Grecia, secretos milenarios de salud, sabor y bienestar
15 de julio de 2001
Los habitantes de Creta, isla mediterránea de apenas medio millón de habitantes, siempre han disfrutado de un nivel de salud y una esperanza de vida envidiables que les permiten vivir largos años. Aparentemente, este hecho podría sorprendernos, dados los escasos medios médicos y hospitalarios de esta rústica isla griega. Sin embargo, el llamado 'milagro cretense' no puede explicarse sin observar los hábitos alimentarios de este pueblo. Al igual que sucede con el resto de sus costumbres, los cretenses han sabido conservar intacta su equilibrada dieta durante siglos. Su dieta, rica en vegetales, frutas y legumbres, escasa en carnes y acompañada normalmente de vino tinto, ha motivado el interés de gran cantidad de investigadores.
Son numerosos los estudios y organizaciones que han dado a conocer en los últimos años el papel determinante que juega el consumo de frutas y hortalizas en la prevención de enfermedades cardiovasculares y cáncer. Una alimentación rica en verduras y frutas podría prevenir un 20% o más de los casos de cáncer, porcentaje que asciende al 30-40% si se le añade una adecuada actividad física y un peso equilibrado. Todo ello, sin necesidad de suplementos alimentarios. Los micronutrientes, como las vitaminas y los minerales, junto a la fibra dietética son las auténticas defensas del organismo frente a las enfermedades provocadas por daños celulares y del corazón. En la última circular de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (nº25/01), encontramos interesantes recomendaciones lanzadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La OPS aconseja seleccionar una gran variedad de verduras, frutas, leguminosas y alimentos con almidón, así como la actividad física moderada y un peso adecuado a nuestra constitución corporal. Esta organización recomienda consumir entre 400 y 800 g. o cinco o más porciones diarias de gran fruta y verdura variada.
Creta nos demuestra que la salud no se vende en cápsulas. Una alimentación consciente y saludable es siempre tan fácil como escoger entre un suculento plato de mousaka con berenjenas acompañado de exquisito vino cretense y un cóctel de fármacos.
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