Jornada Técnica de Poda del Arbolado Viario
El 7 de octubre tuvo lugar una Jornada Técnica de Poda del arbolado viario organizada por la APEVC (Asociación de Profesionales de los espacios verdes de Cataluña) y patrocinada por Parcs i Jardins de Barcelona. Dónde colaboraban la Asociación Española de Arboricultura y GRIMPACAT.
El 7 de octubre tuvo lugar una Jornada Técnica de Poda del arbolado viario organizada por la APEVC (Asociación de Profesionales de los espacios verdes de Cataluña) y patrocinada por Parcs i Jardins de Barcelona. En ella colaboraban también la Asociación Española de Arboricultura y GRIMPACAT (la Asociación de Escaladores de Árboles de Cataluña.)
El programa del día contempló conferencias sobre la problemática de la poda urbana a cargo de Josep Ma. Mompin i Àlex March Gestores Municipales de l'Ayuntamiento de Mollet del Vallès, y también se ocupó de la opinión de los ciudadanos sobre l'arbolado viario a cargo de Enric Pol catedrático de psicología Ambiental de la Universitat de Barcelona. En una segunda parte Xavier Candela abordó el tema de la poda y la seguridad ciudadana y Josep Selga, reconocido experto, expuso cuáles son los criterios objetivos de poda del arbolado viario. Finalmente todos los participantes formaron una mesa redonda y iniciaron el debate.
El problema de la poda del arbolado viario se presenta porqué vivimos en ciudades mediterráneas que requieren espacios hombreados en verano y con sol en invierno. Se trata de ciudades densas que no siempre disponen de calles suficientemente anchas donde confluyen múltiples factores como son los comercios, guales, elementos urbanos y mobiliario.
En nuestra sociedad se hicieron grandes inversiones urbanísticas que han permitido la implantación general del arbolado en nuestras ciudades pero no se ha conseguido obtener suficientes recursos para afrontar los costes de gestión de este patrimonio y su mantenimiento. Cómo gestionar las necesidades del árbol con los cambios de la ciudad. La poda urbana no puede resolver todos los problemas que tiene la ciudad (planificación de espacios, construcción o mantenimiento deficientes, limpieza, etc.)
Por primera vez se incorporó a un experto en Psicología Social y Ambiental para hablar de la percepción de los ciudadanos ante la poda del arbolado viario. Según Enric Pol este problema tiene dos dimensiones la de los condicionantes sociales y psicológicos ante la vivencia del árbol como un componente más de nuestro entorno. Y el de la valoración explícita que los ciudadanos hacen de la poda.
La poda es vista de forma contradictoria. Se entiende como positiva porque elimina las molestias y representa un cuidado del patrimonio vegetal. En cambio, también puede entenderse como una alteración de la "identidad del lugar" de las personas y del espacio físico. Para el ciudadano la forma en la que se poda un árbol o el tamaño de los ejemplares de substitución forma parte de un test informal a la consideración del barrio que tiene la administración.
En la jornada también se trataron los problemas de seguridad ciudadana ante el árbol. Xavier Candela, Ingeniero Técnico Agrícola del Ayuntamiento de Manresa recordó a los asistentes profesionales del árbol a seguir la máxima siguiente: "Garantizar la seguridad del ciudadano en primer lugar y la de sus bienes en segundo frente la permanencia y la continuidad del árbol" . Candela nos puntualizó ante el acto de podar un árbol podemos convertir a un árbol en un elemento segura a través de una correcta gestión o a la inversa. El ponente dejó abiertas las siguientes preguntas para que cada uno de nosotros las responda. ¿És el árbol en la "ciudad" un producto de "consumo"?¿Es una pieza "de recambio" dentro de la trama urbana? ¿A qué nivel tenemos que informar al ciudadano? ¿És viable eliminar la "campaña de poda" para convertirla en un mantenimiento anual de gestión diaria constante?
Al final de la mañana Josep Selga nos habló sobre los criterios objetivos de poda del arbolado viario. Empezó con la afirmación que podar no es talar, y aclaró posteriormente "La poda es un diálogo entre el podador y el árbol" en el que se tienen que prever las respuestas anticipadamente. Selga recomendó reconocer cuál es la estructura del árbol con el que vamos a interactuar y llevarlos al modelo de la fase madura en el que se forman ramas epitones.
La exposición concluyó con el mensaje que no existe una forma determinada de poda, sino que tenemos que conocer las leyes de la estructura y que la poda viene dada por cada árbol.
Sin duda, lo más interesante del encuentro fue la participación de los profesionales de los espacios verdes de Cataluña a través de una dinámica de grupo que coordinó la AEA. La metodología participativa hizo reconocer los problemas de la poda del arbolado viario y establecer posibles soluciones en 3 horas, a través de una lluvia de ideas, reflexión individuales, priorización, exposición y votación.
El resultado fue una declaración que próximamente dará a conocer la APEVC de cómo se debe afrontar la poda del arbolado viario a partir de ahora. Estas son algunas de las ideas generales. En cuanto a problemas: las quejas de los ciudadanos se incrementan, la planificación del verde de la ciudad es deficiente, problemas con las estructuras urbanas, falta de gestión integral de la vía pública y homogeneización de los criterios técnicos de poda.
Las soluciones a desarrollar para estos conflictos son: filtro de quejas mediante un protocolo de actuación, más formación y información sobre la poda a distintos niveles, necesidad de elaborar un Plan Director Integral de las vías con árboles consensuado por todos los técnicos que actúan en la vía pública con coordinación de servicios, aprobado por el Pleno Municipal y con cobertura legal, planificar el verde a través de grupos multidisciplinares con criterios técnicos y no electorales.
Y para terminar se recomienda elaborar manuales con casos frecuentes, crear catálogos de casos bien resueltos para poder hacer consultas "online" vía Internet y realizar planificaciones de formación y encuentros profesionales.
La jornada intensiva fue muy productiva e interesante. La razón se encuentra en su resultado, quizá es el momento de organizar más eventos que identifiquen y propongan soluciones a los problemas del sector con otros profesionales y la sociedad. En definitiva, para convertir nuestra profesión y servicio en un activo más valorado.
