Lubricantes 42 mayor calado fabricado en este material es el bloque motor y la culata. 2.3. Descripción de metodología Los materiales utilizados en la producción de piezas para los sistemas de combustibles tienen que cumplir una serie de requisitos que pueden resumirse en que tienen que funcionar correctamente y no degradarse en un plazo de tiempo superior a diez años en pre- sencia de productos agresivos como son el gasóleo, gasolinas y biocombustibles (estos últimos desarro- llados en los últimos años). El objetivo de este trabajo ha sido determinar el efecto degradativo producido por la acción de diferentes mezclas aceite-gasóleo sobre los materiales metá- licos en contacto con combustibles en automoción y su comparación con el efecto producido por los combustibles convencionales, en este caso gasóleo. Se ha comprobado si el efecto del contacto del com- bustible propuesto en el proyecto LIFE Seedcapital (gasóleo-aceite de colza) es diferente al efecto produ- cido por el combustible convencional (gasóleo). Para ello, se han realizado los siguientes ensayos: 2.3.1. Ensayo de compatibilidad Se han introducido los diferentes materiales en botes de HDPE (material considerado inerte). Los botes se han rellenado con los combustibles de ensayo y se han almacenado en una estufa antiexplosiva a 40 °C para acelerar el posible efecto del combustible sobre los materiales. La duración total del ensayo ha sido de 2.000 horas. Se han empleado los siguientes combustibles: • Gasóleo • A10 (Gasóleo con 10% de aceite de colza) • A30 (Gasóleo con 30% de aceite de colza) • A50 (Gasóleo con 50% de aceite de colza) La primera condición ha servido como testigo de una posible degradación de los materiales en el uso con- vencional, degradación admitida por los fabricantes. Las otras tres mezclas de combustibles se han elegido en función del porcentaje de aceite recomendado en las diferentes épocas del año: en motores sin modi- ficar, los estudios recomienda usar mezclas del 10% en invierno e inferiores al 50% en verano. Estos materiales metálicos o recubrimientos utilizados en piezas para los sistemas de combustible deben ser estables dimensionalmente, no deben presen- tar deterioros superficiales en forma de pérdidas de material o formaciones de compuestos indeseables, deben ser inalterables frente a la corrosión o posibles transformaciones de fases en presencia de agentes agresivos y evitar fugas de combustible a través de pequeñas fisuras. Las piezas metálicas, en principio, únicamente verán afectada la superficie o las primeras décimas de pro- fundidad del material por lo que los análisis y ensayos elegidos para caracterizar a este tipo de materiales van encaminados a estudiar su comportamiento en cuanto a la posible degradación superficial por un posible ataque selectivo sobre una de las fases (caso de los latones), aparición de cráteres o picaduras superficia- les (en el caso de los aceros, fundiciones y aluminios) o pérdida de espesor general o puntual de las capas de recubrimiento (en el caso de recubrimientos de cincado). Para cumplir este objetivo se han seleccio- nado los siguientes ensayos y análisis: 2.3.2. Análisis macrográfico Este tipo de análisis se realiza con el ojo desnudo y con la ayuda de macrógrafos o equipos específicos para realizar observaciones a bajos aumentos (hasta 100x), sobre piezas, superficies, partes concretas, fracturas o pequeñas fisuras. Las observaciones, por lo general, quedan recogidas en forma de fotografías o macrografías que dejan constancia del estado o particularidad descubierta. Mediante este tipo de análisis se pretende constatar la posible diferencia existente en la superficie de las piezas seleccionadas para el estudio, y su compor- tamiento frente a la permanencia en las diferentes mezclas durante el tiempo requerido. 2.3.3. Análisis S.E.M. Mediante un microscopio electrónico de barrido se pro- cede a la observación de la superficie de las diferentes probetas mediante un haz de electrones que inciden en la superficie. Este haz de electrones se genera mediante una diferencia de potencial de 15 ó 20 kV establecida entre un filamento de wolframio y un cup que lo recubre, y posteriormente, mediante lentes electromag- néticas y diferentes aperturas se afina y focaliza sobre la superficie a analizar. En el choque entre el haz de electrones y la pieza se producen interacciones con los electrones de las primeras capas de la pieza generando saltos electrónicos y rebotes de los electrones primarios; en estos saltos de los electrones de las diferentes órbitas de los átomos que componen la muestra se generan diferentes emisiones entre las que se encuentran los rayos X, que poseen una energía específica para cada elemento y cada capa electrónica K, L y M. Mediante detectores adecuados se obtienen dife- rentes respuestas de esta interacción electrónica, en nuestro caso: visión de electrones secundarios, visión de electrones retrodifundidos y composición química cualitativa.