El Departamento de Agricultura de la Generalitat de Catalunya presenta las medidas contra el fuego bacteriano 2015
El director general de Agricultura i Ramaderia del Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca, Alimentació i Media Natural (DAAM), Miquel Molins, presidió el pasado viernes 10 de abril, en Lleida, la presentación de la campaña de prevención y lucha contra el fuego bacteriano 2015 en la zona frutícola de Lleida a los técnicos del sector de la fruta y de las Agrupacions de Defensa Vegetal (ADV) de la demarcación. La primera medida que se anunció fue la creación de la Oficina del fuego bacteriano.
Esta plaga, muy peligrosa para los frutos de semilla, se ha propagado estos úñtimos años por la mayor parte de los Estados miembros de la UE, incluida la vecina Francia, y por diversas comunidades autónomas: Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra, País Vasco, La Rioja, Comunidad Valenciana y Aragón. Estas regiones o parte de ellas tuvieron que dejar de ser zona protegida ya que no fueron capaces de erradicar los focos del fuego bacteriano.
Cataluña sufrió el foco de fuego bacteriano entre 1998 y 199 en Corbins y Torre-Serona, en 2003 en la Cerdanya y en 2007 en Girona. Todos estos focos fueron totalmente erradicados. Entre 2013 y 2014, han aparecido diversos focos en la zona frutícola de Lleida, que han provocado que 5 comarcas pierdan el estatus de zona protegida: Segirà, Noguera, Pla d’Urgell y Garrigues. El resto del territorio catalán se mantiene como Zona Protegida.
A pesar de que las 5 comarcas nombradas han dejado de ser Zona Protegida, Lleida continua apostando por mantener bajo control esta peligrosa enfermedad mediante una convivencia activa. Por ello, el DAAM apuesta por mantener la vigilancia intensiva de posibles focos que puedan aparecer, teniendo en cuenta la importancia de los frutos de semilla en Cataluña. Para evitar la introducción y propagación de la enfermedad, es importante la detección de los focos precoces y el arranque y quema inmediata de las plantas afectadas.
Las medidas tomadas por el DAAM pasan por reforzar las labores de información, divulgación y prospección de las plantaciones sensibles para detectar focos desde el inicio, llevar a cabo actuaciones de prevención y lucha y controlar las empresas proveedoras de material vegetal susceptible al fuego bacteriano.