Poda en verde. VITICULTURA 72 Para poder aplicar este principio es fundamental saber orientar las yemas. Dependiendo del número de yemas dejadas y su dirección, se podrá dirigir el flujo de savia en los años siguientes. Para eso, deberemos observar lo siguiente: el sarmiento que va a devenir nuestro futuro pulgar, la yema franca situada en su base y si su dirección va a favor de flujo de savia. La yema que está bien orientada se le llama 'yema de continuidad' y ser- virá para tener un seguimiento de flujo linfático para ir formando la cepa consecutivamente año tras año. La técnica de la yema orientada es utilizada en diferentes partes de la península y del mundo, corro- borando así su éxito como técnica vitícola, como por ejemplo el 'guyot poussard' originario del sur de Francia, 'Ull mira tall’ de Mallorca o la ‘vara y pulgar’ del Marco de Jerez. 3. Efectuar cortes pequeños y respeto de corona Hacer cortes pequeños situados en el mismo lado y efectuados sobre madera de uno o dos años. La poda de precisión reduce enormemente el área de la herida expuesta, y consecuentemente el riesgo de enferme- dades de madera. Para realizar este pilar es imprescindible solo hacer cortes de madera de un año de edad y, excepcional- mente, de dos años con actuaciones determinadas. De esta manera, la necrosis causada por el corte es mínima y la cicatriz será proporcional al diámetro de la herida. Cuando se hacen cortes en la planta, ésta crea un cono de desecación como medida de protección contra los patógenos externos. Este mecanismo de cicatrización es llamado 'Codit' (Compartmentalization Of Decay In Trees).