Acción del cloro
25 de mayo de 2001
Los productos en base a cloro, en particular, el hipoclorito de sodio (lejía) o, con menos frecuencia, el de calcio, son los usados usados con más frecuencia en el agua de lavado para evitar que ésta se convierta en una vía de contaminación. La actividad antimicrobiana de estos compuestos depende de la cantidad de ácido hipolclorado (HOCl) presente en el agua. Esta actividad, a la vez, depende del pH del agua, la cantidad de materia orgánica en la misma y, hasta cierto punto, de la temperatura del agua. Muy poco cloro se presenta como el activo ácido hipoclorado.a pH por encima de 7.5. A este pH el cloro está como hipoclorito inactivo.
Por otro lado, si el pH del agua cae por debajo de 6, se puede formar gas de cloro, que es muy irritante para los trabajadores. Por tanto, el pH del agua de lavado debe mantenerse entre 6 y 7.5.
La materia orgánica del agua puede reducir la actividad del cloro, por lo que el agua debe reemplazarsse periódicamente o filtrarse.
Términcos como cloro total, libre de cloro, residuos de cloro, gas de cloro, hipoclorito, ácido hipocloroso... son suficientes para confundir en la práctica de los almacenes de confección. De todas las formas posibles, el ácido hipocloroso es realmente un buen desinfectante; así pues, en el manejo del cloro, lo que debe procurarse es maximizar su presencia y minimizar las otras formas de cloro. Devon Zagori, de la Washington State University, explica, en su artículo publicado en la Circular CAFI 20/01 (Seguridad Alimentaria - Sanitización por hidrolavado: cómo comparar los diferentes sistemas?), diferentes aspectos de la desinfección por cloro: la química del cloro, qué se entiende por libre de cloro, qué es lo que hace y no hace el cloro, alternativas al cloro, etc.
El cloro no tiene virtualmente acción penetrante, es decir, sólo desinfecta en superficie. Tampoco tiene efectos residuales, por lo cual no previene la recontaminación luego del lavado. Ni confiere ningún beneficio si el agua de lavado no se mantiene relativamente limpia.
Existen varios compuestos o sistemas que pueden ser una alternativa al hipoclorito (ozono, luz ultravioleta, etc.). Entre los compuestos alternativos, el dióxido de cloro es menos sensible al pH y a la materia orgánica y es activo a menores concentraciones.
Sobre cómo medir la actividad sanitizadora, Zagory indica que el método más idóneo es medir la capacidad de óxido-reducción del agua, que es la que mata a los microbios. Esto se mide en milivoltios (mV) de potencia eléctrica en el agua y muchos años de investigación han demostrado que si el potencial de óxido-reduccción del agua es mayor que 650 mV, la mayoría de los patógenos serán matados por contacto. Hay sistemas automáticos comercialmente disponibles que monitorean el potencial eléctrico del agua y del sanitizador inyectado (y algunas veces ácido) en el agua.
Para leer el artículo completo de Zagory, pique AQUÍ.