PALABRA DE SUMILLER Para empezar, háblenos de su relación con España. Vine a Barcelona en 2008 para conocer una nueva cultura y vivir una experiencia diferente unos meses antes de empezar la univer- sidad. Pero resultó que Barcelona me gustó mucho, es una ciudad muy bonita y muy divertida, así que tras 6 meses vinieron 6 más... Y decidí quedarme. A nivel personal siempre he trabajado en el sector de la restauración, así que en Barcelona también me dediqué a ello porque eran los conocimientos que tenía y lo que sabía hacer. En Suecia, por aquel entonces, el sector del vino no era tan interesante como lo era aquí en España, donde tienes viñedos por todas partes. Aquí la cultura del vino es muy distinta, muy abierta, con muchas opciones... En el restaurante en el que trabajaba aprendí mucho, y uno de los distribuidores me animó a seguir creciendo a través de la formación, así que me inscribí en el Curso de Sommelier en la Escuela Superior de Hostelería de Barcelona (ESHOB). ¿Y cómo llegó a ABaC? En el último año de curso había la posibilidad de ser ayudante del sumiller en ABaC, que en aquel momento era Bernat Martínez. Apliqué para el puesto y me seleccionaron. ¡Y de eso hace ya 4 años! Para mí, fue un salto muy importante en mi carrera porqué el restaurante ya era conocido y contaba con 2 estrellas Michelin. ABaC tiene una bodega muy grande, trabajamos con vinos de todo el mundo... Al final, me convertí en la sumiller principal de la casa y estoy muy contenta. Aquí nunca se deja de aprender. Además, con Outlook Wine he seguido formándome para estar siempre en contacto con las últimas tendencias e ir cumpliendo metas. No es fácil estudiar y trabajar a la vez, pero vale la pena. Y por si fuera poco, ahora estoy estudiando para obtener el Diploma WSET en Austria... ¿Qué supone para usted ser la sumiller de un restaurante con 3 es- trellas Michelin? ABaC es como una familia, un equipo que lleva junto mucho tiempo. Para mi es un orgullo y un lujo por todo el aprendizaje que supone formar parte de la élite gastronómica. Es cierto que es un trabajo duro, pero lo paso muy bien y me gusta mucho. Obviamente hay un gran sentimiento de responsabilidad, pero a veces con el equipo nos olvidamos de donde estamos porqué algo tan extraordinario como trabajar en un 3 estrellas Michelin es nuestro día a día. Pero cuando nos paramos a pensar, es algo increíble. ¿Cómo se definiría como sumiller? Polivalente, apasionada, abierta, exigente, ordenada... Pero me gusta dejarme llevar. Creo que es importante encontrar el equilibrio entre hacer bien tu trabajo y disfrutarlo. ¿Cree que los sentidos se pueden educar? Sí, por supuesto. Se pueden entrenar y trabajar a nivel cata, por- que tenemos una memoria olfativa impresionante. Pero de todos modos, creo que hay una parte innata que poseen algunas personas que facilita las cosas. ¿Cómo es trabajar con Jordi Cruz? Cuando llegue a ABaC justo empezaba el “boom” de Jordi. Para mi es un compañero, forma parte del equipo. Es un gran cocinero y tiene un recorrido muy interesante por todo lo que ha logrado siendo tan joven. Es muy dinámico y muy moderno, siempre atento a lo último. Obviamente atrae una clientela muy diversa por salir en televisión, pero nos hace sentir muy a gusto a todos. El hecho de que sea tan conocido es beneficioso para todos porque genera mucha atención hacia el restaurante. 35 La bodega de ABaC cuenta con centenares de referencias.