La integración como sistema de gestión de explotaciones ganaderas

Echando la vista atrás en los datos de producción del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) (gráfico 1), vemos que hasta los años 50, la producción de ganado porcino en España se realizada de forma tradicional con un escaso desarrollo de la industrialización y del comercio, lo que refleja un modelo basado en la cría familiar con cerdos de traspatio. Pero a partir de los años 60 el modelo se empezó a impulsar de una forme evidente desde diferentes extremos, por un lado, la aparición de empresas de servicios que ponen a disposición del ganadero todas las herramientas necesarias para la cría de cerdos y, por otro lado, el crecimiento de industrias cárnicas que demandan cerdo para sus procesos productivos, bien sea en carne fresca o en productos elaborados.

• Defensa ante las dificultades sanitaras. En el contexto de la peste porcina africana (PPA) que vivió España desde 1965 hasta 1995, uno de los principales problemas que afectaban a la viabilidad de la ganadería era que la granja se positivizada de PPA, se tuviera que sacrificar los animales con el problema económico que esto supone. La integración lo que vino fue a crear casi un análogo de un sistema de seguros; en el caso de que un propietario (integrador) tenga una serie de granjas distribuidas por diferentes áreas es muy difícil que el 100% de las granjas de infecten a la vez y, por lo tanto, en el caso de que una granja se positivizara, las pérdidas que dichas granjas generaba se “repartían” entre las otras negativas. En el caso de ser un ganadero independiente, no hay posibilidad de asegurarse la producción en otras granjas y el impacto, en caso de positivo, es total. En el momento inicial, donde había un importante mercado de importación de lechones, la motivación de un ganadero de cebo a meter lechones era garantizar que en el caso de positivo de PPA, pudiera tener un beneficio. Y eso se lo garantizada la integración.

• Desajustes del mercado. El sector porcino hasta hace pocos años era un sector de ciclos de producción muy marcados con momentos de ganancia y momentos de pérdidas que afectaban, principalmente, a una pérdida de circulante que ahogaba la granja en facturas impagadas. La principal factura de una granja es el pienso y, por lo tanto, el que mayor riesgo que tenía el impago era la fábrica de pienso, por eso muchos dicen que la integración comenzó como la cesión en garantía de pago de los cerdos que se estaban cebando a la fábrica de pienso. De ahí se transformó en que ya los cerdos no eran propiedad del ganadero y los dejaba en forma de garantía de pago del pienso una vez cobrados, si no que la propiedad y cobro de los mismos pasó a las manos de la fábrica de pienso convirtiéndose en integradora y realizando la liquidación al ganadero eliminando de la ecuación el factor pienso.

No cabe duda de que uno de los factores que espoleó la integración fue la necesidad de hacer un crecimiento y dimensionamiento rápido de la producción. Si un ganadero de forma individual hubiera crecido en animales y estructura a la vez, la cantidad de recursos económicos necesario hubiera limitado mucho la capacidad de crecimiento por endeudamiento e incremento de activos fijos. Sin embargo, la integración elimina los activos fijos (instalaciones) de la cuenta de resultados de la integración facilitando el acceso a crédito y la solvencia de las empresas pudiendo incrementar producción (cerdos) de una forma directa al incremento del capital aportado. La evolución del modelo de integración comparado con los modelos de cooperativismo o de ganadero no sujeto a contrato se pueden ver en el gráfico 2 y 3.

Los contratos de integración pueden definirse como aquellos contratos de colaboración entre productores agrícolas o ganaderos y empresarios industriales, en virtud de los cuales el empresario integrador se obliga a proporcionar medios necesarios para el cultivo o el cuidado del ganado, a prestar asistencia técnica y a adquirir la producción obtenida; y el productor integrado se obliga a realizar el cultivo o el cuidado del ganado con vistas a su engorde o reproducción bajo el control del integrador y a entregarle la producción obtenida en el periodo pactado a cambio de contraprestación.⁽¹⁾

Los contratos de integración son contratos entre partes y pueden diferir ligeramente entere unas empresas y otras, no obstante, lo que la mayoría reflejan⁽²⁾ son:

• Aportaciones de la persona integrada.
• Aportaciones de la persona integradora.
• Obligaciones de la persona integradora.
• Obligaciones de la persona integrada.
• Pactos económicos.
• Compensación de daños.
• Rescisión.
• Resolución de conflictos.

De forma genérica la persona integrada aporta las instalaciones fijas, otros bienes y servicios como mano de obra capacitada, suministro de calefacción, agua y energía, sistema de gestión de subproductos y residuos asumiendo la responsabilidad de una utilización incorrecta de los bienes o servicios.

Igualmente, de forma genérica, la persona integradora aporta el ganado y los medios de producción necesarios para la cría del ganado además del pienso, productos zoosanitarios, servicio de atención técnica y veterinaria, y coparticipación en el sistema de gestión de deyecciones si existe un pacto entre las partes. Adicionalmente, la empresa integradora puede facilitar otros servicios al ganadero integrado tales como visitadores, cargadores, vacunadores, servicios de limpieza y desinfección…

Desventajas:

• Es un sistema rígido o poco flexible a corto plazo ya que está sujeto a contratos a largo plazo que no pueden ser modificados en función de las demandas o situación del mercado.
• El ganadero integrado no dispone de total independencia de gestión de los animales si no que está sujeto a las directrices del propietario.
• No se pueden modificar los pactos económicos en función de la situación del mercado.

Ventajas:

Para el integrado:

• Seguridad económica en la producción.
• Sistema muy robusto que aporta fiabilidad en las inversiones.
• Especialización y profesionalización. El ganadero integrado no se tiene que preocupar por los mercados de las materias primas y/o carne, pudiendo concentrar todos los esfuerzos en el cuidado de los animales.
• Emplea estable.
• Reutilización del estiércol o purín como fertilizante abaratando los costes de la explotación agrícola.
• Mayor éxito en el relevo generacional.
• Control sanitario.

Para el integrador:

• Dimensionamiento en producción.
• Eficacia productiva.
• Economía de escala tanto en compra de materia prima como en venta de animales.
• Verticalización y vertebración.
• Adaptación a las necesidades del mercado.
• Equilibro en la cadena de valor.

Ya no es el futuro si no el presente. El modelo de integración básico centralizado en fábrica de pienso está en proceso de evolución en dos direcciones tanto ascendente en la cadena cárnica como descendente:

• Ascendente. la integración tradicional basada en fábrica de pienso está adquiriendo un peso importante en la verticalización accediendo directamente a la industrialización con el objetivo de asegurar la transformación de los animales.
• Descendente. La industria cárnica basada principalmente en el matadero, aunque hay ejemplos de elaboradores, están desarrollando proyectos ganaderos de forma independiente o vinculados a empresa o cooperativas con el objetivo de asegurar el correcto aprovisionamiento de animales necesarios para su planta

⁽¹⁾La Experiencia aragonesa y catalana en materia de contratos de integración ganadera. Aurora López. Azona. Universidad de Zaragoza. RDCA-2011-XVII

⁽²⁾Resolución ARP/880/2021, de 26 de marzo, por el que se hace público el modelo homologado de contrato de integración.