Con una cuidada capacidad productiva, la empresa puede ofrecer desde un estante hasta una ambientación completa

En la localidad alavesa de Murga, la empresa Kider surge entre montes y bosques con sus modernas fábricas, gracias a las cuales asume su responsabilidad en la respuesta al cambio que se está produciendo entre los consumidores. Ya no nos vale con acudir a una tienda donde tienen lo que queremos: ahora, buscamos el placer de comprar, disfrutar de ese momento, mirar productos que tal vez no necesitemos, pero que nos atraen. Las tiendas de "toda la vida" han dado un paso a establecimientos sofisticados, con un aspecto cuidado y elegante, donde el mobiliario está en consonancia con el uso de los colores, con la cartelería y señalética y donde no es sólo el producto el que adquiere protagonismo, sino que lo comparte con la decoración. Y Kider lo sabe. Y es por ello que en sus instalaciones de fabricación de Murga no falta nada.

José Luis Martín, Coordinador Sector Ferretería y Bricolaje de Kider, en la sala de exposiciones.

Kider es un grupo formado por cuatro empresas: Mebunik, Kime, Kider e Inan que actúan bajo una denominación común que es Grupo Kider. La comercializadora es Kider, la marca de todo el grupo, su cara visible. Las otras tres empresas son su corazón: fabrican sólo para Kider con los más modernos medios de producción.

Todo empezó hace unos 50 años con Mebunik, un taller que fue creciendo hasta crearse Kime, para atender el mercado nacional. Se construyó una nave y se empezó a fabricar. Comenzaba el 'boom' de la alimentación en España. Precisamente el de las grandes cadenas de alimentación es uno de los sectores a los que se dirige Kider.

Desde entonces ha llovido mucho y, actualmente, unas 600 personas trabajan en Kider, una empresa que facturó 78 millones de euros en 2006. Su presencia en todo el territorio español está asegurada a través de 21 delegaciones, ubicadas en todas las ciudades importantes, a las que hay que sumar su presencia en los mercados de Portugal, Francia, Europa del Este, Asia, Norte de África y Latinoamérica.

Todo empieza por la fabricación propia. En Mebunik se encargan de la transformación de alambre y tubo, principalmente para la elaboración de carros; en Inan, muebles en pequeñas series y carpintería industrial, y en Kime estantes y productos en serie. “Todo lo que comercializamos lo fabricamos nosotros -señala José Luis Martín, Coordinador Sector Ferretería y Bricolaje-. Es decir, no nos dedicamos a distribuir ningún tipo de producto que no sea producido por nosotros. Somos los únicos que fabricamos todo lo que un hipermercado puede necesitar salvo metacrilatos, vidrios y equipos de frío. Una distinción importante con respecto a otras empresas”.

Kider actúa en sectores como alimentación, ferretería y electrodomésticos, aunque también en ópticas, perfumerías y otros muchos.

José Luis Martín lo explica así: “El estándar de Kider es la estantería, un producto que adaptamos a los distintos mercados. En el caso de la ferretería partimos de un mueble estándar y utilizamos mucho fondo perforado y muchos accesorios específicos para que se hagan buenas presentaciones del producto que se va a vender. Tenemos, además, carros específicos para jardinería, bricolaje, ferretería, o suministro industrial. También hacemos muebles caja específicos que tienen que tener unas características de resistencia determinadas para este sector”.

Los carros de diversos tipos y los demás productos Kider son siempre de fabricación propia. En la foto, José Luis Martín junto a algunos productos.

En ferretería, los elementos que con más frecuencia salen por la puerta de Kider son, aparte del mueble, carros, muebles caja, mostradores y, en bricolaje, el Rack de paletización, o el integrado continuo. Pero en Kider no descansan para responder a la preocupación por una estética comercial cuidada, un factor que está adquiriendo una gran relevancia en todos los sectores.

Una tendencia muy actual son las serigrafías sobre chapas e iluminaciones específicas. “Ofrecemos prácticamente la creación de un ambiente determinado. Siempre bajo pedido -señala Imanol García, del Departamento de Comunicación y Marketing-. Hacemos además propuestas de ambientación en concordancia con el cliente. Jugamos con la ventaja de un equipo de diseño de 40 personas, de las cuales unas 4 son decoradores. Estamos preparados para mostrar al cliente simulaciones en 3D, tiendas virtuales, para que se haga una idea mejor de como quedará su establecimiento”.

Kider quiere ayudar a la ferretería tradicional a mejorar su ambientación, a que se acerque más a sus clientes y esto forma parte de la evolución del sector.

Y esa misma proximidad al cliente que quiere proporcionar al sector de la ferretería es la que Kider ofrece a sus propios clientes. Su equipo de diseño siempre trabaja bajo pedido, en total sintonía y colaboración con sus clientes, que pueden demandar desde un estante determinado hasta una ambientación completa del establecimiento.

“Nosotros no solo vendemos un mueble -afirma José Luis Martín-. Asesoramos, trabajamos a la medida, creamos un ambiente, damos una solución completa. Éste es precisamente uno de los principales motivos por los cuales cuenta con 21 delegaciones propias: la cercanía y el servicio rápido y cercano”.

Planes de futuro

El principal plan de futuro de Kider es ahora mismo su presente. Destaca el empeño por una mayor introducción en el sector de la ferretería y, especialmente, entre los lideres de las grandes superficies de la ferretería. “Estamos en contacto con los más importantes, para lo cual nos hemos venido preparando internamente. Ahora ya estamos listos para el salto a este sector de la gran superficie de la ferretería, desde todos los puntos de vista.

Nuestra actual capacidad productiva es más que suficiente porque es un aspecto que nunca hemos descuidado, probablemente por nuestros orígenes como fabricantes, hace ya muchos años. El fuerte componente industrial de nuestra empresa nos ha mantenido siempre en un nivel puntero en cuanto al equipamiento del que disponemos y eso nos da muchas ventajas a la hora de afrontar la demanda”, explica el responsable de ferretería y bricolaje de Kider.

Los muebles caja para ferretería presentan detalles singulares, como la superficie de la mesa.

En cierto modo el equipamiento productivo también permite competir en precio con el producto final, ya que la racionalización de la producción, en términos generales, influye sobre los márgenes y sobre el precio final. También aquí Kider se siente fuerte. “En la relación calidad precio está muy bien posicionados. Nuestro argumento principal es la calidad, pero estamos preparados para competir en precio”.