Intercamión

PROTAGONISTA 20 duro y tan complicado como el nuestro tenga una remuneración relativamente baja, eso es una barbaridad. Eso solo se corrige con más dinero, y para eso hay que subir los costes del transporte, evidentemente. El combustible y los peajes son la la misma situación, podrán subir o bajar, tanto que la sociedad entienda que no hay más remedio que hacerlo. Pero, en nuestro caso, no somos nosotros los que tenemos que soportar esos incrementos, nosotros los tenemos que repercutir, quien los tiene que soportar es quien recibe el servicio, nosotros somos meros mensajeros. Por tanto, quien recibe el servicio, el servicio que supone que le llevemos una mercancía de un lugar a otro, es quien tiene que estar preocupado por el aumento de los combustibles, de los peajes, o de cualquier costo que suponga que tengan que pagar más por llevar esa mercancía. Desde Fenadismer, ¿qué hacen para mitigar o intentar soluciones dichos problemas? ¿Cuál es su papel en ese sentido? Lo que venimos haciendo es algo que desde hace muchas décadas ya teníamos en mente que se tenía que producir. Se trata del hecho de que hubiese una ley de cadena de transporte o de coste mínimo que, de alguna forma, salvaguardara la protección jurídica que se necesita para que esa situación de debilidad histórica que arrastramos como sector tenga un apoyo legal. Desde Fenadismer es una tarea que tenemos muy en mente, puesto que hace falta que seamos capaces de hacerle llegar a todos los transportistas, por pequeños que sean, que eso se tiene que aplicar, que no es posible que se siga trabajando por debajo de lo que a uno le cuesta, porque eso va en detrimento del vehículo, de la persona, del servicio, de la calidad de vida, etc. Eso es lo que intentamos desde nuestro papel de federación, trasladar a todos los transportistas que tienen que ser conscientes de cuál es el precio que tiene cada uno a la hora de prestar el servicio para, de alguna forma, entender que ese precio lo tienen que compensar con la remuneración a pedir a quien le presten ese servicio. Si pasamos a hablar de sostenibilidad, otro de los puntos clave actuales, ¿cómo ven el proceso de descarbonización en el que se encuentra el sector? Se está hablando mucho de sostenibilidad y este sector ha hecho un gran esfuerzo puesto que las catalogaciones Euro, ya vamos por Euro 7, han hecho posible que la contaminación o la modificación de lo que antes contaminaba un camión de mercancías por carretera se haya reducido de una forma extraordinaria. Para nosotros ha sido un esfuerzo importante, pero ahora hay mucha opinión sobre si el avance tiene que ser con una energía alternativa, si tiene que ser hidrógeno, eléctrico, híbrido... A nosotros no nos corresponde decidir qué es lo que tiene que ser, eso le corresponde a quien tiene la autoridad, la acción de gobernanza, y a los fabricantes, todos ellos son los que deben ponerse de acuerdo. Nosotros, desde la federación, lo único que recordamos permanentemente es que en nuestra sociedad, para vivir como vivimos, se necesita que los camiones transporten el 97% del volumen total de mercancías. Pero que si establecen un sistema, una nueva forma de emplear energías, con camiones diferentes, que no haga posible que se preste ese servicio, esta sociedad lo va a sufrir. Por tanto, corresponde que los que tienen la responsabilidad, fabricantes y gobernantes, se pongan de acuerdo y vayan acompasando lo que es posible con lo que es deseable. Para terminar, y dada la situación actual del sector, ¿qué futuro le augura? Tenemos que ser optimistas. No hay otra fórmula, vamos a segir generando la necesidad de transporte, tanto por las materias primas, como cualquier otra necesidad, eso va a seguir pasando. Y otros modos de transporte que nos hagan la competencia, y que desbanquen la versatilidad, el bajo coste y la eficacia y eficiencia que tiene el transporte por carretera en camión, es difícil que se dé y que, de momento, se pueda plantear con otra modalidad. Por tanto, entiendo que el futuro es tranquilizador en el sentido de que hay, con toda seguridad, un espacio para que sigamos haciendo nuestro trabajo. n Julio Villaescusa, presidente de Fenadismer.

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