Entrevista a José Manuel Álvarez, secretario general de ACCOE
La Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE) celebra la XIV edición del Encuentro Nacional de Operadores de Cereales el próximo 18 de febrero, en el marco de la FIMA Zaragoza. Hablamos con el secretario general de la Asociación para que nos explique qué situación atraviesa el sector y qué objetivos persigue su organización.
¿Cómo valoran la campaña de cereal que cerramos y qué se espera de la próxima?
La campaña ha venido marcada por unos niveles de producción nacional ligeramente más bajos que los de la anterior, con lo que se la podría calificar de regular tirando a mala. Esto ha contrastado con la producción internacional que a pesar de una caída del 2%, sigue manteniendo niveles casi de récord.
Sobre los aproximadamente 30 millones de toneladas anuales de cereal que necesitamos nos quedamos por debajo de los veinte, por lo que las importaciones han vuelto a tener un papel importante. Siendo España un país que se caracteriza por descensos de producción cíclicos, los operadores estamos acostumbrados a enfrentarnos a estas situaciones con solvencia.
Respecto a la próxima campaña tanto nacional como mundial, las primeras estimaciones indican un descenso generalizado de superficies, provocado seguramente por los bajos precios actuales.
¿Qué necesita a día de hoy una explotación cerealista en España para ser rentable?
Las explotaciones agrícolas son en realidad empresas y deben ser entendidas y gestionadas como tales.
El agricultor, al igual que el resto de eslabones de la cadena, no debe ser ajeno al elevado grado de profesionalidad que exige convertir una empresa en rentable por lo que debe saber adecuarse al entorno de hipercompetencia que le rodea mediante estudios de viabilidad, racionalización de los gastos, dimensionamiento adecuado de la maquinaria y aportar un valor añadido para los clientes.
En un sector productivo con márgenes tan estrechos de beneficio hay que gestionar con miras a medio y largo plazo, teniendo en cuenta que su competencia ya no sólo no es local, sino que las vacas del ganadero de su pueblo pueden estar comiendo pienso elaborado con cereales producidos en la otra punta del mundo.
Se suele hablar mucho de la cadena de valor de las frutas y hortalizas, pero poco de la de cereal. ¿Por qué? ¿El productor también es en este caso el más perjudicado?
No sabemos por qué. Quizá es porque el gran consumidor es el destinatario final directo de esas frutas y hortalizas, mientras que los cereales sufren un proceso de transformación y, en su mayor parte, son destinados a consumo animal.
Los agricultores y sus cultivos son la pieza esencial de esta cadena: ponen la tierra, el trabajo, la profesionalidad y el esfuerzo en sacar el máximo valor de su explotación. El mayorista de cereal opera con un producto poco perecedero en un mercado transparente muy competitivo, por ello no es anormal que lo haga bajo mínimos márgenes y con dura competencia contra otras entidades muy subvencionadas. Pero así ha de hacerlo para que tanto el agricultor de cereal sienta que su cosecha es fácilmente convertible en dinero como el fabricante disponga de su materia prima en tiempo, calidad, precio y forma para hacer posible su producción de pienso, harinas, cerveza, etanol... Es cierto que dado que el agricultor aprecia el servicio profesional privado, pago y diferentes condiciones que recibe, la mayor parte del cereal en España se opera desde compañías privadas, pero, la cadena solo permite un mínimo valor en la comercialización, y creo que maximiza la eficiencia y la alta competencia entre nosotros y mantiene en buena forma a la producción y la industria.
¿Hasta qué punto está afectando la gran volatilidad de los precios de las materias primas? ¿El sector productor tiene realmente las riendas o las ha perdido frente a la especulación?
Como en todos los sectores productivos no intervenidos, el mercado se rige por la ley de la oferta y la demanda. Llevamos una serie de años en los que la producción mundial de cereales y oleaginosas ha crecido hasta niveles que hace unas décadas se habrían considerado de ciencia-ficción. Aunque nuestras cosechas no lleguen a cotas deseables, no estamos aislados de nuestro entorno, por lo que una baja producción nacional no significa, como antes, un aumento de las cotizaciones.
Si a esto le unimos otros condicionantes, como por ejemplo la caída del precio del petróleo que ha dejado a los biocombustibles en ‘fuera de juego’ con el consiguiente descenso de consumo, nos encontramos en un escenario que deja poco margen a la especulación. En definitiva, es el propio mercado el que dicta los precios.
¿Ha mejorado o empeorado la nueva PAC la cadena del cereal en España?
Probablemente el factor más determinante de la nueva PAC pudiera ser el ‘greening´ o pago verde. A pesar de que estamos todavía en una fase muy inicial de implantación, no creemos vaya a tener mucha repercusión en la cadena de valor del cereal. No obstante, todos tenemos que ser conscientes de que una agricultura productiva, competitiva y orientada al mercado no debe ser ajena a unas prácticas medioambientales que garanticen la sostenibilidad del sector.
¿Qué le pedirían a las instituciones españolas para que apoyen al productor de cereal? ¿Se prevén cambios importantes en un futuro cercano?
En ACCOE abogamos por un mercado libre autorregulado, por lo que consideraríamos muy positiva la implantación de medidas que eviten la discriminación entre operadores. Las ayudas constantes que perciben las empresas de gestión cooperativa suponen una distorsión del mercado, generan competencia desleal, y provocan, en la mayoría de los casos, debido a la deficiente gestión de este tipo de empresas, una merma considerable de las posibilidades de negociación de los agricultores, retención de mercancía y, por consiguiente, especulación.
¿Qué pretende ACCOE en cada edición de FIMA con la celebración del Encuentro Nacional de Operadores de Cereal?
Esta Jornada Cerealista nació hace ya 14 años con el objetivo de ofrecerse como punto de encuentro entre productores, operadores, transformadores y consumidores de cereal. Nuestra idea es establecer un marco único de referencia para la puesta en común y análisis de los temas de actualidad que conciernen a nuestro sector.
Cada edición, nos acompañan y avalan más de 500 asistentes y en el programa incluimos temas de interés, a tratar desde un enfoque eminentemente práctico por profesionales de prestigio tanto del sector privado como de la Administración Pública.
El ENOC ofrece la posibilidad de fomentar los contactos comerciales y de negocio entre todos los operadores convocados, para lo cual, al término de ponencias y debates se reserva un espacio que proporciona un ámbito adecuado para estrechar los vínculos comerciales y posibilita el establecimiento de nuevos contactos.
