La campaña de melón comienza en Almería con precios al alza y un descenso de producción del 3% respecto a 2020

La superficie de cultivo al aire libre se mantiene estable a pesar del incremento en las variedades de melón verde Piel de Sapo y Amarillo de calibres pequeños, aunque no se espera que esta circunstancia altere el clima de mercado con respecto a la campaña anterior, según las estimaciones de la Asociación Interprofesional de Melón y Sandía de Castilla-La Mancha.

La campaña de melón en España ha comenzado en Almería con la recolección de las primeras partidas cultivadas bajo invernadero de las variedades Galia y Cantaloup, según los datos aportados por la Junta de Andalucía. Hasta el momento, las cotizaciones de estos dos tipos de melón son superiores a las registradas al inicio de la pasada campaña. El tipo comercial Galia se estrenó a 0,78 €/kg y el Cantaloup a 0,89 €/kg (precios medios liquidados al agricultor). La evolución del precio medio percibido por el agricultor registrado desde el año 2016 hasta el comienzo de campaña en 2021, para todas las variedades y categorías de melón, es de 0,50 €/kg (ver gráfico 1).

Según ha analizado la Junta de Andalucía en su informe del 'Observatorio de Precios y Mercados', los principales competidores del melón Galia andaluz en el mercado internacional son Brasil, Costa Rica, Honduras, Guatemala y Marruecos, este último también con melón Cantaloup. En Brasil, este año se ha plantado menos superficie de melón que la última campaña debido a las dificultades surgidas el pasado año para comercializar su elevada producción. Por otro lado, la superficie marroquí de melón bajo invernadero se incrementa cada campaña "en detrimento de la superficie de melón al aire libre". Además, desde la institución andaluza se señala que su producción coincide con la campaña almeriense e "influye en sus cotizaciones".

En lo que se refiere a la cosecha de primavera, desde la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Andalucía (APROA) estiman que este año el volumen de melón comercializado descenderá un 3% en el caso del convencional y un 9% en las variedades con certificado ecológico. Se espera que las variedades melón Amarillo y Galia sean las más comercializadas durante esta campaña de primavera, concentrando el 27% y 29% del total de variedades analizadas, respectivamente.

No obstante, el volumen comercializado de estas variedades podría experimentar un movimiento a la baja si lo comparamos con los volúmenes reales de la campaña pasada, con un retroceso estimado del 12% en ambos casos. Por el contrario, para el melón Cantaloup las previsiones auguran un crecimiento cercano al 20%. En cuanto al producto ecológico, desde APROA indican que las únicas variedades que se comercializarán en esta categoría son Cantaloup y Piel de Sapo. En el caso de esta última variedad se espera una caída del 82%, mientras que la variedad Cantaloup crecerá un 11%.

Gráfico 1. Evolución de los precios medios percibidos por el agricultor para todos los tipos y categorías de melón desde el año 2016 al inicio de campaña en 2021. Fuente: Junta de Andalucía.

Cabe recordar que el año pasado en Almería los cultivos de melón y sandía cultivados bajo invernadero tuvieron un buen comportamiento. El consumo en hogares aumentó el año pasado respecto a la media de los últimos cinco en un 9% y un 16%, respectivamente. Sin embargo la producción comercializada, tras una campaña previa donde se incrementó de forma muy relevante, tuvo un pequeño ajuste. La demanda y el precio de venta aumentó considerablemente cerca del 40% en el caso de la sandía. Estos precios, sin embargo, "no se reflejaron en los ingresos del agricultor en la misma medida, pero consiguieron aumentar su rentabilidad respecto al año anterior", afirma Luis Miguel Fernández Sierra, gerente de Coexphal.

En su opinión, tras años de caída en el periodo que va de mediados de abril a finales de junio, predominante en Almería, se está apreciando una cierta recuperación de la superficie, "aunque con algunos altibajos", precisa. Para el gerente de Coexphal, "el buen hacer de los agricultores y empresas impidiendo que lleguen al mercado melones sin la suficiente calidad está provocando que se recupere la confianza del consumidor en estas fechas sobre el producto almeriense. Se viene haciendo un esfuerzo por todo el sector en este sentido, consiguiendo variedades con mucho sabor, implantando muy buenas prácticas agrícolas y ofertando con una calidad excepcional con garantías de azúcar y sabor".

Asimismo cree que estos dos cultivos son muy estacionales y dependen en una proporción alta de la existencia de condiciones meteorológicas benignas que favorezcan el consumo, como sucedió en 2020. La superficie plantada es mayor por lo que se espera una subida de la producción, aunque los datos adelantan que será moderada. Sin duda, la buena campaña comercial dependerá también de si las condiciones meteorológicas impulsarán el consumo a partir de mayo. En este sentido, Murcia recogerá el relevo de Almería en condiciones más estables de demanda.

Desde la Interprofesional de Melón y Sandía de Castilla-La Mancha, su presidente Cristóbal Jiménez avanza que la superficie de melón se mantiene esta campaña respecto al año pasado, "pese a que aumentarán variedades como el calibre pequeño en melón verde Piel de Sapo y el melón Amarillo, pero no excederán en la superficie ni distorsionarán la cosecha pues se calcula que los resultados de la campaña serán aproximadamente similares a los obtenidos en 2020, según nuestras estimaciones".

Según datos del Ministerio referidos a 2020, en Castilla-La Mancha se alcanzaron las 2.768 hectáreas de sandía, con una producción de 192.000 toneladas, y 5.878 hectáreas de melón que albergaron una producción de 171.000 toneladas. En relación a este último cultivo, cabe destacar que la tendencia que se viene observando desde 2008 es de descenso continuado de las hectáreas dedicadas a melón en España. En 2018 la superficie cayó por debajo de las 20.000 hectáreas tras haber perdido unas 15.000 en los 10 años anteriores (ver gráfico 2).

En Castilla-La Mancha, la campaña 2020 evolucionó "muy bien" gracias a la estabilidad en los precios y a una rentabilidad "aceptable, cubriéndose los costes de producción", aseguran desde la Interprofesional. La superficie de siembra de melón fue inferior a años anteriores mientras que en sandia se mantuvo con pocas diferencias. La oferta estuvo "muy equilibrada con la demanda y el resultado fue positivo para el sector". Cristóbal Jiménez recuerda que el COVID-19 "no nos afectó ya que el menor flujo de consumidores como consecuencia del turismo lo compensamos exportando más melón y sandía a los países de la UE".

En relación a la demanda de melón y a los cambios en las preferencias de los consumidores, el presidente de la Interprofesional aclara que "no realizamos grandes cambios ya que nuestro producto es de una excelente calidad y solamente tenemos que seguir como hasta ahora, conservando esa misma calidad; el único condicionante que existe es un eventual exceso de oferta que la demanda no pueda absorber, lo que unido a un producto perecedero y a una oferta muy atomizada, sería nuestro mayor problema".

Sobre el grado de innovación que se ha alcanzado en la producción de melón en España y qué aplicación tiene en este cultivo la denominada agricultura digital, Cristóbal Jiménez asegura que en el terreno agronómico "no tenemos problemas de tierras cansadas o infectadas ya que como tenemos una dotación de agua muy escasa vamos rotando las tierras de tal manera que en ningún momento hasta la fecha hemos tenido ningún problema serio". "También utilizamos una tecnología punta en materia de variedades, sistemas de riegos y aplicaciones que son de última generación con una estrecha colaboración con los laboratorios y las casas comerciales, de los viveros que nos suministran las plantas colaborando desde la Interprofesional en información e investigación, porque a todos nos interesa", concluye.

Respecto a las exportaciones de melón, las compras se siguen concentrando en pocos clientes: Alemania, Francia, Países Bajos -como intermediario-, Reino Unido y Portugal adquieren más del 75% de las ventas al exterior, confirman desde Coexphal. Países como Dinamarca, Suecia o Polonia también son destinos "interesantes". Fuera del ámbito europeo, es preciso resaltar que el año pasado Almería logró exportar más de 20.000 toneladas a Canadá. Aunque no menos importante es el hecho de que el mercado nacional compra casi el 40% de la producción española de melón.

Sobre los cambios en la demanda, como ha pasado en otras hortalizas, la diversificación varietal permite estrategias de venta focalizadas en determinados huecos de mercado, que llevan aparejados acuerdos, dentro de la cadena de suministro, entre empresas de semillas y determinadas comercializadoras, asevera Luis Miguel Fernández Sierra, gerente de Coexphal. Por otro lado, "el consumidor busca la facilidad de compra que le proporciona un menor calibre". Sin embargo, para Fernández Sierra lo que hace que éste vuelva a comprar es "el equilibrio perfecto entre textura y grados Brix del producto". Según su criterio "debemos seguir trabajando con las casas de semillas y cadenas de distribución para disponer de variedades que satisfagan las preferencias del consumidor final. Es importante, por tanto, seguir trabajando con toda la cadena para mejorar y adaptarnos a la demanda lo mejor posible".

Centrando la atención en las nuevas variedades de melón que atesoran un mayor potencial por su recorrido en el mercado, el gerente de Coexphal tiene claro que al margen de las “innovaciones” que se puedan probar, el mercado es copado por variedades tradicionales. "En Almería, este año puede ser el primero que el melón Piel de Sapo desbanque al Galia. Esta tendencia lleva años acelerándose en detrimento del melón Amarillo y Cantaloup. En todos los casos, la máxima es garantizar el sabor y los grados de azúcar".

A pesar de que la agricultura de precisión lleva años implantada en la zona de Almería, la incorporación del Internet de la Cosas (IoT) o el Big Data en los procesos de programación de la cosecha, pueden traer importantes modificaciones en la forma de gestionar los cultivos. "La aplicación de sensores y el tratamiento de los datos servirán para optimizar, aún más, el uso de los recursos limitados y potenciar visiones más orientas a la circularidad dentro la cadena", vaticina el responsable de Coexphal.

"La incorporación de las tecnologías que nos ayuden a digitalizar todos los procesos productivos y comerciales nos permitirán ser más eficientes y más capaces de adaptar nuestra oferta a la demanda en cada momento, por lo que conseguiremos ser más competitivos. Por lo tanto, la innovación es importante, pero también está siendo necesaria para mantener nuestra rentabilidad en los diferentes mercados", matiza Luis Miguel Fernández.