Aplicaciones en cosmética El complejo fenómeno conocido como envejecimiento de la piel se ve afectado por un gran número de factores genéticos, medioam- bientales, hormonales y metabólicos. En este sentido, destaca la formación de ROS generados por la radiación ultravioleta del sol. Wittenauer et al. (2015) comprobaron que extractos de orujo de uva mostraron una inhibición dosis-dependiente frente a colagena- sas y elastasas relacionadas con alteraciones de la piel producidas por radiación UV. Resultados similares obtuvieron Mohd Maidin et al., (2018) comparando dos metodologías de extracción en un estudio de inhibición de ambas enzimas. Por otro lado, se ha com- probado in vitro en cultivos celulares que extractos de orujo de uva encapsulados en liposomas de fosfolípidos no sólo eran citocompa- tibles sino que incluso promovían la proliferación de queratinocitos protegiéndolos del estrés oxidativo (Manca et al., 2016). Aplicación en producción energética Al igual que ocurre con otros subproductos ricos en fibras o lípi- dos, con el orujo también se ha llevado a cabo investigación en producción de combustible líquido o sólido. Rodríguez et al. (2010) propusieron, como alternativa eficaz al empleo de combustibles fósiles, la fermentación en estado sólido del orujo de uva para la obtención de bioetanol con un rendimiento de etanol en azúcar consumido del 82%. Por otro lado, Dinuccio et al. (2010) llevaron a cabo pruebas en digestores de vidrio de 2 L durante 40 días para evaluar el potencial de productividad de biogás partiendo de tallos y orujo de uva, llegando a cantidades de metano de 98 y 116 L/Kg de sólidos volátiles, lo que se estima en un potencial energético total cerca de un valor de 21,900 TJ/año. Además, otra posible aplicación de los subproductos generados en la industria vitivinícola puede ser su densificación para su posterior uso como un biocombustible sólido, en forma de ‘pellets’. Miranda et al. (2011) evaluaron el poder calorífico de pellets elaborados con orujo de uva al 100% o con mezclas en diferentes proporciones con leña de roble. Observaron que el poder calorífico del orujo solo era mayor que el de las mezclas, aunque también se asociaba a una mayor liberación de azufre y nitrógeno, por lo que optaron por la mezcla 50% de cada producto (Miranda et al. 2011). Aplicación en el sector agrícola Una forma eficaz de asegurar una agricultura sostenible es retor- nar estos subproductos al suelo como fertilizantes. Para ello es recomendable someterlos a un proceso de fermentación, ya que si se aplica directamente podría dañar los cultivos debido a la presen- cia de fenoles fitotóxicos. Es sabido a su vez, que estos productos son una buena estrategia para incrementar la biomasa de microor- ganismos y su actividad metabólica (Frac et al., 2012), así como para el aporte de carbono orgánico, nitrógeno, fósforo y potasio (Nkoa, 2014). Además, se ha comprobado ya que este tipo de pro- cesado del orujo de uva puede dar lugar a un compostaje de una calidad excepcional para la agricultura, con alto índice de germina- ción de semillas y ausencia de microbiota patógena para las plantas o el consumo humano (Salgado et al., 2019). Otra estrategia para el procesado de orujo de uva destinado a enmiendas o fertilizantes agrícolas es someterlo a tratamiento con lombrices para obtener vermicompostaje, con las propiedades añadidas de la transfor- mación de este material por parte de las lombrices y la posterior posible aplicación de las mismas como cebo de pesca o fuente de proteínas en alimentación ganadera (Dominguez et al., 2017). Conclusión La industria vitivinícola es responsable de un considerable impacto ambiental debido a las grandes cantidades de orujo de uva y de otros subproductos que inevitablemente se generan en el proceso de vinificación. En los últimos años, existe una creciente tendencia a tratar estos subproductos no como residuos sino como nuevas materias primas, buscando un aprovechamiento integral que per- mite su revalorización ahorrándose los costes de su tratamiento. Es por ello que han surgido varias líneas de investigación y desarrollo de productos relacionados con la alimentación, salud, cosmética, fertilizantes o destinados a la producción de energía que, de forma más o menos satisfactoria, han tratado de dar respuesta a esa necesidad de explotar su potencial económico. Sin embargo, es todavía necesario profundizar en todas estas áreas para asegurar el aprovechamiento integral de estos subproductos de la manera más eficiente posible. Agradecimientos Los autores agradecen la financiación recibida del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (proyectos RTC-2016-4556-1 y AGL2015-64522-C2-1-R) y del programa EIT Food (proyecto FOODIO EIT ID 19097).• 63 SOSTENIBILIDAD Para consultar los datos bibliográficos del artículo, visite: www.interempresas.net/A245686