Florasur reune al sector de la flor en Chipiona
El sector de la Flor cortada en España vive desde hace algunos años una situación de cierto estancamiento económico. Los orígenes de esta incertidumbre y ciertamente recesiva son dos principalmente. Por un lado que la calidad de los productos no se ha visto mejorada en las últimas temporadas respecto a sus competidores.
El sector de la Flor cortada en España vive desde hace algunos años una situación de cierto estancamiento económico. Los orígenes de esta incertidumbre y ciertamente recesiva son dos principalmente. Por un lado que la calidad de los productos no se ha visto mejorada en las últimas temporadas respecto a sus competidores. Sin duda, la sobrevaloración del euro frente al dólar es otra de las ventajas que encuentran los productores africanos y centroamericanos con respecto a los europeos.
Si bien antes de esta sobrevaloración España era uno de los países líderes en exportaciones de flor cortada, (porque a países como Rusia, lo que ahorraban en transporte por traer la flor desde Chipiona les compensaba antes que tener que traerla desde Bogotá o los campos de las afueras de Nairobi) ahora esa situación está variando y mientras la moneda única siga con una fortaleza tan apabullante frente al dólar, la situación no mejorará. Y en segundo lugar, se viene produciendo en la región un alto nivel de concentración en la producción de clavel y miniclavel con falta de diversificación hacia otras especies de mayor demanda y valor añadido.
En este marco, la feria internacional de la flor cortada, Florasur, es una muestra anual que se viene desarrollando de forma continuada desde 1987 en Chipiona, Cádiz en la que se dan cita una amplia variedad de segmentos de la horticultura ornamental como flor cortada, flor seca, verdes de corte, planta de flor en maceta, planta mediterránea, bulbos, esquejes, semillas, etc. así como productos afines para su cultivo y comercialización.
Tendencias del sector
Desde hace algunos años, el sector afronta nuevos retos derivados de un mercado cada vez más internacionalizado, con mayor competencia y que obliga a una mayor innovación. Se está llevando a cabo una reordenación productiva, reduciendo las producciones de clavel y miniclavel a favor de nuevas especies con más demanda en el mercado. Además, se están instaurando políticas de ventas basadas en la calidad de la oferta y cada vez está más asentada la idea entre los productores de que debe orientarse la producción hacia sistemas certificados de calidad que mejoren la imagen de la flor cortada tanto en su calidad como en el respeto al medio ambiente.
entro del plan estratégico de modernización de la agricultura andaluza 2000-2006, se firmó en 2002 un plan estratégico del sector de flor cortada de Andalucía en el cual se dictó nueve líneas estratégicas que abarcan los sistemas de producción, la I+D y formación, la comercialización, las certificaciones de calidad, el seguro agrario y los aspectos de tipo medio ambiental. Por su parte el delegado provincial de Agricultura, Juan Antonio Blanco, presentó como retos y objetivos para este año la profundización en este Plan mediante la creación de la interprofesional, el fomento de la producción integrada, un protocolo de calidad para la producción y la creación de un observatorio de precios del mercado.
La directora general, Flora Pedraza señaló que el sector de la horticultura ornamental en Andalucía produce anualmente más de 140 millones de euros y que la superficie supera las mil hectáreas con el referente de Chipiona y Sanlúcar de Barrameda en la provincia de Cádiz, y Los Palacios y Utrera, en la de Sevilla. El sector de la flor cortada abarca en Andalucía unas 800 hectáreas, de las cuales el 70 por ciento se concentran en la provincia gaditana, con 423 ha en Chipiona, 197 ha en San Lucar y 280 ha en el resto de Cádiz.
Estos datos permiten afirmar que Cádiz es la primera provincia en floricultura no sólo a nivel andaluz, sino a nivel nacional, con un 40% de la producción que se concentra en Chipiona, 19% en Sanlúcar de Barrameda, un 11% en el resto de la provincia, 17% en la zona del Bajo Guadalquivir (Sevilla) y un 13% restante en el resto de la comunidad autónoma. En 2003, la provincia gaditana produjo alrededor de 1.400 millones de unidades de flor cortada con un valor cercano a los 125 millones de euros, siendo el valor total de la producción en Andalucía de 140, 25 millones de euros.
El 64 % de la flor cortada andaluza se dirige a la exportación situándose en el 90% del total de las exportaciones españolas con un valor que supera los 85 millones de euros. Los principales destinos europeos son un 47% a Holanda, 32, 3% a Reino Unido, un 8, 7% a Francia y Mónaco y un 3, 9% a Alemania siendo Madrid, Cataluña y Galicia los principales consumidores en España.
Premios
Bajo el amparo de esta XIX feria internacional de flor cortada, la Mancomunidad de Municipios y el Ayuntamiento de Chipiona además del colectivo Geslive y la empresa Fleuralia hicieron entrega de los premios que se convocan con ocasión de este evento. En primer lugar, se entregaron los de los mejores stands de la feria que ha recaído en esta edición en: Viveros Domínguez, Barberet&Blanc y Enrique Montalbán. A continuación, la Mancomunidad de Municipios dió su “flor de plata” al empresario lebrijano Antonio López Cárdenas por “su apuesta por la calidad además de su demostrada y valiosa experiencia”, y a la empresa chipionera Procoflor S.L “por su respetuosa apuesta por el medio ambiente”.
Por último, la asociación de obtentores Geslive hizo entrega de un premio a los productores José Santamaría por “la calidad de su producción de clavel” y el premio 2004 “al mejor cultivo alternativo” por la gypsophila paniculata que se le hizo entrega a Antonio Pérez Oliva.
Antonio Bonafont
abonafont@horticom.com
