El éxito en el empleo de las cubiertas vegetales requiere de unos conocimientos específicos sobre su establecimiento y manejo

Uso de cubiertas vegetales en citricultura

González-Chimeno, A.B., Hervalejo, A.; Romero-Rodríguez E., Casado, G. y Arenas, F.J. Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera. Centro IFAPA Las Torres-Tomejil. Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. Junta de Andalucía01/06/2016

Hasta principios del siglo pasado las labores afectaban sólo a la superficie del suelo al emplearse aperos rudimentarios, pero con la aparición de la vertedera las labores no sólo aumentaron la profundidad, sino que también alteraron el perfil del suelo mediante el volteo de los horizontes superficiales. Esta labor empezó a ser cada vez más valorada, siendo el objetivo del agricultor conseguir mantener el suelo sin malas hierbas. Con el paso del tiempo este tipo de manejo se ha ido sustituyendo por uno más sostenible, donde las cubiertas vegetales juegan un papel fundamental a la hora de obtener unos mayores beneficios sobre el suelo: menor escorrentía, reducción de la erosión…, y sobre el cultivo (aumenta la abundancia de fauna auxiliar, mayor control de enfermedades…). No obstante, el éxito de la cubierta vegetal reside en la adecuada elección del tipo de cubierta y de la fecha de siembra, así como en el manejo de la misma.

Introducción

El impacto que el hombre ha tenido sobre el medio ambiente ha sido tal, que actualmente se pone en duda si existe algún sistema natural que no haya sido alterado por él. La expansión de la actividad agrícola, la excesiva tala de árboles y el uso indiscriminado de productos químicos, entre muchas otras actividades, han propiciado la aparición de graves problemas ambientales, a los que hay que poner remedio antes de que sus efectos sean del todo irreversibles.

La pérdida de la cobertura vegetal es uno de los eventos a nivel global más importantes, ya que no sólo altera el ciclo hidrológico, sino que también produce serios problemas de erosión, salinización, pérdida de productividad y disminución de la capacidad de infiltración de agua hacia los acuíferos. Por otro lado, el desarrollo tecnológico también ha propiciado el uso en exceso de maquinaria agrícola, con lo que se ha favorecido la pérdida de suelos y de la fertilidad de los mismos.

Foto 1. Suelo degradado y compactado por la exposición directa del suelo a los factores climatológicos (lluvia, temperatura…) y el rodamiento de vehículos pesados.

La degradación del suelo es una clara amenaza para la capacidad futura de producción de alimentos, para la biodiversidad, y en general para el medio ambiente. Está claro que la gestión inadecuada de los recursos agrícolas hace de nuestro país un lugar propenso a la desertificación, por lo que es fundamental el desarrollo y establecimiento de técnicas de cultivo sostenibles que preserven y/o recuperen la biodiversidad y la conservación del suelo, como es el uso de las cubiertas vegetales.

En este artículo se presenta el empleo de las cubiertas vegetales en cítricos como alternativa sostenible, agronómica y económicamente rentable, a las prácticas de manejo de suelo tradicionales las cuales favorecen la pérdida y degradación de los suelos; describiendo sus ventajas, tipos, manejo y requisitos.

Cubiertas vegetales

Alternativa sostenible

La preocupación actual por el cuidado del medio ambiente y la amenaza que supone el cambio climático en el mundo en general, y en el sector agrario en particular, está provocando un cambio de conciencia generalizado que se está viendo reflejado en una gestión cada vez más sostenible de las plantaciones agrícolas y en la aplicación de nuevas formas de agricultura.

En este sentido, los agricultores demandan información sobre técnicas de cultivo que minimicen la pérdida del suelo y de su fertilidad, tales como el uso de cubiertas vegetales entre las calles de las plantaciones, muy utilizadas en la agricultura ecológica. En cuanto a las funciones beneficiosas que suponen el uso de las cubiertas vegetales para el conjunto del suelo y del cultivo, están las que se detallan a continuación:

Protegen el suelo frente a la erosión, la desecación, el efecto de las lluvias, etc.
Mejoran las características físicas del suelo (capacidad de retención del agua, aireación, etc.).
Mejoran la fertilidad del suelo de forma natural (aporte de materia orgánica).
Recuperan y reciclan nutrientes, sobre todo las cubiertas con sistemas radiculares profundos.
Indican el estado de salud del terreno. Los suelos con un buen nivel de materia orgánica tienen cubiertas vegetales abundantes.
Dinamizan los procesos biológicos del suelo (sustancias pro-húmicas, equilibrado de la relación C/N…).
Favorecen el mantenimiento de la fauna beneficiosa.
Reducen la propagación de enfermedades del suelo (ej. Phytophthora spp., nematodos, …).
Disminuyen la incidencia de hierbas adventicias difíciles de controlar.

No obstante, el uso de cubiertas vegetales requiere de una mayor cualificación del agricultor, necesitando obtener conocimientos en lo referente a tipos de cubierta, fechas y densidades de siembra, métodos y fechas de siega, prevención de incendios, etc.

Es cierto que no existe una cubierta vegetal ideal, puesto que no todas van a ser adecuadas para un objetivo en concreto, por lo que tendremos que elegir bien la especie y tener en cuenta los factores que nos afecten en cada caso. Hay que conocer bien las particularidades del cultivo y que no suponga un problema a la hora de realizar las operaciones del mismo. Por otro lado, hay que tener en cuenta las preferencias del agricultor y elegir plantas que le sean conocidas, para conseguir una gestión más eficaz de las mismas.

Uso de cubiertas vegetales en cítricos

Según la ‘Encuesta sobre Superficies y Rendimientos del Cultivo’ (ESYRCE) elaborada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en 2015, el no laboreo (el suelo no recibe labor mecánica alguna) y la cubierta vegetal espontánea (el suelo está protegido por una cubierta vegetal espontánea cuyo crecimiento se controla de una forma mecánica, química o pastoreo), son las prácticas más habituales para el mantenimiento del suelo de los cítricos. Ambas técnicas representan el 65,41% de las 278.265 ha de este cultivo.

Así, en cítricos jóvenes, la cubierta vegetal espontánea es una de las técnicas de mantenimiento más empleada (31,70%), sólo ligeramente superada por el laboreo mínimo (35,84%), como se puede ver en el gráfico 1.

Gráfico 1. Distribución superficial (ha) de las diferentes técnicas de mantenimiento de suelos en plantaciones jóvenes de cítricos en España en 2015. Fuente: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. ESYRCE.

Por otro lado, destacar que además de los beneficios agronómicos y ambientales que proporciona el uso de cubiertas vegetales, existen ayudas agroambientales otorgados a esta medida, que suponen un empuje al agricultor para la implantación de la misma.

Tipos de cubiertas vegetales en cítricos

Las cubiertas vegetales están compuestas por especies que se siembran o que nacen espontáneamente, por lo que las cubiertas se podrían clasificar en:

Cubierta vegetal espontánea: arvenses que nacen de manera espontánea. El agricultor puede bien dejar crecer esta flora sin control, o bien manejarla para seleccionar de ella algunas especies.
Cubierta vegetal sembrada: se siembran diferentes especies beneficiosas (gramíneas, leguminosas, crucíferas…) en función del objetivo que queramos conseguir (fijación de nitrógeno, protección del suelo, etc.).

La asociación más utilizada en cubiertas vegetales sembradas es la gramínea-leguminosa, que aporta gran cantidad de materia orgánica y aprovecha la capacidad de fijación de nitrógeno atmosférico, lo que supone un aporte extra para el suelo. Además, esta combinación produce la aceleración de su descomposición cuando son incorporados al suelo. Las crucíferas también se utilizan por su capacidad de captación de nutrientes de zonas profundas, gracias a sus potentes raíces, dejándolos disponibles en la superficie tras su incorporación.

Foto 2. Ejemplo de cubierta vegetal en cítricos.

Las especies anuales más usadas en citricultura son las vezas, yeros, avena, cebada, etc. Las cubiertas vivas anuales más recomendadas consisten en mezclas de leguminosas y gramíneas, tales como (Arenas et al., 2015):

Veza (Vicia sativa, 100 kg/ha) + avena (Avena sativa, 80 kg/ha).
Veza (60 kg/ha) + guisante (Pisum sativum, 70 kg/ha) + avena (70 kg/ha).
Yeros (Vicia ervilia, 60 kg/ha) + vallico (Lolium rigidum o L. multiflorum, 25 kg/ha) + Meliloto (Melilotus officinalis, 25 kg/ha).

Por otro lado, las especies perennes de mayor uso son los tréboles, alfalfas, ray-grass o festucas. Así, las cubiertas vegetales perennes más recomendadas en cítricos son:

Trébol blanco (Trifolium repens, 8 kg/ha) + alfalfa (Medicago sativa, 25 kg/ha) + vallico o ray-grass inglés (Lolium perenne, 25 kg/ha) o festuca (Festuca arundinacea, 40 kg/ha).
Trébol blanco + Ray-grass inglés (25 kg/ha) o festuca (40 kg/ha) + Mielgas (Medicago spp., 10 kg/ha).
Trébol blanco o morado (Trifolium repens, T. pratense, T. subterraneum, 10 kg/ha) + Dichondra (20 kg/ha) para zonas sombreadas.

Foto 3. Semillas de Lolium spp. y trébol.

Manejo de las cubiertas vegetales en cítricos

En cuanto al manejo, se debe diferenciar entre los dos tipos de cubiertas descritas: espontánea y sembrada.

Cubierta Vegetal Espontánea: Después de la época seca y con las primeras lluvias, se deja nacer a las semillas que existan en el suelo y entre los meses de marzo y abril, en función de la altura que tenga la cubierta, se realiza la siega de la misma para evitar que entre en competencia con los cítricos. Lo más aconsejable es realizar la siega de la parte aérea e incorporarla al suelo. El uso de este tipo de cubiertas es recomendable en suelos donde la orografía del terreno hace complicada la siembra de especies. En verano, la siega o el laboreo, que debe ser superficial (5 cm), se suele realizar después de cada 1 ó 2 riegos, ya que el calor propicia el rápido crecimiento de las hierbas. Durante el resto del año, se realiza cada varios riegos, según su desarrollo.
Cubierta Vegetal Sembrada: El manejo de este tipo de cubiertas es similar al caso anterior, exceptuando que hay que realizar la siembra de la misma entre los meses de septiembre a diciembre. Al introducir una cubierta vegetal sembrada estaremos compitiendo con las malas hierbas típicas que nacen en primavera y se disminuirá el número de éstas nacidas de manera espontánea. Una de las precauciones que hay que tener presente en la implantación de una cubierta vegetal, es la competencia por el agua y los nutrientes en la época de mayor actividad (entre primavera y verano). En el caso de que se trate de una cubierta vegetal espontánea, la diversidad de especies y la proliferación de especies problemáticas pueden dificultar su posterior control (Arenas et al., 2015).

Conclusión

Los beneficios agronómicos y medioambientales que aporta el uso de las cubiertas vegetales, unido a las ayudas europeas a través del cumplimiento de la condicionalidad y las buenas prácticas agrarias, sitúan al uso de las cubiertas vegetales como una de las mejores opciones de manejo de suelo en plantaciones de cítricos, siendo de hecho una de las más empleadas en plantaciones jóvenes.

Referencias bibliográficas

Arenas, F.J.; Hervalejo-García, A.; De Luna-Armenteros, E. (2015). Guía de Cubiertas Vegetales en Cítricos. Consejería de Agricultura y Pesca. Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera.
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (2015). Encuesta sobre superficies y rendimientos de cultivos. Análisis de las técnicas de mantenimiento de los suelos y de los métodos de siembra en España
Porcuna-Coto, J.L.; Gaude-Soriano, M.I., Castejón de Romero, P.; Domínguez-Gento, A. (2010). Guía de Agricultura Ecológica de Cítricos.
UNESCO (2016). Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. http://www.unesco.org. Consultado 16 de mayo de 2016.