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OLIVAR 68 frente a 2,59 gramos en el secano. El RDC1 presenta un valor de 3,59 g, mientras que en el RDC2 es de 3,06 gramos, existiendo diferencias significativas entre ellos. Teniendo en cuenta, que el número de frutos por árbol es similar, esta diferencia en el peso del fruto explica claramente las diferencias en la producción final de aceituna de los tratamientos. El retraso en las lluvias junto con un aporte insuficiente de agua de riego fueron los responsables de un menor tamaño final de los frutos en los tratamientos en situación de estrés hídrico. Además la lipogénesis también se ha visto afectada, ya que el rendimiento graso de los tratamientos deficitarios y, en mayor medida el secano, es más bajo. Si se considera el rendimiento sobre materia seca (tabla 4) hay 11 puntos de diferencia entre el secano y control (ETcmax), existiendo diferencias significativas entre todos los tratamientos. Estas se mantienen cuando el rendimiento graso se expresa como porcentaje de aceite sobre el peso fresco del fruto (cuatro puntos de diferencia entre riego máximo y secano), y coinciden con la evolución del contenido de aceite por fruto (gráfica no presentada). CONCLUSIONES Atendiendo a los resultados obtenidos en el presente ensayo, junto con la experiencia acumulada en trabajos previos podemos extraer las siguientes conclusiones: • El estrés hídrico influye negativamente sobre los procesos de formación de aceite. Ello queda claro en la bibliografía consultada y lo corrobora que los rendimientos grasos obtenidos en los tratamientos deficitarios y por supuesto el secano, son inferiores a los del testigo bien regado. El retraso de las lluvias otoñales tiene una influencia directa en la formación de aceite, obteniendo rendimientos grasos más bajos, especialmente en condiciones de secano, si el estrés hídrico se prolonga con el retraso de las mencionadas lluvias otoñales. • El crecimiento del fruto se ve afectado claramente por el estrés hídrico, demanera que cuando éste es severo y se mantiene en el tiempo, el crecimiento del fruto llega incluso a detenerse. • En líneas generales, un aumento de la dosis de riego se traduce en un incremento de la producción, ya que con el riego se evitan situaciones de estrés hídrico prolongado. Es muy importante aportar agua de riego suficiente para garantizar la formación de aceite en el otoño. • Las lluvias de otoño son imprescindibles para una buena formación de aceite cuando los olivos se encuentran en secano. Pero también son muy importantes para el regadío de olivar, puesto que en la mayoría de los casos el riego no es suficiente para cubrir las necesidades del cultivo. Si estas lluvias de otoño se retrasan demasiado, la formación de aceite y el contenido final del mismo pueden verse afectados negativamente. • El IFAPA ha desarrollado una herramienta informática para el cálculo de las necesidades de riego de olivares de diversas tipologías. Así mismo calcula los programas de riego más eficaces para una plantación, tanto si esta es para aceituna de mesa o para la producción de aceite, en función del agua disponible. Dicho programa pueden utilizarlo de forma gratuita en la web www.servifapa. es, en el apartado olivar y aceite. Esta plataforma se está mejorando y esperamos que pronto tenga una mayor operatividad para todo tipo de plantaciones, incluidas las plantaciones en seto. n Tabla 4. Peso medio del fruto, número de frutos por árbol, producción de aceituna y aceite y rendimientos grasos expresados sobre fruto (RGH) y sobre materia seca (RGS) de los diferentes tratamientos. Año 2016. Las letras corresponden a diferencias significativas en el test mínima diferencia significativa con alfa igual a 0,05. TRATAMIENTO RIEGO (m3/ha) PESO FRUTO (g) NÚM FRUTOS POR ÁRBOL PRODUCCIÓN (kg/ol) ACEITE (kg/ol) RGH (%) RGS (%) ETcmax 5140 4,22 a 16105 a 65,4 a 9,13 a 14,0 a 40,2 a RDC1 1660 3,59 b 15938 a 54,2 b 7,14 b 13,2 b 38,0 b RDC2 1080 3,06 c 15656 a 46,5 bc 5,79 c 12,5 c 36,4 c Secano 0 2,59 d 17010 a 42,5 c 4,30 d 10,0 d 29,5 d

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