Más de 500 profesionales acuden a los cursos de calibración de equipos para aplicación de fitosanitarios
Los cursos, que se impartieron bajo la dirección del profesor Emilio Gil, responsable del Proyecto Topps-Prowadis en España, se realizaron durante los meses de mayo y octubre, en sintonía con la estrategia global de Syngenta para contribuir a la sostenibilidad, la formación continua y la transferencia de tecnología al sector agrario.
Estos cursos se engloban dentro de un proyecto más ambicioso llamado GRATA (Gestión Racional del Agua en Tratamientos Agrícolas), que pretende fomentar las buenas prácticas agrícolas a través del cumplimiento de la nueva Directiva de uso sostenible de los productos fitosanitarios, de la formación a los agricultores y de la transferencia de tecnología.
Además, la Directiva establece que tanto los agricultores como los distribuidores deben recibir información sobre el tema; por este motivo, los asistentes a los cursos pudieron conocer con detalle las nuevas directivas y normativas que hay que aplicar, así como los conceptos básicos a la hora de manipular, transportar, almacenar y utilizar los productos fitosanitarios. También recibieron formación sobre el llenado correcto de los pulverizadores, vaciado y limpieza posterior.
La importancia de una buena calibración
Los cursos incluían unas sesiones prácticas donde los asistentes aprendieron a calibrar bien los productos fitosanitarios. En cuanto a las sesiones prácticas, las de mayor interés para los asistentes, éstas se centraron en cómo calibrar los equipos según cada caso, de la mano del profesor Emilio Gil y su equipo.
La calibración se realizó exclusivamente con equipos Caliset, desarrollados por Syngenta y que contenían, dentro de una mochila fácil de transportar, todos los elementos necesarios para realizar una calibración de calidad sin tener la necesidad de utilizar otros medios más sofisticados y caros.
Los agricultores y los técnicos asistentes conocieron, de primera mano, la utilidad de aparatos de calibración como el Spray Scanner. También aprendieron a usar correctamente los discos de calibración y los papeles hidrosensibes entre otros.
Gracias a los cursos, quedó patente que dedicar algo de tiempo a poner la máquina a punto y a calcular los parámetros de la aplicación es algo fundamental para conseguir unos buenos resultados; tanto para ser más eficaces, como para la seguridad del operario y del medio ambiente.