TRIBUNA DE OPINIÓN 56 Fernando Pozuelo, director del estudio de paisajismo Fernando Pozuelo Landscaping Collection Desde principios del siglo XIX, el ser humano ha pensado que en algún momento se podría vivir bajo la tierra. El dramaturgo y poeta Julio Verne ya imaginó que bajo este suelo que pisamos, podría existir todo un mundo en su novela Viaje al centro de la Tierra. El sueño del escritor se ha vuelto una realidad gracias a diferentes planes alrededor del mundo que plantean crear parques subterráneos utilizando luz natural. Estos proyectos filtran la luz solar con diferentes gadgets tecnológicos, capaces de transportarla bajo tierra. Una innovación que permite a las diferentes especies vegetales realizar la fotosíntesis y crear un ecosistema único subterráneo. De hecho, esta nueva mirada del paisajismo, persigue integrar los espacios verdes dentro de las urbes, ya que crecen a grandes velocidades. El paisajismo subterráneo pretende utilizar espacios en desuso -como plazas de aparcamiento-. Estos proyectos se reparten alrededor del mundo. Desde 2012, en la ciudad de Nueva York, se lleva a cabo Lowline o Delancey Underground, el primer parque con plantas y árboles creciendo bajo tierra. Ubicado en una terminal de trolley abandonada, este jardín subterráneo implementa colectores de luz solar en las calles de la ciudad que filtran la luz solar a unos 6 metros bajo tierra. En vez de agotar suministros de energía y agua, se ha planteado en espacios con climas desérticos proyectos con hierba, pasto y árboles adaptadas a estas condiciones climatológicas. En Abu Dabi se ha planteado el Parque Al Fayah, un espacio inspirado en el paisaje de las grietas de sequedad que se forma en el suelo de los climas más calurosos, para crear un parque subterráneo bajo plataformas de 20 metros de altura. Estas plataformas protegen a las personas del sol, permitiendo a las especies vegetales percibir la luz solar a través de las grietas, gracias al trabajo creativo y de ingeniería para proporcionar un lugar de disfrute para los residentes del lugar. Países como Chile, Países Bajos o Inglaterra, han planteado este tipo de espacios verdes subterráneos con forma de cultivo o jardines botánicos que sirven de semilleros de especies autóctonas, respetando la biodiversidad, estimulando la investigación y la reconstrucción de áreas verdes dentro de la urbe. Las grandes ciudades al comprobar su crecimiento desmesurado y la reducción de espacios verdes, han incorporado espacios verdes en lugares como plazas de aparcamiento exteriores o subterráneas para la producción de vegetales utilizando energías renovables. En Londres un refugio de la segunda guerra mundial ha sido modificado para crear un huerto bajo tierra centrado en el cultivo de productos como las endivias, verduras de hoja, setas o plantas aromáticas como el romero. Dando salida a la agricultura intensiva dentro del entorno urbano. Jardines y huertos subterráneos, el futuro del paisajismo
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