Campo de Almería, un nuevo modelo de subasta
En cuanto a las diferentes fórmulas de mercados mediante subastas que pueden existir, se encuentran entre otros el modelo tradicional basado en la actuación comercial sobre materias primas y el modelo francés que se desarrolla sobre productos terminados. Ambas tienen en común que trabajan en factor a un precio que baja y un botón que para. Sin embargo, existen grandes diferencias entre sí.
En cuanto a las diferentes fórmulas de mercados mediante subastas que pueden existir, se encuentran entre otros el modelo tradicional basado en la actuación comercial sobre materias primas y el modelo francés que se desarrolla sobre productos terminados. Ambas tienen en común que trabajan en factor a un precio que baja y un botón que para. Sin embargo, existen grandes diferencias entre sí. Cabe destacar que la primera fórmula corresponde a las subastas tradicionales existentes en la zona almeriense, mientras que la segunda corresponde al un modelo adoptado por el mercado "Campo de Almería Mercado Internacional S.L." www.campoalmeria.com y cuyo sistema es novedoso en la zona.
Salvador Maleno Maleno, director de este mercado, nos comenta que el sistema aplicado en la empresa corresponde a una copia del existente en Francia adaptado a las particularidades de Almería.
Sus particularidades la hacen diferente al resto de subastas de la zona. Todo comienza con una agrupación de productores especializados en determinados productos. Estos poseen una red de almacenes de confección situados en las zonas cercanas a sus instalaciones productivas por especialidades. En estas se entregan las mercancías diariamente y son confeccionadas, calibradas y envasadas. Los productos perfectamente envasados son llevados en lotes al mercado Campo de Almería Mercado Internacional S.L. a primeras horas de la mañana (sobre las 6 a.m.) donde son catalogados. Esta mercancía se deposita en sus 2.500 m2 de instalaciones frigoríficas o en sus 7.500 m2 de almacén de exposición de producto, según convenga. Ese mismo día a las diez y media, la mercancía es subastada. Tras la venta, esta es retirada por sus compradores en camiones desde sus 21 muelles de carga.
En cuanto a la venta en sí, los compradores acuden a Campo de Almería sobre una media hora antes de la subasta. Allí se les entrega un catálogo con todas las mercancías disponibles referenciadas. Los mayoristas pueden ver y evaluar in situ sus necesidades en cuanto a calidades específicas y cantidades por lotes. Una vez ya en la subasta, sobre el panel principal aparecen los datos necesarios para identificar el producto. El reloj comienza su barrido de precios y la puja queda servida a un ritmo acorde a la situación del momento. Conforme se realizan las compras, las partidas o secciones de las mismas son preparadas para su expedición.
La estructura del sistema aporta notables ventajas sobre las subastas tradicionales. Una de ellas es la capacidad de reacción en adaptar la oferta, por ejemplo en cuanto al modelo de envasado (cajas de un tipo u otro, en plástico o cartón, etc), ofreciendo al mercado aquello que precisa en cada momento en un tiempo record. Otra ventaja es la homogenización de la oferta como consecuencia de la especialización de los productores. También destaca el aspecto de ofrecer grandes cantidades de cada una de las referencias existentes con las ventajas que ello contrae a la hora de alcanzar mayores precios.
Sobre este aspecto, Maleno puntualiza que en una subasta tradicional el producto llega mezclado partida a partida de los agricultores. Como ejemplo, un productor puede entrar una partida de 3.000 kilos y es considerada grande. En cambio, en este mercado de productos terminados, una partida de uno de nuestros productores de 3000 kilos no es nada puesto que en la clasificación se segmenta en función de las diferentes calidades (pintón, piezas verdes, maduro, etc). En cambio, cuando la mercancía de todos los productores, reagrupada por referencias, entra en el mercado, los mayoristas premian este volumen uniforme con mejores precios.
En cuando a la venta en sí, en las subastas tradicionales realmente se producen dos actos, uno delante del reloj que consiste en una mera toma de posición ya que el comprador se compromete a sacar una cantidad a un precio establecido, siguiéndose vendiendo el resto de la misma forma. Después de la subasta se produce el segundo acto, consistente en una selección y retirada de la mercancía por el orden establecido anteriormente. En cambio, en Campo de Almería, la compra se hace en el momento ya que al apretar el botón, el mayorista adquiere un producto, en un volumen y a un precio concreto. Esta situación produce una mayor atención en la subasta y agresividad en la compra. El sistema también permite tener una gran capacidad de adecuar la oferta a la demanda en un breve plazo de tiempo. Así la subasta es fiel reflejo de las tendencias del mercado, permitiendo producir lo que se vende y no vender lo que se produce.
Campo de Almería Mercado Internacional S.L., es definido como un mercado de productos terminados, pertenece al "Grupo Campo Almería" al cual pertenecen también otras empresas como Dunia Export, Duniagro, Norvill Export, Agro Cañada, etc. En cuanto a la base productora y envasadora es el colectivo de Duniagro. Y la marca comercial de sus productos es CampoAlmería. La empresa estuvo cuatro años gestándose, entrando en producción el 10 de abril del 2001.
Respecto a su especialización, actualmente se centra en tomate en todos sus segmentos y pepino largo. En breve entrarán otros productos, cuando los mecanismos de producción, clasificado y envasado estén completamente desarrollados. Para Salvador Maleno el secreto está en organizar la producción y establecer almacenes específicos ya que cada producto tiene sus peculiaridades. Como ejemplo, para ello se necesita un agricultor tipo con el perfil de plena dedicación, preocupación por la rentabilidad de su negocio, que ello pasa por la calidad del mismo, etc. y no entra en cambio aquel que especula.
