Salud Vino tinto y diabetes tipo 2 Iris Shai, investigadora del Departamento de Salud Pública de la Universidad Ben Gurion, de Israel, explicó en Alimentaria la relación entre el vino y la salud, sobre todo en pacientes con diabetes tipo 2. Hasta una copa de vino las mujeres y dos copas los hombres tendría un efecto positivo en la salud de las personas, según revela un estudio coordinado por ella. Shai fue la encargada de abrir la ronda de conferencias que se desarrollaron en el XI Congreso Internacional de la Dieta Mediterránea, en el marco de la feria Alimentaria, celebrada del 25 al 28 de abril en Barcelona. Irene Castillo El vino tinto en cantidades moderadas podría ayudar a controlar la diabetes tipo 2, regular el nivel de colesterol y, tanto el tinto como el blanco, ayudarían a controlar el azúcar en sangre en las personas que metabolizan el alcohol con lentitud, según una nueva investigación liderada por Iris Shai. La investigadora centró su ponencia en la feria Alimentaria en explicar el estudio que realizó junto a su equipo, en el que esco- gieron a 224 personas con diabetes tipo 2 de entre 40 y 75 años de edad que no bebían vino. Los seleccionados fueron divididos en tres grupos: el primero tomó una copa de vino tinto (150 mililitros, que contienen 13 gramos de alcohol); el segundo, una copa de vino blanco; y el tercero, agua mineral. También, bajo la dirección de los dietistas, siguieron una dieta mediterránea 32 sin restricciones en las calorías. Así, los investigadores midieron los niveles de colesterol y azúcar en sangre, y otros indicadores de la salud cardíaca y el control de la diabetes. Medidas que fueron tomadas al inicio del estudio, a los seis meses y al final del mismo. El trabajo, que fue publicado en la revista inglesa ‘Annals of Internal Medicine’, determinó que las personas que habían con- sumido vino tinto habían aumentado “significativamente” sus niveles de colesterol bueno, un 10% más en comparación a los otros grupos, y a la vez, tuvieron una proporción de colesterol más beneficiosa en relación al grupo que ingirió agua mineral. Tanto para los que habían tomado vino tinto como blanco, el estudio mostró una mejora de la calidad del sueño sin efectos