Las bondades que la sabrosa patata otorga

La papa o patata, un tubérculo tan común en la comida ecuatoriana, ofrece grandes beneficios al organismo, que la mayoría de gente desconoce. Para comenzar, es uno de los vegetales que contiene más almidón, un producto con propiedades emolientes, es decir suavizantes de la piel. Esta propiedad hace que la papa, o su jugo, puedan utilizarse para combatir los problemas estomacales.

La papa o patata, un tubérculo tan común en la comida ecuatoriana, ofrece grandes beneficios al organismo, que la mayoría de gente desconoce. Para comenzar, es uno de los vegetales que contiene más almidón, un producto con propiedades emolientes, es decir suavizantes de la piel. Esta propiedad hace que la papa, o su jugo, puedan utilizarse para combatir los problemas estomacales.

Las propiedades antiácidas se aprovechan mejor si toma el zumo puro de la papa. Para ello, pele varias papas y macháquelas. Filtre ese liquido con un lienzo y tome media taza un par de veces al día.

La papa, además de producir una sensación de saciedad, sirve para tratar las afecciones de hígado y riñones, es diurética e hipotensiva, por lo que ayuda a disminuir la tensión arterial. Este tubérculo andino produce una reacción muy alcalinizante, que es favorable para quienes padecen de acidez, úlcera o gastritis.

¿Le han dicho que comer las papas cocinadas con todo y cáscara es más saludable? Es cierto. Resulta que la cáscara, además de preservar mejor los nutrientes de la papa, es rica en unos elementos anticancerígenos muy potentes. Por ejemplo, contiene un antioxidante (clorogénico), que previene las mutaciones celulares que dan origen al cáncer.

Por su riqueza en hidratos de carbono, este alimento es energético, por eso su ingesta es muy recomendada para las personas que realicen trabajos que requieren mucho esfuerzo físico. Claro, no deben abusar de la papa aquellas personas con problemas de obesidad ni tampoco los diabéticos.

Energía gracias a los carbohidratos

Los también llamados hidratos de carbono son los encargados de proveer energía al cuerpo, especialmente al cerebro y al sistema nervioso. Por eso las personas que realizan actividades físicas o sicológicas fuertes, necesitan incluir carbohidratos en su dieta.

La papa tiene carbohidratos, pero otros alimentos también. Entre ellos: el arroz y el pan integral, las pastas, granos, vegetales con alto nivel de almidón, etc. Claro, no conviene comerlos demasiado porque el cuerpo acumula los excesos en forma de grasa.

Buena salud con la vitamina C

La vitamina C contribuye con muchas funciones del cuerpo, entre ellas, la absorción del hierro. Además, este elemento ayuda al adecuado desarrollo de los dientes y encías y colabora con el mantenimiento del tejido conectivo (tendones y articulaciones).

Esta sustancia se encuentra en el pimiento verde, los cítricos, la frutilla, el tomate, el bróculi, los nabos, la papa blanca, el camote y el melón. El resto de frutas y hortalizas, al igual que el pescado y la leche, contienen pequeñas cantidades de vitamina C.

Tiamina: corazón y músculos felices

Las papas es uno de los vegetales que más tiamina tiene. También conocida como vitamina B1, esta sustancia ayuda a las células a convertir los carbohidratos en energía. También es esencial para el desempeño del corazón, los músculos y el sistema nervioso.

La carencia de tiamina puede causar debilidad, fatiga, sicosis y daño a los nervios. La deficiencia de vitamina B1 se observa con más frecuencia en alcohólicos, ya que el consumo excesivo de licor limita la capacidad del organismo para absorber esta vitamina.

Potasio, un mineral indispensable

El potasio participa junto al fósforo, en el envío de oxígeno al cerebro y ayuda a reducir la presión sanguínea. También favorece a la eliminación de los desechos orgánicos, pues estimula los movimientos del intestino.

Este mineral también es indispensable para el crecimiento del cuerpo y estimula, junto al sodio, los impulsos nerviosos y la actividad neuromuscular. Junto con el calcio y el sodio, el potasio normaliza el ritmo cardíaco.

Niacina para combatir el Alzheimer

Esta vitamina interviene en el funcionamiento del sistema digestivo, la piel y los nervios. También es importante para la conversión de los alimentos en energía. Se encuentra en los lácteos, aves, pescado, carne y huevos.

De acuerdo a un nuevo estudio, desarrollado en EE.UU., la ingesta de alimentos ricos en niacina puede reducir el riesgo de padecer Alzheimer. Al parecer, también aumenta la edad en la que comienza el deterioro mental.

Fuente: Últimas Noticias, publicado en Boletín de la Papa: boletinpapa@domeus.es