El crecimiento del consumo de composite, en la industria aeroespacial, se ha concretado en que las 1.000 toneladas del año 1984, en la que se inició su aplicación para estruc- turas primarias en aviones comerciales, subieran a 7.250 toneladas en el año 2010. Las previsiones actuales con la fabricación del A350, B787 y los nuevos modelos de otros fabricantes estiman una demanda de 18.100 toneladas para / MEDICIÓN el año 2019. Naturalmente, hay que considerar que, unido a la tendencia a incrementar el volumen de composite en las diferentes aeronaves, se prevé un crecimiento de su volu- men de fabricación anual. Ante este panorama de uso creciente del composite, considerando que todos los compo- nentes estructurales fabricados en este material deben ser examinados mediante ultrasonidos, y que el coste de esta operación supone, en algunos casos, hasta el 30% del total de su fabricación, comprenderemos la importancia y el significado de la evolución tecnológica que este proceso de inspección está experimentando. Los sistemas LUS, además de automatizar la inspección y garantizar la disponibilidad de un registro de los datos obtenidos, elimina el agua requerido en técnicas convencionales La inspección mediante Ensayos No Destructivos (END), y especialmente con ultrasonidos (UT) es una necesidad inelu- dible en dos situaciones de la vida del componente estructu- ral: al finalizar su fabricación, para garantizar su integridad y calidad, y durante su vida en servicio, para detectar daños incipientes derivados del uso de la estructura. Ejemplo de adquisiciones realizadas mediante ultrasonidos generados por láser y el software de procesamiento desarrollado por Tecnatom. Sistema twin robots basado en dos robots, que trabajan de forma colaborativa, montados sobre carril lineal. / 59