EN PROFUNDIDAD y aunque el presidente es hombre, hay muchas mujeres acadé- micas... Si leo las estadísticas esto no es así, pero es una cuestión de tiempo y no estoy a favor de que haya que poner a mujeres en puestos directivos para cumplir el expediente, sino porque quieren estar y porque se lo merecen y valen para ello, igual que debería ser en el caso de los hombres”, sentencia. Pero, ¿cómo logramos que el número de mujeres aumente? “Hay que seguir trabajando y luchando contra situaciones injustas donde se vulneran los derechos de la mujer y no sólo en el sector del vino”. Por otra parte, “cada vez hay más mujeres liderando sus propios negocios. Al menos, te asegura cierta libertad e indepen- dencia de actuación”, dice Cristina. Meritxell incide en que ella no vive la relación entre mujeres como una lucha, “pero sé que esto todavía ocurre en ciertos países. Creo que todas sumamos, que deberíamos admirarnos más”, a lo que Ma J. Huertas se muestra completamente a favor: “Como todas las batallas, mejor en equipo y no solo mujeres, tenemos que ir todos de la mano defendiendo esta igualdad, las mujeres solas lo tenemos más difícil”. A favor está Ruth, que dice que “todas hemos entendido que esta- mos en el mismo barco y que queremos ser valoradas por lo que tenemos en la mente y por lo que somos capaces de crear con nues- tro trabajo, y no por ser un símbolo o imagen estereotipado”. A esto se suma con cierta indignación Ma José López de Heredia, quien cree que “es lamentable que nos demos cuenta ahora de nuestro papel en el mundo. Mujeres despiertas ha habido siempre, lo que ha despertado es la sociedad y eso no significa mucho porque quizás de tanto hablar nos aburramos. ‘Obras son amores que no buenas razones’ nos repetía nuestro padre hasta la saciedad... Hay que actuar más, con coherencia, y hablar menos”. En referencia a este despertar, Almudena cree que “todas las personas tienen cosas que aportar y ámbitos en los que son más especiales que otros seres humanos”, ya sean mujeres u hombres. “La clave es encontrar dónde tu aportación es máxima para sentirte reconfortado contigo mismo. En el caso concreto de las mujeres, el papel es esencial desde el minuto 0, ya que es un ser humano capaz de crear vida”. En esta línea, Meritxell cree que la conciliación familiar es imprescindible para lograr una equidad real: “En ocasiones he priorizado mi trabajo a mi familia para buscar cierto respeto profesional, pero ha llegado un momento en que pongo por delante a mis hijos y a mi tiempo con ellos. Creo que debería- mos empezar a educarnos y a equilibrar el tiempo personal con el profesional, tanto hombres como mujeres, para dar valor a lo que realmente lo tiene”. Ruth entiende que la mujer siempre ha dinamizado el mundo familiar y ahora lo está haciendo con el de la empresa: “Creo que nuestra irrupción ha aportado una nueva forma de ser y entender el sector, con una cultura organizativa nueva, menos piramidal y más respetuosa con las personas que forman los equipos, con una mirada más transversal y menos vertical de las bodegas. De todos modos, queda mucho camino por hacer y por consolidar. Eso sí, es un reto muy interesante e importante que debemos hacer entre todos”. 29