¿Qué buscan 33 empresas diferentes en un clúster dedicado a avanzar en el campo de los materiales? Sinergias, sin duda. Y oportunidades. E ideas... Sin ser un lobby ni el defensor del sector, el punto diferenciador de MAV es que todos los que pertenecen al clúster comparten este objetivo: “Aglutinar actores en toda la cadena de valor. Esta es la diferencia respecto otras asociaciones industriales con un mismo foco de interés. En el clúster MAV nos encontramos clientes, proveedores, centros tecnológicos e incluso algunos que, a priori, no tienen que ver pero que en realidad sí pueden estar relacionados”. Y añaden: “Y precisamente encontrar en qué podemos colaborar y qué podemos aportar unos a otros es lo que da valor a este clúster. La diversidad nos da la fortaleza”. Y más teniendo en cuenta que la mayoría de los que forman parte del clúster MAV son empresas B2B, empresas cuyos clien- tes son otras empresas, que no llegan al consumidor final, con lo que en general cuesta sacar nuevos productos al mercado. Ello hace todavía más importante la heterogeneidad de este clúster. “Un clúster transversal en toda regla”. Y voluntario.... “En él las empresas asociadas buscan mejorar la competitividad pero es una apuesta totalmente opcional, hay que entender que supone horas de inversión en reuniones, encuentros... que no sería posible si no hubiera sintonía entre las personas que lo conforman. En este clúster lo más importante son las personas y la relación que se establece entre ellas y la implicación personal de cada uno. Supone un plus que no sólo es representar a tu compañía. Esto va de confianza”. En este sentido, los representantes del clúster destacan el papel de ‘impulsores’ de la gente de Acció. Por ello, el papel de los centros tecnológicos puede ser una buena ayuda si orientan su trabajo al mercado. “El objetivo hoy de los centros varía según sus propias estrategias pero por lo general sí se enfocan al producto, están centrados en el mer- cado” aunque se lamentan de que “las universidades todavía no participan cuando precisamente es en la Universidad donde está la base del conocimiento”. Igualmente echan en falta “clientes potentes de materiales. En Alemania por ejemplo las grandes marcas apoyan el trabajo de los clústeres de materiales y participan. Algo que aquí no tenemos aún en nuestro clúster, probablemente porque somos el clúster más joven, con menos de 2 años de vida”. Por ello en las jornadas de trabajo que realizan regularmente invitan a par- ticipar a clientes de referencia para que aporten su visión sobre las necesidades del mercado en cuanto a materiales, aunque admiten que “el objetivo sería que estas empresas entraran a formar parte del clúster”. Un proceso a fuego lento Hoy, en el ámbito culinario está ganando terreno la cocina a baja temperatura, una técnica que consiste en cocinar los alimentos a baja intensidad durante períodos lo más largos posibles y obtener, como resultado, sabores más contrastados y texturas más suaves en comparación con los métodos tradicionales. La introducción de la I+D en el ámbito de los materiales parece seguir la misma filosofía. “Cuesta incorporar la innovación en el día a día pero es una necesidad y, poco a poco, cada empresa la introduce en todos los aspectos posibles”. En la misma línea, si bien admiten que cuesta introducir nuevos materiales —e incluso hay empresas que no están motivadas para trabajar con materiales avanzados— afirman que la mayor parte de las empresas que quieren avanzar en el mercado global al que se enfrentan, deben apostar por ellos y aprovecharse de las ventajas que aportan. Y el beneficio: la facturación total de las empresas que trabajan en el sector de los materiales avanzados es de 11.000 M€. “Existe un importante volumen de negocio potencial relacionado con el desarrollo de materiales avanzados, especialmente aquellos dedicados a sectores como automoción, aeronáutica, packaging, textil, construcción o bienes de equipo”. En este sentido, es importante señalar el trabajo que realizan desde MAV para identificar nuevas oportunidades, como el estudio de mercado para identificar actores dentro del sector de las nuevas tecnologías, o las reuniones con posibles interlo- cutores —como el clúster del sector médico—. Entre los proyectos llevados a cabo hasta el momento se encuen- tra el desarrollo de materiales ligeros para automoción, nuevas soluciones eficientes para el sector de la construcción, para el packaging, o nuevos materiales para implantes y productos biomédicos. Materiales futuribles.... En el clúster MAV trabajan en el desarrollo de materiales avan- zados —aquél que aporta propiedades mejoradas o superiores Cabe decir que el clúster MAV no es el primer clúster transversal puesto en marcha en Cataluña. Otro ejemplo sería el de fotó- nica: “La Generalitat busca, con este tipo de clústeres, que las empresas trabajen en entornos que no les sean los habituales. Es entonces cuando puedes obtener resultados diferentes”. Y es que tal como señalan los tres, “todas las empresas necesitan buscar nuevos mercados y clientes y el material es la base para avanzar en nuevos productos. Y no nos engañemos, las empre- sas buscan aumentar su competitividad y las que participan del clúster, también”. Materiales No es sólo sumar “Yo siempre les explico a mis alumnos —explica José Antonio Calero— que la generación de cualquier interficie supone un aumento de la energía del siste- ma y por lo tanto es un proceso de solidificación. La formación de un núcleo sólido estable necesita una diferencia de energía mayor que la que la indican los valores termodinámicos. Por tanto, la formación de este conjunto estable de empresas requiere un trabajo mayor que meramente hacer ver a las empresas que juntas somos más fuertes y podemos abordar retos más grandes”. 7