Ideas que otorgan luz y calor
Se pretende crear un sitio de distracción y distensión diferente al de su entorno y otorgar el privilegio de poder disfrutar de un espacio verde en plena ciudad.
Lugares inertes dibujados por los altos y austeros edificios de las urbes, sitios adosados a construcciones, donde la poca iluminación crea espacios sombríos y fríos, en conclusión, lugares donde la intervención mediante ideas originales intenta otorgarles luz y calor propios.
Sobre uno de estos espacios, la empresa de jardinería Jardins Munné-Pericall S. L. (proyectos@xerojardineria.com) ha creado un pequeño trozo de naturaleza dentro de los bloques de hormigón.
La intervención tuvo lugar en el patio adosado al Hogar de Jubilados que una entidad bancaria posee en el casco antiguo de la ciudad de Barcelona (Cataluña). Dicho patio se encuentra delimitado físicamente por el propio edificio de la entidad y por unos bloques de edificios colindantes, pero con conexión abierta con las calles de alrededor. El acceso al lugar se ha limitado mediante la colocación de dos grandes rejas.
Es un lugar privado para ser disfrutado por la gente que asista al lugar.
Con el espacio, la propiedad pretendía crear un sitio de distracción y distensión diferente al que se puede encontrar en el interior del propio Hogar de Jubilados, otorgar el privilegio de poder disfrutar de un espacio verde dentro de una ciudad. El lugar debía permitir iniciar un nuevo tipo de actividad de terapia y distracción donde las propias personas del lugar se hicieran cargo del mantenimiento y conservación del recinto verde.
Bajo estos criterios, la empresa de jardinería Jardins Munné-Pericall S. L. planteó la creación de un jardín que cumpliese con dichos principios y ayudase a la eliminación de la dureza física y constructiva del lugar, creando un ambiente de relajación, agradable, que llevase a la armonía del espacio.
Para la configuración del jardín se tenían que tener en cuenta elementos que condicionaban y dirigían su creación. La pared del edificio colindante debía ser relajada, las salidas de aire, ocultadas y disimuladas, los elementos decorativos (bancos y farolas) ya instaurados debían combinarse con las nuevas formas, y el punto más importante se trabajaba sobre una zona totalmente pavimentada.
La solución a la configuración del espacio fue la instauración de un conjunto de jardineras de madera colocado siguiendo la línea de las fachadas. Esta distribución dejaba un corredor interior y central como zona de paseo y dos zonas exteriores como zonas de descanso.
Se trabajó con la combinación de dos formatos diferentes de jardineras, uno cuadrado y otro rectangular, de tal forma que las jardineras cuadradas se colocaron formando unidades propias y las rectangulares se agruparon en grupos de tres, ocultando (pero sin bloquear) las salidas de aire.
Una vez distribuido el espacio se debía proporcionar el medio de soporte y sustento adecuado para los vegetales, el sustrato. Este fue especialmente diseñado y acondicionado para cubrir todas aquellas necesidades y solventar aquellos limitantes que la planta presentaba en estas condiciones, con el objeto de asegurarnos el éxito en la plantación.
El patrón seguido en la plantación fue el de la implantación de árboles de gran porte junto con plantas de porte inferior en las jardineras cuadradas y el de implantación de arbustos y tapizantes en las rectangulares. La conjunción de especies vegetales de gran porte con especies de porte inferior y en diferente distribución permitía formar desniveles que llevaban a la simulación de una masa vegetativa que rompía con la verticalidad del lugar, bajo un juego de formas, colores y texturas.
La selección de plantas fue detenidamente estudiada, teniendo en cuenta las condiciones del lugar, escogiendo aquella vegetación que mejor se integrara, permitiéndonos realizar todos los objetivos marcados desde el principio.
El material vegetal utilizado comprendía: Podocarpus neriifolius, Ficus sp., Eugenia myrtifolia, Abelia floribunda, Viburnum tinus, Callistemon laewis, Cassia floribunda, Euonymus sp., Schefflera sp., Polygala sp., Cotoneaster horizontalis, Iberis sempervirens, Agapanthus umbellatus, Pittosporum crassifolium, Vinca major, Hedera helix, Hebe speciosa, Plectranthus australis, Tradescantia zebrina y Coprosma arbustiva.
Creado el jardín, queda a la espera de su conservación y mantenimiento, del cual se hará cargo, como se comentó en los criterios de diseño, la gente que de él disfruten.
De la simple composición de jardinera, sustrato y planta se llega a la creación de un espacio verde que aumenta el reverdecimiento de las ciudades, permitiendo, en este caso, su contemplación exterior y disfrute interior.
Artículo aparecido en QEJ 94 (Abril 2002)
