quiero y es por y para lo que trabajo. Tanto en mi trabajo como diseñadora de iluminación, como con mi aporte en la labor docente y mi colaboración en las dos asociaciones donde participo. El objetivo es que el diseño de iluminación crezca pero porque crece su reclamo desde la sociedad, crecer porque realmente existe la conciencia en que somos un plus para todo proyecto.

Creo que hay muchísima mujer dentro de los entornos de diseño en todos los aspectos. En diseño de iluminación, que es donde tengo más experiencia, te puedo decir que hay muchísimas. Lo que ocurre es que en la mayoría de los casos estamos bajo el paraguas de directivos hombres. Y esto ocurre porque o bien no tienes las oportunidades, porque no se te considera demasiado buena, o eres tú misma quien no te consideras capaz, porque no hay la suficiente valentía. A veces, debido a que el entorno de la mujer a nivel profesional ya es suficientemente complicado como para lanzarte en tu propio proyecto. No es algo sencillo ni algo que tomes a la ligera. El papel de la mujer en el diseño está siendo cada vez más presente, pero podemos hacer que sea mucho mejor aún. Tenemos que conseguir, entre todos, que la sociedad se transforme en un entorno más igualitario y, sobre todo, tenemos que ser valientes porque sabemos mucho. Las capacidades están demostradísimas. Personalmente, hasta que yo no me atreví a dar un paso, y si no hubiese tomado el camino de creer en mí y mis capacidades, mi experiencia se podría haber quedado siempre bajo otro paraguas.

Espero que vengan muchos nuevos desafíos a nivel de proyectos. De experiencias te puedo hablar mucho, pero el destino no lo tenemos controlado y de momento tengo muchísimas ganas de seguir trabajando en todas las facetas profesionales que desarrollo, poniendo especial acento en ambas asociaciones, ya que es un espacio que nos da mucha visibilidad como profesión. Espero, además, seguir creciendo cada día en mi labor docente y realizar muchos proyectos interesantes que compartir con futuras generaciones.