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La floración del pomelo ante el cambio climático

Conesa, A1.; Brotons, J.M.3; Erena, M.5; Manera, F. J2.; Castañer, R2; Porras, I.4 1Departamento Producción Vegetal. Universidad Miguel Hernandez 2Departamento de Física y A.C. Universidad Miguel Hernandez 3Departamento de Estudios Económicos y Financieros. Universidad Miguel Hernandez 4Departamento de Citricultura. IMIDA. La Alberca. Murcia. 5Departamento de Sig y Teledetección. IMIDA. La Alberca. Murcia.15/09/2016

El inicio de la floración de los agrios, así como la duración de la misma, depende de la temperatura. Las bajas temperaturas retrasan el inicio de la floración y aumentan su intensidad. Al disponer de los datos de temperatura estos se pueden utilizar para predecir el inicio y la duración de la floración, con el fin de determinar el impacto del cambio climático en el futuro. El propósito de este trabajo es estudiar la influencia que tienen el incremento de las temperaturas en la floración y en la calidad de los pomelos de la variedad Marsh, en función de la temperatura prevista, según los RCP, escenarios de concentraciones de gases de efecto invernadero emitidos por una determinada región en función de sus previsiones de desarrollo futuro. En particular se han usado los modelos climáticos Inmcm4_RCP4.5, bcc-csm1-1-m_RCP6.0 y HadGEM2-CC_RCP8.5. El trabajo realizado indicaría un adelanto del inicio de la floración y una mejora de la calidad como consecuencia de un incremento de la integral térmica.

Introducción

Las escalas fenológicas

El estudio de los eventos periódicos naturales involucrados en la vida de las plantas se denomina fenología. La designación de diferentes estados fenológicos significativos varía con el tipo de planta en observación

A la hora de determinar el estado fenológico de un cultivo hay que tener en cuenta que la evolución de los órganos no se realiza de manera simultánea dentro de una plantación, ni siquiera, dentro de un mismo árbol. Por ello se debe elegir como determinante, el estado más frecuente en nuestra plantación.

Los resultados de los estudios fenológicos son influenciados por diversos factores como: latitud y altitud de la zona de estudio, época en que se realizan las observaciones, tipo de suelo, variedad o clon empleado, entre otros. Sin embargo, los rangos de inicio, duración y finalización de las fenofases no son muy amplios. El conocimiento y divulgación de los diversos estados fenológicos del pomelo y su identificación son importantes para planificar de forma precisa la realización de las prácticas culturales tales como: riego, tratamiento hormonal, abonados específicos y en los tratamientos con plaguicidas para conseguir la máxima eficacia y evitar los peligros de fitotoxicidad en el control de insectos y patógenos, lo que facilita la coordinación de las labores a realizar en la parcela.

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Inicialmente los primeros estudios fenológicos se realizaron en las especies frutales, siendo las más estudiadas, y así las tablas de Fleckinger (1945, 1948) se convirtieron en herramientas imprescindibles para el conocimiento del desarrollo de los frutales y han servido de base para definir los estadios fenológicos de otras plantas.

La descripción de los estadios fenológicos de los agrios ha atendido prioritariamente a la floración del naranjo dulce [Citrus sinensis (L.) Osb.] y su evolución a descripciones morfológicas y anatómicas sin clasificación alguna, así como a aspectos puntuales, de acuerdo con las áreas de cultivo y especies concretas, en particular naranjo dulce y limonero.

El establecimiento de un sistema numérico se consideró necesario para que mediante la asignación de dígitos, se identificaran de modo uniforme los distintos estadios de desarrollo de todas las plantas y se facilitara de este modo, su informatización. El primer código decimal para la descripción de los estadios fenológicos se debe a Zadoks et al., (1974) en cereales. Basándose en esta escala, el desarrollo fenológico de las plantas fue dividido en estadios principales, definidos por un dígito, y estadios secundarios, definidos por un segundo dígito. Se intentó homogenizar y armonizar estadios homólogos en especies diferentes, pero no se consiguió hasta la elaboración de la escala BBCH. El código BBCH es un código decimal que identifica el desarrollo de las plantas mono y dicotiledóneas con estadios principales y secundarios. Los códigos numéricos constan de dos cifras, expresando la primera el estadio principal y la segunda el estadio secundario en el transcurso de un determinado estadio principal (Hack et al., 1992).

Hasta 1990, las escalas utilizadas en cítricos eran una adaptación de Fleckinger (Limón de la Oliva et al., 1972) y la de Frost and Soost (1968) y posteriormente su adaptación numérica al periodo de floración (García Lidón et al., 1992); estas al no generalizarse a otras especies han tenido poca trascendencia, aunque son de muy fácil utilización (Porras et al., 2009).

Actualmente la más utilizada para todo tipo de cultivos es la BBCH (Agustí et al., 1995), que también ha sido adaptada a cítricos, pero en nuestro caso al centrarnos sólo en floración no llega a resultar útil para el propósito de este trabajo (Meier, 1997).

La floración

Está influenciada en mayor o menor grado por las condiciones climáticas. En general se consideran que el frío y el estrés hídrico son los principales factores que favorecen la inducción de la floración, siendo el frío el factor principal en los climas subtropicales y el estrés hídrico en los climas tropicales (Davies y Albrigo, 1998).

En el caso del pomelo, parecen requerirse periodos de sequía superiores a 30 días para inducir un número importante de yemas florales, siendo el grado de inducción proporcional a la severidad y duración del estrés (Southwick y Davenport, 1986). La temperatura umbral mínima para que se produzca la floración es de 9,4 °C (Lovatt et al., 1984).

La variabilidad incide en distintos aspectos, como son la intensidad, épocas y duración de la floración (Reece, 1945; Deidda, 1966; Erickson, 1968; Simanton, 1969; Moss, 1973; Reuther, 1973; Cohen, 1975; Monselise, 1978; Spiegel-Roy and Goldschmidt, 1996).

La floración en los agrios se distribuye en diferentes tipos de brotes con hojas (brotes mixtos) y sin ellas. En general bajas temperaturas invernales prolongadas conducen a que se desarrollen más floraciones sin hojas y las más frondosas ocurren con temperaturas invernales altas. Las temperaturas de bajas a moderadas durante la floración (<20 °C) producen una floración prolongada, mientras que las temperaturas de 25-30 °C producen una floración más corta. Las temperaturas invernales relativamente altas (inducción baja) también conducen a una floración tardía y prolongada (Davies y Albrigo, 1998). El principal periodo de floración de los agrios es en la primavera, poco después de iniciarse la primera brotación, que tiene lugar en nuestra zona durante los meses de marzo y abril.

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La temperatura tiene también un efecto importante sobre la eficiencia de la polinización, bien indirectamente, influyendo en la actividad de las abejas o bien afectando directamente al índice de crecimiento del tubo polínico. La actividad de las abejas es casi nula a temperaturas por debajo de 12,5 °C. Una vez que los granos de polen se posan sobre el estigma, su tasa de crecimiento y germinación a través del estilo mejora cuando las temperaturas son altas (25-30 °C), se reducen y son totalmente nulas a temperaturas bajas (< 20 °C), en el caso del limonero (Botías et al., 2016). El crecimiento del tubo polínico por los canales del estilo puede durar de 2 días a 4 semanas, dependiendo del cultivar y de la temperatura. En el caso del limón tanto en ensayos de autopolinización como de polinización cruzada el tubo polínico viene a tardar de 3 a 9 días en alcanzar el ovario.

Integral térmica

La calidad del pomelo está asociada con una alta integral térmica (Barnard, 1948, citado por González-Sicilia, 1960), aunque más recientemente se ha utilizado las llamadas ‘Unidades Efectivas de Calor’ (Bustan et al., 1996). En los pomelos rosas y rojos el colorante dominante es el licopeno (Sindair 1972); en la variedad Star Ruby dichos contenidos son elevados tanto en la pulpa como en la corteza (Tribulato y La Rosa, 1983), estando la concentración de dicho colorante en los frutos de pomelo muy influida por la temperatura (Purcell et al., 1968, Meredith and Young 1969).

El estudio de ‘Unidades Efectivos de Calor’ en la Región de Murcia y Vega Baja del Segura, es fundamental para determinar las zonas aptas para el cultivo de árboles de pomelos que produzcan frutos de buena calidad, y parar ello se precisa información completa de la evolución de los parámetros físico-químicos de frutos de pomelo en los diferentes ambientes agroclimáticos, durante un período mínimo de 4-5 años.

Modelos de cambio climático

El cambio climático, implica un aumento de las temperaturas a corto y largo plazo. Es ampliamente conocido el efecto del cambio climático en la agricultura.

El método que mayormente se utiliza para realizar predicciones climáticas y, en particular, el impacto del CO2 en los cultivos consiste en la utilización de modelos informáticos que intentan recrear simulaciones de posibles estados futuros de la atmósfera. Estos modelos tienen como finalidad la previsión de futuras temperaturas, precipitaciones, humedad, tasas de radiación solar, velocidad del viento y toda una serie de parámetros que pueden afectar a los cultivos (Gordo and Sanz, 2010). Los modelos tienen una validez limitada tanto desde el punto de vista temporal como espacial y dependen enormemente de qué suposición de emisión de CO2 se adopte, lo cual se relaciona con las previsiones de crecimiento (económico, social e industrial) que se prevean para una determinada región. Estas previsiones son los denominados escenarios climáticos de emisión. En Tubiello et al, 2002 a se realiza una buena revisión de previsiones de varios modelos al respecto de los efectos del CO2 sobre los cultivos tanto de forma directa, es decir, por la propia variación de la tasa fotosintética producida por el CO2, como de forma indirecta al ser éste la causa de variación de diferentes parámetros del clima mencionados anteriormente. Algunos de estos parámetros, como la temperatura, pueden afectar positivamente al cultivo debido, por ejemplo, al descenso de heladas pero también pueden afectar negativamente al disminuir las lluvias. Es decir, la utilización de distintos modelos climáticos se combina con diferentes modelos de crecimiento, desarrollo y cosechado en función del cultivo que se pretenda estudiar. Así, Tubiello et al, 2002 b estudian dos tipos de modelos climáticos aplicados a maíz, patata y cítricos. Para este último, se utiliza el modelo de cultivo de cítricos (naranja Navel y Valencia) de Mechlia and Carrol (1989).

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Los modelos climáticos mayoritariamente utilizados en la predicción de las temperaturas a largo plazo son del tipo Atmosphere-Ocean General Circulation Models (AOGCMs). Estos modelos dan predicciones a escala global o continental y en escalas de tiempo anuales. Para reducir tanto las escalas de espacio como las de tiempo se deben utilizar modelos de regionalización o downscaling en sus variantes tanto dinámica (que requiere gran cantidad de datos meteorológicos regionales) como estadística (estableciendo relaciones entre características globales y regionales).

Actualmente el IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) ha publicado 5 informes y consejos sobre políticas adecuadas, con consecuencias profundas sobre la economía y los patrones de vida. El capítulo 8 del 4º informe del IPCC (Randall et al., 2007) es una evaluación muy completa de la capacidad de los modelos climáticos globales para predecir futuros cambios climáticos.

El Proyecto Acoplado de Inter-comparación de modelos (CIMP5 Coupled Model Intercomparison Project Phase 5), que aúna los esfuerzos de 25 centros de investigación en modelización climática, ha definido recientemente una serie de Itinerarios Representativos de Concentración (RCP Representative Concentration Pathways), que definen cuáles van a ser las condiciones climáticas durante el siglo XXI en función de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, el aumento o disminución de las mismas, la dinámica del clima y determinadas condiciones demográficas, económicas y sociales. Para 2100, por ejemplo, el itinerario más conservador, el RCP2.6, supone una concentración de CO2 en la atmósfera de 450 partes por millón (ppm), mientras que el RCP8.5, que es uno de los más extremos, predice una concentración de 925 ppm. Si todos los países tuvieran un nivel de consumo de combustibles fósiles similar al de EEUU la concentración de CO2 en la atmósfera podría aumentar hasta las 1000 ppm, y la quema de todos los combustibles fósiles del planeta podría incrementarla hasta las 2000 ppm, dando lugar a un escenario en el que sería imposible imaginar una vida digna para la mayoría de la humanidad. Estos escenarios de RCP (Representative Concentration Pathways) para emisión de gases de efecto invernadero fueron adoptados por el IPCC en su quinto informe de evaluación (Fifth Assessment Report (AR5)) en 2014.

Existen algunos trabajos que tratan sobre el efecto climático en cítricos y, en particular, en el limón. Algunos de estos estudios se centran en la dependencia de la época de floración con la temperatura. (Fitchett et al., 2014) y en el stress hídrico producido por el cambio climático, donde se ha estudiado que para la variedad de limón Fino la floración es más intensa después de un periodo de sequía (Ávila et at, 2012).

En el caso del pomelo se puede observar que en zonas tropicales las temperaturas apenas bajan de los 12 °C y la floración del pomelo se produce con regularidad y sin problemas. En zonas como Arizona y Texas, siendo las temperaturas suaves durante el invierno siempre hay un par de días en que las temperaturas bajan algo por debajo de los cero grados centígrados. En pomelo al igual que en otros agrios, las bajas temperaturas concentran la floración y la hacen más intensa, mientras que en ausencia de bajas temperaturas esta puede alargarse. La floración está influenciada también por el estrés hídrico en los meses de invierno.

Estudios realizados para otras especies en clima mediterráneo muestran una susceptibilidad diferente según la especie y la zona, siendo más sensibles las especies con floraciones tempranas (El Yaacoubi et al., 2014). Los modelos que estudiamos prevén un adelanto en las temperaturas favorables para la floración, luego es previsible una mayor variabilidad de la floración, incluso que se pueda volver más reflorescente, dando lugar a distintas cosechas.

Uno de los objetivo del presente trabajo es determinar una vez conocidos la evolución de los estados florales por medio de la φ, el comportamiento que se presupone ante distintos escenarios de cambio climático. Otro objetivo es determinar si el aumento previsto de las temperaturas afectará a la calidad del pomelo en base al incremento de la integral térmica que prevén que se alcanzarán.

Materiales y métodos

En los ensayos experimentales, se utilizaron 4 árboles de la variedad Marsh injertada sobre patrón mandarino Cleopatra, situados en la Finca Experimental del IMIDA (Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario), localizada en la pedanía de La Alberca, dentro del municipio de Murcia.

Se realizó un estudio semanal de marzo a mayo los años 2009 y 2010, observando semanalmente el estado en que se encontraban las estructuras florales durante todo el periodo de floración, según los criterios de Frost and Soost (1968).

Foto 1. Estados fenológicos de floración en pomelo según Frost and Soost (1968)
Foto 1. Estados fenológicos de floración en pomelo según Frost and Soost (1968).

En la escala de Frost and Soost, (1968) se considera: A: yema floral antes de la meiosis; B: yema floral durante la meiosis en las anteras; C: yema floral con granos de polen jóvenes; D: yema floral al fin del desarrollo; E: flor en el momento de la polinización; F: pistilo después de la caída de pétalos y estambres y G: ovario inmediatamente después de la abscisión del estilo. En el estadio G están incluidos todos los estados posteriores, una vez que se ha separado el estilo del ovario (Foto 1).

En cada muestreo se etiquetaron 10 ramos florales en cada uno de los cuatro árboles y se contabilizaron las estructuras florales. Se halló el porcentaje en que se encontraban cada uno de ellos mediante la expresión de García Lidón et al., (1992):

φ= [(%A x 1) + (%B x 2) +(%C x 3) +(%D x 4) +(%E x 5) +(%F x 6) +(%G x 7)]/100

Siendo A, B, etc, el porcentaje de frutos o flores en los diferentes estados en cada uno de los muestreos. Los parámetros numéricos del 1 al 7 corresponden a los diferentes estados fenológicos del A al G y ponderan el valor de f, de manera que van aumentando conforme avanza la floración. Si la floración fuera totalmente homogénea el valor de f sería equivalente al estado fenológico. Para llevar a cabo estas determinaciones se realizaron 17 muestreos contando flores y frutos agrupados en los diferentes estados fenológicos descritos (García Lidón et al., 1992).

Las temperaturas usadas en el estudio fueron tomadas en la propia finca, donde se dispone de una estación meteorológica (MU62, La Alberca, Murcia) dentro de la red agrometeorológica que tiene el IMIDA en las zonas de cultivo más importantes de la Región de Murcia (SIAM, 2016). Las temperaturas mínimas se refieren a la mínima diaria y la media diaria fue calculada con la temperatura medida cada hora.

La Integral térmica media se calculó para cada año, mediante la siguiente expresión:

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(Siendo 12,8°C el cero vital de los agrios (González Sicilia, 1960)

En este trabajo se utilizan modelos climáticos para predecir la temperatura y poder determinar la influencia del cambio climático en la floración de los pomelos.

Para nuestro trabajo utilizaremos datos que el AEMET (Agencia Española de Meteorología) pone a disposición del público en su web. Los datos del AEMET utilizados para las comparaciones han sido obtenidos del informe AR5 del IPCC. En nuestro trabajo, se han utilizado los modelos basados en regionalización estadística por el método de análogos sinópticos. En concreto, para la región de Murcia existen distintas predicciones dadas por varios modelos de regionalización los cuales 14 modelos utilizan el RCP8.5, 5 modelos utilizan el RCP6.0 y 13 modelos utilizan el RCP4.5. (Figura 1)

Figura 1. Según modelos el RCP8.5, el RCP6.0 y el RCP4...

Figura 1. Según modelos el RCP8.5, el RCP6.0 y el RCP4.5, previsión para el año 2100, del incremento de temperatura, concentración de CO2 y radiación (RF), w/m2.

De acuerdo con los modelos de previsión consultados (AEMET, 2015), se espera que en los próximos años se produzca un incremento de temperaturas. Las previsiones de incremento de temperaturas para la estación de otoño, regionalizadas para la Región de Murcia se resumen en la Figura 2.
Figura 2. Previsiones del incremento de temperaturas máximas y mínimas para primavera en la Región de Murcia. (Fuente AEMET, 2015)...
Figura 2. Previsiones del incremento de temperaturas máximas y mínimas para primavera en la Región de Murcia. (Fuente AEMET, 2015).

Las diferencias en las predicciones de temperaturas dadas por distintos modelos son mucho más sensibles al RCP utilizado que a las diferencias propias características de cada modelo. Por ello, en nuestro estudio se han escogido tres modelos cada uno en un RCP distinto. De los modelos en RCP8.5 se ha escogido aquel que da predicciones más desfavorecedoras (mayor elevación de temperatura). Este es el modelo de HadGEM2-CC_RCP85 desarrollado por Met Office Hadley Centre for Climate Science and Services (UK). (Collins et al, 2011). El modelo HadGEM2 Earth system es un modelo que incluye la física atmosférica y componentes oceánicas con inclusión de esquemas para caracterizar aspectos del sistema terrestre (ciclos de carbón terrestre y oceánico, aerosoles, procesos radiativos, etc).

También se ha utilizado otro modelo que da las predicciones más favorables (RCP4.5). Es el modelo inmcm4_RCP45 de la Academia de Ciencias de Rusia (Volodin et al., 2010) que acopla modelos atmosféricos y oceánicos así como cálculos interactivos del ciclo del carbón y del ciclo del metano.

Finalmente, hemos escogido el modelo que proporciona unas predicciones intermedias con el RCP6.0. Este es el modelo BCC_CSM1.1.m_RCP6.0 de Beijing Climate Center Climate System Model version 1.1 (BCC_CSM1.1) with a moderate resolution (Wu T., 2012)

En base a los datos tomados de la floración de los pomelos durante la primavera en la Región de Murcia en las campañas 2009 y 2010, se realiza un estudio climático de estos dos años, estimando como va a evolucionar la floración considerando los modelos climáticos mencionados y viendo su repercusión en el cultivo del pomelo en el Levante español.

Resultados y discusión

Evolución de la φ en los pomelos

Del análisis de la Figura 3, correspondiente a mediciones en la Alberca (Murcia) durante los años 2009 y 2010, puede comprobarse, en ambos años, la temperatura es creciente y con valores muy similares y que el arranque de la se retrasa en el año 2010. También, se han realizado ajustes de la φ en los diversos años de toma de datos y como resumen de todo ello se puede afirmar que el proceso de inicio de la del pomelo en la zona estudiada de Murcia se produce cuando la media móvil de 14 días de las temperaturas medias diarias supera los 13 °C.

Figura 3. Evolución de la φ, de la temperatura media de 14 días (promedio de medias diarias). Años 2009 y 2010 en La Alberca (Murcia)...
Figura 3. Evolución de la φ, de la temperatura media de 14 días (promedio de medias diarias). Años 2009 y 2010 en La Alberca (Murcia).

Efectos del cambio climático en la floración

Se observa en la figura 4 las previsiones del incremento de las temperaturas en los modelos climáticos, con respecto a los datos reales de los años 2010, y 2011. El modelo RCP4.5 es el más conservador de los tres modelos, ya que el incremento de temperatura que predice es inferior al de los otros dos. En los tres modelos se ha estudiado la evolución de la temperatura en los meses de invierno y primavera. En el modelo más conservador RCP4.5, en el año 2020 las temperaturas mínimas no bajan de 13 °C, siendo aún más elevadas en los otros modelos climáticos. En los años 2090 al 2100 en el modelo RCP4.5 las temperaturas mínimas son de unos 15 °C en enero y en el modelo CC RCP8.5, están en torno a 17 °C. Todo ello indica que la climatología de la zona costera de la provincia de Murcia nos muestra un panorama de climatología tropical en esos años, con ausencia de temperaturas bajas en el invierno.
Figura 4. Previsiones de las temperaturas en los diferentes modelos climáticos, hasta el 2100
Figura 4. Previsiones de las temperaturas en los diferentes modelos climáticos, hasta el 2100.
El inicio de la floración del pomelo, que ahora se produce en marzo (figura 3) se adelantará probablemente hasta enero como pasa en países de temperatura cálida como Cuba. En este país, el período de inducción floral, comienza a mediados de noviembre (Davenport, 1990). Se ha comprobado que, en regiones tropicales, donde no se alcanzan bajas temperaturas, el estrés hídrico constituye el principal factor inductor de la floración (Albrigo, 2009). En Cuba, ocurre durante el inicio de la sequía entre noviembre y diciembre (Pérez, 1996). Esto nos indica que el manejo de riego deficitario podrá ser utilizado por el agricultor para inducir la floración en las zonas cálidas de cultivo de un futuro en la Región de Murcia.

Influencia de la integral térmica en la calidad

Se ha estudiado la elevada correlación entre el índice de madurez y la integral térmica (Porras Castillo I. et al., 1999). Algunos autores han estudiado que para obtener una buena calidad del pomelo (índice de madurez) se necesitan de 2.900 a 4.500 °C día de integral térmica (Hla et al., 1996).

En Brasil estudios realizados sobre el análisis de maduración en las diferentes variedades de pomelos (Lederman et al., 2005), indicaron que: los ºBrix oscilaban entre 9,3 y 14 y la acidez entre 1,6 y 2,70 con lo que los índices de madurez están entre 5,2 y 6,2 aproximadamente.

En Brasil estudios realizados en la producción de pomelos (Silva Coelho, et al., 1983), en las regiones de San Francisco, Cruz das Almas, Limetra, Taquari, los análisis de maduración efectuados en el zumo del pomelo, indicaron que: los ºBrix oscilaban entre 9 y 10 y la acidez entre 1,5 y 2,80 con lo que los índices de madurez están entre 6 y 3,5 aproximadamente. Los datos tomados en la plantación de pomelos de La Alberca (Murcia) dan valores de ºBrix que oscilan entre 10 y 12, mientras que la acidez es mucho más alta que en Brasil y con datos que oscilan entre 23 y 39 con una IT de 1900. Lo cual nos indica que en los países más cálidos con IT altas el pomelo es más dulce que en España donde la acidez es más elevada.

Todo ello nos indica que cuando se alcancen en el año 2060 valores de IT superiores a 3000, mejorará notablemente la calidad de los pomelos en el Levante español.

Figura 5. Previsiones de la Integral térmica en Murcia según los diferentes modelos climáticos, hasta el 2100
Figura 5. Previsiones de la Integral térmica en Murcia según los diferentes modelos climáticos, hasta el 2100.
Figura 6. Integral térmica año 2010, en La Alberca (Murcia) MTN Lake (Florida) y en Sao Carlos (Brasil)
Figura 6. Integral térmica año 2010, en La Alberca (Murcia) MTN Lake (Florida) y en Sao Carlos (Brasil).
Figura.7.Integral térmica de la Región de Murcia para el cálculo de zonas aptas para el cultivo del pomelo
Figura.7.Integral térmica de la Región de Murcia para el cálculo de zonas aptas para el cultivo del pomelo.

Conclusiones

A la vista de los resultados anteriores se prevé:

  • Se podría adelantar el inicio de la floración.
  • Un aumento de la integral térmica que superará los 3.000 °C.día, para el escenario 8.5 en 2060, por lo que aumentaría la calidad del pomelo

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