IA27 - Tecnología y equipos para Almazaras

TECNOLOGÍA Figura 3. La aceituna puede desarrollar una pigmentación externa como mecanismo de protección contra la radiación solar pareciendo estar en un estadio más maduro que el que realmente está su mesocarpo. 16 un mayor conceso en que existirá un desplazamiento o intensificación de sus ataques en zonas 'más templadas' ante el incremento de las temperaturas medias en los meses estivales. Ello podría llevar a un retraso del último vuelo de la mosca, y a que algunos olivareros se vean tentados a hacer un último tratamiento en fechas cercanas a la recolección del fruto. 5. Respecto a cómo se afectará la producción de aceituna podría no existir un gran consenso. Algunos investigadores apuntan a, en un futuro muy cercano, un aumento de la producción que se iría reduciendo con el incremento de gases de efecto invernadero y agravamiento de sus consecuencias. Sin embargo, otros investigadores apuntan a que el olivo respondería con el cambio climático hacia un mayor crecimiento vegetativo. A ello hay que sumar los efectos como una reducción de la floración, incremento de los abortos florales, menor tamaño de los frutos, menor tasa fotosintética con temperaturas medias superiores a 28 °C, etc. 6. Acorde al apartado anterior, se asume que un mayor contenido de CO2 en la atmosfera afectará de una forma directa y lineal a la tasa de fotosíntesis. La respuesta fisiológica del olivo no debe suponerse tan lineal, pues una mayor concentración del sustrato para la enzima RUBISCO no implica que este CO2 esté disponible en igual cantidad en los estomas, es más, dentro del estoma el contenido en CO2 en los meses de primavera y verano suele tener una ratio de 0,6 aproximadamente. Esto, unido al hecho que, con elevada radiación y sufriendo estrés hídrico, la hoja del olivo se orienta, literalmente, 'de perfil', cambia su alineación al sol para reducir la irradiación, se curva para proteger la pérdida de humedad por sus estomas cerrados, el fotosistema II se desacopla del fotosistema I para impedir una sobrexcitación, parando la cascada de electrones que otorga ATP y poder reductor para que, el CO2 capturado por la planta, genere por el Ciclo de Calvin la molécula de glucosa que en la aceituna generará los ácidos grasos del aceite (Angelupoulos et al., 1996). Estos cambios son pronósticos que podrán ser más o menos marcados en diferentes zonas, pues si ya dentro de una misma provincia, como Badajoz, Cáceres y Ciudad Real que son las más extensas de España, encontramos mucha variabilidad edafoclimática, se hace muy complicado concretar y ajustar qué condición podrá afectarse más en un futuro cercano. Por ejemplo, de acuerdo a Ignacio Lorite, la provincia de Sevilla sufrirá una bajada de producción más por falta de horas de frío que la provincia de Granada, mientras que, para esta última, será el estrés hídrico el factor que más determine su productividad en este futuro cercano. Y aún dentro de estas provincias, los nuevos olivares en las vegas bajas del Guadalquivir tendrán más marcada la falta de frío frente a la comarca de Estepa que podrá sufrir más por el estrés hídrico. A esto debemos sumar el factor de las variedades principales cultivadas en cada zona, pues la plasticidad y capacidad de adaptación serán cruciales para mantener la competitividad del cultivo del olivo en dicha zona. Y si no, ser valiente en analizar si otro cultivo sería más rentable ante las futuras condiciones de cultivo. INFLUENCIA SOBRE LA RECOLECCIÓN Tras analizar cómo podría afectar el cambio climático al desarrollo del olivo, la floración, cuajado y actividad fotosintética, a nivel productivo interesa conocer cómo afectará a las características de los frutos al ser procesados. Se estima que en el futuro cercano nos podamos encontrar con tres principales retos: la maduración de los frutos, la temperatura del fruto en su recepción en la almazara y la acumulación de aceite en el fruto. Sobre la Maduración La maduración de la aceituna se va a ver influenciada desde la floración, pues el número de flores, el cómo afecten las olas de calor de final de primavera a la cantidad de frutos y los posibles impulsos florales, llevarán a tener una mayor heterogeneidad en cada árbol. A ello hay que añadir que se espera que los frutos sean de un menor tamaño, pues con temperaturas medias en los meses de desarrollo de los frutos por encima de 25 °C en más de un mes se han observado frutos más pequeños y de menos peso. Para minimizar este efecto, será clave el riego controlado en aquellas zonas donde dispongan de agua para regar. Por otro lado, una diferencia en carga entre ramas y olivos, menores tamaños de frutos y la pigmentación de fruto como mecanismos de protección contra la radicación solar (Figura 3), puede dificultar la toma de decisión de cuando recolectar la aceituna.

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