VN28 - Técnicas, equipos y productos para la enología y la viticultura

VITICULTURA 81 podido comprobar en diversos trabajos (Ojeda et al 2021). Por este motivo, conviene tener cuenta los siguientes aspectos. • La herramienta de poda debe estar bien afilada para realizar cortes lisos y limpios. • Las tijeras deben ser desinfectadas frecuentemente para reducir el riesgo de propagación de enfermedades, sobre todo inmediatamente tras intervenir en cepas infectadas. En este sentido, es muy recomendable realizar antes la poda de las cepas que hayan sido previamente etiquetadas como sintomáticas de infección que la poda de las cepas sanas, para evitar mezclar cepas enfermas con sanas sin desinfección intermedia de las tijeras. • La protección de las heridas de poda es una técnica que resulta eficaz para la defensa frente a la invasión por hongos de la madera. La aplicación de una pasta o sustancia aislante, que debe hacerse a continuación de la poda (en el mismo día), es el método más común para llevar a cabo dicha protección. La pasta puede consistir básicamente en una sustancia que ejerza una barrera física protectora o puede incluir algún fungicida, con la finalidad de aumentar la eficacia de la protección contra la infección (Foto 19). La restricción y la escasez de eficacia de productos químicos para el control de las enfermedades en viñedo han llevado a la investigación y el desarrollo de productos comerciales que incluyen microorganismos antagonistas de los hongos de madera, designados básicamente como agentes de control biológico (ACB), entre los que destaca Trichoderma. El grado de éxito en el uso de estos productos ha sido variable, dependiendo, sobre todo, de las condiciones ambientales, mayormente la temperatura, existentes en el momento de la aplicación. En todo caso, éste parece que será el camino más viable para la protección frente a los hongos de la madera. Es muy recomendable la aplicación de aislante en cortes de madera de más de un año, es decir, la madera que ya no corresponde a sarmientos del año, dado que la abundancia de hongos en dicho tipo de madera es mucho mayor que en los sarmientos. Especialmente relevante es la aplicación en los cortes de poda para la renovación necesaria de pulgares, brazos y tronco (en la transformación del sistema de conducción). La mayoría de los viticultores se plantea la aplicación de aislante en los cortes de poda una vez que ha observado síntomas de enfermedades de la madera en su viñedo, que suele ocurrir cuando éste ya tiene bastantes años. Sin embargo, algunos trabajos han mostrado que la aplicación de medidas de protección de las heridas de poda en fase temprana de implantación del viñedo, es decir, desde que el viñedo es joven, resulta muy eficaz y rentable. La gestión del inóculo debe encaminarse a la eliminación de todas las fuentes posibles de hongos de la madera, tanto de los restos de poda de cepas posiblemente infectadas como de las partes infectadas de la cepa (brazos, tronco) o de la propia cepa infectada o muerta (tras su arranque). La forma más directa de eliminar los restos de poda ha sido tradicionalmente la quema inmediata, aunque esta práctica está actualmente en entredicho por su posible impacto medioambiental negativo. Existen otras alternativas de eliminación de restos de poda o madera vieja, como la transformación en compost para su posterior aplicación al suelo como enmienda orgánica, siempre que la temperatura del compostaje sea suficientemente alta para eliminar el riesgo de trasladar el inóculo de hongos de EMV al suelo. 8. ÉPOCA Y MOMENTO DE PODA El riesgo de infección por hongos de la madera depende de la dinámica temporal y espacial de su inóculo y de su capacidad de infección (Ojeda et al. 2021). La dispersión de esporas puede cambiar a lo largo del año, según el tipo de hongo, dependiendo de las condiciones ambientales, sobre todo en las épocas de poda de invierno. Evidentemente, la susceptibilidad de las heridas de poda a ser infectadas es elevada en el momento de la propia poda, disminuyendo a medida que la herida cicatriza y envejece, de manera que el periodo de susceptibilidad puede extenderse entre 4 y 6 semanas para la mayor parte de los hongos EMV. Las alternativas en cuanto a la época de poda, temprana, media o tardía, deben ser consideradas teniendo en cuenta el clima de la zona de cultivo, puesto que las épocas lluviosas favorecen la propagación de esporas. Se recomienda evitar la poda en días lluviosos, así como en los días anteriores y posteriores. También se recomienda evitar la poda en días de frío intenso, de helada, puesto que en dichas condiciones los cortes de poda sonmenos limpios y aumenta la susceptibilidad de infección por hongos EMV de las correspondientes heridas. Aunque hay trabajos (Elena y Luque 2016) que encontraron menor susceptibilidad de infección en una época de poda temprana, a principios de noviembre, que en una época tardía, Foto 19. Sellante para protección de heridas en cortes de madera vieja.

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