Un porcentaje inédito de omega-3

Un estudio elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Córdoba ha desarrollado una nueva estrategia para obtener de forma natural leche rica en ácidos grasos omega-3, nutrientes asociados con la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares. La técnica se basa en conseguir que los ácidos grasos omega-3 lleguen intactos al intestino delgado, evitando su paso por la cavidad principal del estómago de los rumiantes, el rumen.

“Los ácidos grasos omega-3, ligados tradicionalmente al consumo de pescado azul, disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en la edad adulta y además favorecen el desarrollo del sistema nervioso, cerebro y retina durante el período embrionario y posteriormente durante la niñez y adolescencia”, explica Miguel Ángel de la Fuente a Interempresas, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación del CSIC, acerca de los beneficios que el omega-3 aporta a nuestra salud. Y es que, gracias a un estudio elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Córdoba, se ha desarrollado una estrategia para obtener de forma natural leche rica en ácidos grasos omega-3.

Las cabras son adiestradas para que no pierdan el reflejo de la gotera.

La técnica se basa en conseguir que estos ácidos lleguen intactos al intestino delgado de las cabras, evitando su paso por el rumen, donde son modificados enzimáticamente haciéndoles perder su valor biológico. Hasta el momento, la mayoría de los intentos para enriquecer la leche en omega-3 de forma natural, pasaban por un aumento de este tipo de ácidos en la dieta del ganado, pero de esta forma la cantidad transferida a la grasa láctea era muy reducida. La estrategia que se desarrolló durante la investigación se basó en la utilización, para la producción de leche, de hembras rumiantes adiestradas durante su lactancia para mantener el reflejo de la gotera esofágica durante su edad adulta. El reflejo de la gotera es un mecanismo natural que poseen los rumiantes durante sus primeras semanas de vida, que permite que la leche ingerida no pase por el rumen. Este mecanismo desaparece cuando los animales son destetados, pero durante el estudio, los investigadores hicieron uso de estímulos sensoriales y visuales, ofreciendo diariamente un biberón con una pequeña cantidad de lactorremplazante, para mantener intacto este mecanismo.

Según comenta el investigador Miguel de la Fuente a Interempresas, la técnica sería aplicable a cualquier otro rumiante, tanto ovino como vacuno, y afirma que, aunque es un sistema potencialmente viable, “hasta el momento, no hay ninguna empresa ganadera interesada”.

El resultado es un producto lácteo con un contenido 10 veces más alto en ácido graso omega-3.

Según el estudio, la leche obtenida a través de este método presenta un contenido en ácidos grasos omega-3 del 13%, 10 veces más alto que cuando el alimento transita por el rumen, lo que lo convierte en un porcentaje de omega-3 inédito hasta el momento en lácteos. Además, esta técnica reduce sustancial y simultáneamente el contenido de ácidos grasos trans y el porcentaje de ácidos grasos saturados, ambos considerados poco saludables.

De acuerdo con la legislación vigente en la Unión Europea, esta leche posee el doble del contenido necesario para ser denominada rica en ácidos grasos omega-3, y podría calificarse como leche con alto contenido en ácidos grasos omega-3.