VITICULTURA Tratamiento Peso baya (g) No Racimos Peso racimo (g) Producción (t/ha) 2016 2017 2018 2016 2017 2018 2016 2017 2018 2016 2017 2018 T1 1.3 a 3.4 2.5 10.4 a 7.5a 8.0ab 205 a 363a 324a 5.6 a 7.3ab 7.1a T2 1.5 a 3.6 2.7 9.8 a 7.9a 8.8ab 244 a 405b 319a 6.4 a 8.8b 7.6a T3 1.4 a 3.4 2.6 10.5 a 7.8a 8.6ab 218 a 350a 360ab 5.8 a 6.9a 8.4a T4 3.2 b 3.4 3.1 12.8 b 12.5b 11.1d 559 bc 482c 428c 18.7 b 16.0c 13.0c T5 3.6 b 3.5 3.2 12.2 b 12.4b 9.3bc 593 c 493c 392bc 18.6 b 16.1c 10.3b T6 3.2 b 3.3 3.0 12.6 b 13.2b 10.4cd 536 b 477c 434c 18.0 b 17.1c 12.0bc 106 Tabla 1. Componentes de la producción durante 2016-2018 en un viñedo de Bobal. Letras diferentes dentro de la misma columna indican diferencias estadísticamente significativas (p>0.05). puede reducir un 17% de la evapotranspiración del cultivo (ETc). En 2017 y 2018, el estado hídrico del viñedo fue muy similar entre tratamientos durante la primavera debido a las cuantiosas precipi- taciones invernales, siendo durante el periodo de maduración de la uva cuando el riego y el acolchado redujeron el estrés hídrico del viñedo (Fig. 1). Los efectos del manejo del suelo, el riego y la fertilización provo- caron diferencias en los componentes de la producción entre los tratamientos aplicados (Tabla 1). El efecto del riego (T4, T5 y T6) duplicó la producción respecto del secano (T1, T2 y T3) en las dos primeras campañas, pero en 2018, cuando hubo daños por helada primaveral, el incremento fue sólo del 65%. Estos incrementos productivos se debieron tanto al incre- mento del peso de racimo como al del número de racimos por cepa. No obstante, el acolchado del suelo (T2 y T5), no tuvo muchos efectos sobre los componentes de la producción, (Fig. 4) salvo un incre- mento significativo del peso de racimo en condiciones de secano en 2017. Los aportes suplementarios de la fertilización inorgánica no produjeron respuesta alguna en los parámetros productivos (Fig. 5). No obstante, la aplicación de una fertilización mineral tendió a incre- mentar el peso de madera de poda (datos no mostrados). La composición de la uva respondió significativamente al aporte del riego y también a la aplicación de acolchado, sin respuesta a la aplicación suplementaria de fertilizante mineral (Tabla 2). Figura 2. Fotografía aérea de la disposición de los tratamientos en la parcela experimental. Tratamiento SST (oBrix) AT (g/L) pH Antocianos (mg/g) Polifenoles (mg/g) 2016 2017 2018 2016 2017 2018 2016 2017 2018 2016 2017 2018 2018 2018 2018 T1 22.6 b 22.7c 22.3b 7.2 b 6.0c 5.8 2.7 a 3.4bc 3.6ab 2.1 c 4.8cd 1.3c 5.2 d 1.1d 4.1b T2 22.1 b 21.5b 21.7b 6.9 b 5.6abc 5.8 2.7 a 3.5c 3.6ab 1.7 b 4.5b 1.1b 4.7 c 0.9c 3.9a T3 22.5 b 22.7c 21.9b 7.2 b 5.2a 6.0 2.7 a 3.5c 3.6ab 1.9 bc 4.9d 1.2b 4.9 cd 1.0d 4.2c T4 19.2 a 18.8a 19.4a 5.8 a 5.4ab 5.6 2.8 b 3.4ab 3.5a 0.6 a 4.7c 0.8a 3.6 ab 0.7b 4.7d T5 19.4 a 18.4a 19.7a 5.7 a 5.9bc 6.0 3.0 c 3.4b 3.7b 0.6 a 4.4a 0.8a 3.5 a 0.6a 4.9e T6 19.7 a 18.5a 20.2a 5.6 a 5.7abc 6.1 2.9 bc 3.3a 3.6ab 0.7 a 4.7bc 0.9b 3.8 b 0.7b 5.1f Tabla 2. Composición tecnológica y fenólica de la uva Bobal en 2016, 2017 y 2018. Letras diferentes dentro de la misma columna indican diferencias estadísticamente significativas (p>0.05).