Figura 1. Ejemplo de superficie texturizada para reducir la fricción. y mayor duración, el desarrollo de materiales de baja fricción y recubrimientos duros o la generación de superficies funcionales mediante micro-topografías o texturas superficiales. El texturizado de superficies se ha mostrado ya como una herramienta útil para la reducción de la fricción. Diferentes superficies propensas a promover la micro- lubricación están siendo diseñadas e incorporadas en la especificación de componentes. Uno de los prin- cipales retos, en este sentido, consiste en desarrollar métodos de fabricación capaces de producir estas texturas de una manera repetitiva y económicamente viable. Entre los diferentes procesos existentes, el rectificado mediante el empleo de muelas con deter- minados patrones es una tecnología poco explorada por su complejidad pero con un elevado potencial para la consecución de diferentes texturas sobre cual- quier tipo de superficie y material de una manera simple, productiva y de bajo coste. Aplicación del floreteado: un método manual El rectificado aporta mejoras como la automatización del proceso, la ergonomía del trabajador, menores costes y superficies más uniformes. Entre los métodos de fabricación destinados a la mejora del acabado superficial y la precisión de medida, se encuentran los métodos como el floreteado y rasqueteado. Si bien el objetivo principal del rasqueteado es asegu- rar el buen contacto entre dos superficies, mediante el floreteado lo que se pretende es conseguir unas depresiones sobre la superficie de deslizamiento para que el lubricante se deposite y permita dismi- nuir el rozamiento durante el movimiento relativo. Se utiliza sobre todo cuando es necesario adaptar dos piezas cuyas superficies deben deslizarse o girar una sobre otra e interesa que su deslizamiento sea perfecto. Algunos ejemplos donde se utiliza ésta clase de acabado son cojinetes, bancadas de máquinas, instrumentos de medida, bases de niveles, reglas y mármoles de verificación. Es un método de acabado superficial que se realiza por extracción de virutas finas y ha de llevarse a cabo sobre superficies que hayan sido mecanizadas previamente. El proceso de floreteado supone varios días de mano de obra de operario, un trabajo donde la ergono- mía y salud del operario se ven afectadas de forma considerable. Si bien existen rasquetas eléctricas que producen el movimiento de vaivén de manera automática para comodidad del usuario, el proceso Figura 2. Proceso manual de floreteado. Fuente: Dixi Machines. I+D 47