Escenarios efímeros. La luz: un actor más en la escena
En el diseño de un escaparate, un stand ferial, una exposición o un interior comercial la luz puede convertirse en un estímulo que capte la atención del visitante y le sumerja en una atmósfera de experiencias gratificantes. Para ello, es preciso diseñar emisores y soportes sobre los que el color, la intensidad o la velocidad de cambio de la luz puedan modificar las sensaciones. Estos espacios muestran la capacidad para activar un espacio interior mediante la iluminación como un actor con voz propia, consiguiendo un efecto llamada y un confort emocional.
El stand de Jazztel se conformó como un bosque de columnas de malla metálica en las que se introdujo un foco RGB que iba cambiando de color. El efecto que se pretendía era el flujo de datos a través de las redes de comunicación, acrecentado por una iluminación dinámica en el interior de las columnas tubulares.
En el Pabellón de La Rioja diseñamos una instalación de cilindros de metacrilato en el techo que pretendían transmitir la idea de que el régimen de lluvia se transforma en una buena cosecha para la elaboración del vino. Una bombilla RGB en cada uno de ellos y el lijado de la base conseguía transmitir esa mágica sensación con el cambio del azul al rojo.
El pabellón de Madrid Turismo se diseñó con unos grandes paraguas de lycra que se retroiluminaban con focos RGB que fluctuaban suavemente de color. El efecto de inmersión con un baño de color producía un efecto espectacular, con una sensación de espacio vivo, un latido de luz. Esta sensación pretendía representar, de forma metafórica, la diversidad de la oferta turística de Madrid, desde los verdes bosques, a las azules riberas o las blancas montañas nevadas.
En el stand de Madrid 2012 decidimos que los colores de los aros olímpicos deberían materializarse en haces de luz cambiante bañando un muro de listones de madera. Una forma sutil de comunicar y contribuir al branding del olimpismo.
El local para la promoción de empresas innovadoras del Ayuntamiento de Madrid exigía el cambio constante de disposición del mobiliario. Una doble pared de celosía metálica y cristal ocultaba una instalación de leds RGB, convirtiéndose el espacio en una criatura con respiración cromática.
La exposición de la Bienal de Arquitectura en la iglesia de la Universidad de Comillas se realizó con unos planos de vidrio mate iluminados por el canto con una luminaria LED. Con otra luz indirecta por fluorescencia iluminaban las piezas y se creaba un interesante efecto de alfombra de luz en el suelo.