El coste energético de mis equipos de impresión
22 de junio de 2011
Redactando este artículo, me he dado cuenta de los problemas de pérdida de energía que tenemos en empresas y viviendas, y que nos ocasionan un derroche de dinero importante año tras año, siendo este tema un asunto de plena actualidad debido a los últimos acontecimientos en Japón.
Sin duda ahora somos más conscientes que hace unos años a la hora de adquirir un electrodoméstico. Prestamos especial atención al consumo energético que tiene, por ejemplo, un frigorífico o una lavadora, pero no lo hacemos con otros equipos como podría ser un televisor.
Este caso es el mismo desde el punto de vista profesional. Muchas empresas cuando compran una impresora o un fax no se fijan ni comparan el consumo energético que tienen estos dispositivos. De este modo, prestan más atención al coste del equipo o al consumo de tinta o de tóner que puede generar durante su vida útil. La energía que puede consumir es otro parámetro a tener en cuenta ya que significa una cantidad importante de dinero. El coste de propiedad total del equipo durante su vida útil puede cambiar drásticamente si se tiene en cuenta en el cálculo este pequeño, pero muy significante, detalle.
Durante los estudios de consultoría que he realizado durante mi vida profesional he descubierto auténticos agujeros de dinero originados por tener en nuestro parque de impresión equipos obsoletos y cuyo consumo energético era muy elevado. En dichos estudios he podido demostrar que, asesorando adecuadamente al cliente, se puede lograr un ahorro energético que puede llegar hasta el 78%.
La etiqueta medioambiental
Para comprar coherentemente, lo mejor es fijarse si el dispositivo que se va a comprar dispone de la etiqueta medioambiental Energy Star. Si dispone de dicha etiqueta, se garantiza que los valores de consumo energético se encuentran dentro de la media. Evidentemente, es posible encontrar equipos que consuman menos que otros dentro de la misma gama de productos y que estén certificados por Energy Star. Para poder comparar, hay que buscar además el valor TEC (consumo típico de energía semanal).
Muchos dispositivos se caracterizan por estar certificados con la etiqueta medioambiental Energy Star, lo que indica que el fabricante se preocupa especialmente por el desarrollo de sus equipos para que consuman menos energía, requieran poco mantenimiento y estén fabricados con materiales reciclados.
En la actualidad, optar por estos productos respetuosos con el medioambiente con su ahorro de energía supone, por un lado, una importante disminución en el coste de la factura eléctrica y, por otro lado, contribuir a la reducción del consumo total de energía, tal y como solicitan actualmente diversos organismos internacionales.