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TRIBUNA DE OPINIÓN 31 namentales como la FEMA en EE UU y los gigantes farmacéuticos como Pfizer deben abordar los problemas de la cadena de suministro que se han puesto de manifiesto por la interrupción mundial de los últimos dos años; problemas que han animado a los países (especialmente a los países occidentales más ricos) y a los consumidores a hacer pedidos excesivos y a acumular existencias. Ha quedado claro que la pandemia no terminará hasta que la mayoría del mundo - no sólo la mayoría de la población de un solo país - esté adecuadamente protegida. En consecuencia, las organizaciones privadas, las ONG y los gobiernos están empezando a reconocer la creciente responsabilidad corporativa y la necesidad de una distribución más amplia y justa de los equipos esenciales (como las pruebas de antígenos y los equipos de protección personal), los medicamentos y las vacunas. Para que esto tenga un impacto realmente significativo, los procesos existentes de la cadena de suministro deben ser más eficientes y transparentes. Si se eliminaran los trámites burocráticos y el despilfarro en los procesos de fabricación y distribución, sería posible liberar grandes cantidades de vacunas, pruebas y equipos de protección que se necesitan en los países en desarrollo y así responder a los llamamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por una mayor equidad sanitaria. GESTIÓN A TRAVÉS DE LOS DATOS La digitalización está transformando el modo en que las empresas farmacéuticas pueden controlar la cadena de suministro de principio a fin, y la recopilación de datos es fundamental para ese proceso. Las empresas deben recoger la información de los productos desde la Directiva de Medicamentos Falsificados de la UE, que obliga a que cada producto tenga un código de matriz de datos GS1. Junto con la rápida adopción del Internet de las Cosas (IoT), el almacenamiento de datos en la nube y el uso de análisis avanzados (incluida la IA), los datos pueden proporcionar a las organizaciones una visibilidad total de principio a fin en sus cadenas de suministro y la capacidad de realizar cambios rápidos en aquellos puntos que lo necesiten. La gestión de inventario puede ser mucho más sencilla e inteligente gracias al acceso en tiempo real a la información sobre las fechas de producción y caducidad, así como las necesidades de almacenamiento. Cualquier fallo en la cadena de suministro - desde problemas en el almacén hasta retrasos por atascos - puede gestionarse en tiempo real. Las empresas pueden gestionar, cumplir los plazos de demanda y reasignar los productos entre diferentes ubicaciones (centros de fabricación, centros de distribución, almacenes e incluso dentro de las farmacias) bajo demanda, utilizando la visibilidad de las existencias en tiempo real. Así, las existencias se pueden reasignar en base a las fechas de caducidad, garantizando que los productos con una vida útil corta lleguen al lugar necesario y sean utilizados por los pacientes con mayor demanda. Todo el proceso es dinámico, inteligente y está diseñado para maximizar la disponibilidad sin necesidad de acumular innecesarias “existencias de seguridad”. LA VISIBILIDAD DE PRINCIPIO A FIN ES LA CLAVE Gracias a la capacidad de rastrear los productos a lo largo de toda la cadena de suministro las empresas farmacéuticas pueden introducir mejoras clave en la eficiencia. Uno de los mayores retos para las farmacéuticas ha sido la falta de conocimiento del comportamiento del usuario final. La información sobre las recetas de los pacientes no está disponible por razones de privacidad, lo que dificulta la previsión de la demanda, algo que a menudo conduce a un exceso de existencias. Sin embargo, el aumento de datos sobre la salud de la población, junto con potentes herramientas de análisis de datos, permite a las organizaciones conocer mucho mejor y más rápidamente los cambios en la demanda. Estos datos sobre la salud de la población pueden servir de base para las estrategias nacionales de “reservas de seguridad” de medicamentos vitales como las vacunas y ayudar a los países a minimizar el exceso de pedidos. En esencia, esto significa menos exceso de vacunas en los países occidentales más ricos y más dosis disponibles en las naciones menos desarrolladas económicamente, donde más se necesitan. Seamos claros, crear más visibilidad, eficiencia y responsabilidad dentro de las cadenas de suministro no va a arreglar milagrosamente la equidad de las vacunas. Sin embargo, entender la cadena de suministro a un nivel más granular e identificar si los problemas son temporales o pueden tener un impacto a largo plazo permitirá una asignación más precisa de las vacunas a través de las redes de distribución. Esto constituye una pieza importante del rompecabezas para las naciones más ricas que quieren cumplir con sus cuotas de vacunación en partes del mundo donde los programas de despliegue y la aplicación de vacunas han sido limitados, a pesar de ser desesperadamente necesarios. n

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