PEQUEÑAS BODEGAS 50 ni cobre ni azufre, por lo que la viña crece libre sin deshojar ni despuntar. El abono es natural, procede de los restos de poda que se trituran e incorporan, o de la siega de la hierba que crece en el suelo y del compost de las cabras del vecino Ramón. El calendario lunar rige las labores en el campo y en la bodega. La familia tiene fe en las fuerzas de la luna asociadas con la tierra, el agua, la luz y el calor para activar los órganos de la planta: raíz, hoja, flor y fruto. La bodega ese ubica en la Sierra de Gredos y los montes de Toledo, al pie de la sierra de San Vicente, a una altitud de 492 metros en la comarca de Santa Olalla. El suelo “es arcilloso calcáreo y el clima es continental extremo, con más de tres mil horas de sol” y esca- sas lluvias (368 mm). En este sentido, la bodega trabaja con la figura del Mandala: “Es una representación geométrica de nuestro viñedo. Para ello par- timos de la latitud en la que nos encontramos (latitud 40) y esta figura la utilizamos en nuestras etiquetas para proteger el vino a través de la simbología y proporciones áureas. Para nosotros es una herramienta de trabajo más al igual que la música”. Este dia- grama complejo representa las vibraciones energéticas del lugar, un símbolo poderoso que utilizaban los antiguos para construir sus templos sagrados. Es aquí donde surgen las dudas. ¿No son sanos los vinos que no se elaboran con la agricultura biodinámica? López lo tiene claro: “Por supuesto que no. No son sanos los vinos que no te sientan bien, los vinos en los que interviene mucha química añadida, los vinos que vienen de un suelo muerto y de una planta medicada con moléculas de síntesis muy peligrosas que perturban la foto- síntesis y la génesis del sabor. A mí no me sientan bien y para mí no son sanos, pero esto es una decisión consciente y personal”. La importancia de la tierra Si hay un elemento importante en Uva de Vida es la tierra con la que se trabaja: “La tierra es todo. Si cuidamos de ella cuidamos de nosotros. Es en la viña donde se hace el vino, donde te la juegas, apuestas, podas, vendimias... Y decides”. Para Uva de Vida resulta de vital importancia la asociación de diferentes cultivos, la diver- sidad de flora y fauna autóctona que equilibra y reactiva la vida en el suelo, reforzando así la resistencia natural de las plantas. Esta vegetación natural espontánea desempeña un papel importante como bioindicador, en ella germinan todo tipo de flores, insectos y lombrices viajeras que acaban haciendo un ‘microarado’ minucioso y nada agresivo, a la vez que van apor- tando estructura al suelo, lo que ayuda a retener la humedad y protege a la tierra de la erosión y del sol. Se ayuda a la viña con los preparados biodinámicos, el preparado de María Thun e infusiones de plantas medicinales. No se aplica