Se están definiendo protocolos de aplicación de los recubrimientos para las diferentes zonas y para cada una de las bodegas que participan en el proyecto. NANOTECNOLOGÍA 56 en el cálculo de los indicadores de ahorro”. Asimismo, se descartaron zonas en las que “aunque el producto funcionó, no permitió modificar los protocolos de limpieza de la bodega y, por tanto, los ahorros conse- guidos fueron mínimos”, añade Abadías. Aplicación de recubrimiento nanotecnológicos en paredes y suelos El efecto del recubrimiento no permitió modificar las prácticas de limpieza habituales. Así, tras el estudio realizado durante el primer año, se descartó seguir con el análisis de ciertas zonas para centrar la atención en la segunda campaña en zonas y procesos en los que el recubrimiento se mostró más efectivo. Al no permitir modificar las prácticas de limpieza habi- tuales, no se identificaron ahorros de agua, energía y productos de limpieza. Se comprobó que aunque el recubrimiento no per- mitió ahorrar insumos, sí que consiguió reducir la cantidad de suciedad que queda en el suelo tras la limpieza, dando a las zonas una sensación visual de mayor limpieza, lo que puede ser interesante en las bodegas que realizan actividades de enoturismo. Además, si la limpieza se realiza poco después de pro- ducirse el derrame de vino, se maximiza el efecto del recubrimiento. Limpieza del interior de depósitos de hormigón tratados con recubrimientos nanotecnológicos Existe una gran variabilidad en los resultados que dificul- tan cuantificar exactamente los ahorros de agua y sosa que pueden producir los recubrimientos debido a: • La variación en la cantidad de tártaro generado en función del proceso enológico. • La variación en las capacidades de los depósitos. • La generación de tartárico depende de la variedad de uva, acidez, temperatura, tipo y estado del epoxi. Se comprobó una reducción importante en el consumo de agua de lavado en la mayoría de los casos. Esto implicó, también, una reducción tanto en el vertido de aguas residuales a colector, como en el tiempo nece- sario para realizar el lavado. Se observó una reducción en la cantidad de tartárico que queda incrustado en las paredes tras el lavado con agua a presión. De este modo, en la mayoría de los casos estudiados, el aho- rro es más importante cuanto más tártaro genera el proceso. Por otro lado, se redujo la cantidad de sosa necesaria para eliminar el tartárico que queda incrustado en las paredes, ya que con una misma bañera se pueden lim- piar más depósitos.