Integración de los productores de uvas en las cooperativas
26 de junio de 2001
La concentración de bodegas producida hace veinte años y la baja calidad de los vinos, que produjo una caída del consumo, provocó quiebras generalizadas en los productores viñateros y pequeñas bodegas.
Mientras estos procesos se desarrollaban, la idea lanzada por algunos visionarios de que los pequeños y medianos productores se integraran en sociedades cooperativas comenzó a dar frutos en algunos lugares de la provincia, en los cuales el dominio de pocos industriales se vio contenido por la perspectiva de que fueran los viñateros los que sumaran esfuerzos, elaboraran sus vinos y los despacharan hasta los centros de consumo. Si bien se registraron estrepitosos fracasos, también hubo notables éxitos: hay cooperativas vitivinícolas que han representado un definitivo progreso para sus integrantes, que son capaces ahora de elaborar su producción con tranquilidad, estudiar los mercados y salir a la venta cuando las condiciones son, en realidad, favorables. Muchas propician la reconversión a cepajes finos, objetivo deseable.
Hace algunos días, viñateros del Este pidieron a las autoridades que fijaran un precio sostén para el vino, algo que en otras épocas se aplicó con dudosos resultados y frecuentes pérdidas para el Estado.
Dentro de los esquemas actuales no se comprende bien cómo puede llegar a imponerse una medida de esa naturaleza, dentro de la desrregulación existente.
Un grupo de viñateros de La Paz, departamento castigado como pocos por la crisis, ha adoptado otro camino, quizá más realista: se han hecho cargo de una bodega y ahora conforman una cooperativa como un medio de defensa contra un proceso de concentración que parece darse en esa parte de la provincia.