Tecnogarden 235

tecnogarden 25 Valentino o Dolce & Gabbana. Sus proyectos han aparecido en medios como Vogue, W Magazine, LA Times, Hollywood Reporter, NY Times o AD y ha realizado varias apariciones televisivas: últimamente se le puede ver en su propio programa de televisión estadounidense Centerpiece y en el reality Full Bloom, de HBOMax. Y no solo eso. Su trabajo va más allá del arte floral: también cuenta con obra fotográfica en el Instituto de Arte de San Diego, realiza performances en el Broad y pasa su tiempo libre en Bloom & Plume Coffee, la cafetería que montó con su hermano en 2019. La segunda confirmación es la de Cordero Atelier, el estudio madrileño fundado y dirigido por Sara Uriarte. La artista, nacida en 1980 en Madrid, descubrió su pasión por las flores mientras estudiaba Farmacia, una carrera en la que aprendió que toda característica que identifica a una especie está dotada de una función específica y perfecta dentro de un entorno. Tras años analizando plantas en el laboratorio, pasó a trabajar con ellas para expresarse, emocionar, comunicar ideas o conectar con otras personas. Hoy es una de las artistas florales más solicitadas del panorama español, reclamada por marcas como Hermès, Loewe, Narciso Rodríguez o Kenzo. Además, sus trabajos aparecen constantemente en las revistas de moda más importantes de España. En los proyectos de Cordero Atelier hay también una fuerte inclinación hacia la arquitectura y lo escultórico. El estudio de formas y estructuras sorprendentes es una constante en sus trabajos, en los que la botánica juega a crear un ecosistema donde cada elemento cumple su papel, en un aparente desorden. Se trata de un acercamiento completamente diferente al habitual sobre el universo botánico, en el que la artista combina formas y estructuras sorprendentes a través de una mirada particular e inquieta. De hecho, a diferencia de la gran mayoría de floristas, a Cordero Atelier le importa más “la masa” que la silueta de cada flor y tallo. Así lo explica la propia Sara Uriarte al exponer cómo entiende el arte floral: “Una masa enérgica que suma fuerza y significado, que irrumpe con autoridad propia, que fascina y desconcierta y que, incluso, ejerce de invasora, reclamando así el espacio robado a la naturaleza”. La tercera confirmación fue la de Yuji Kobayashi, uno de los artistas florales más famosos de Japón, conocido por su característico estilo verde geométrico. Kobayashi (Tokio, Japón, 1963) tiene la extraordinaria capacidad de proyectar en su imaginación formas imposibles para la naturaleza, que hace realidad a través de un meticuloso trabajo de diseño y arquitectura. Un trabajo que siempre está basado en ese verde geométrico que le obsesiona y que da nombre a su estudio, Geometric Green. Sus sorprendentes creaciones no se suelen fundir con el espacio que las rodea, si no que juegan con él desde el contraste y el particular diálogo que establecen la línea recta con la curva, la simetría con la aleatoriedad. Él mismo ha declarado que le inspira más la arquitectura que la floristería tradicional. Kobayashi lleva veintinueve años buscando formas de mejorar y embellecer los diseños florales. Tras una breve carrera musical, el artista decidió formarse en el mundo de las flores de manera autodidacta, convirtiéndose, con el paso del tiempo, en toda una eminencia del arte floral contemporáneo. El creador ha sido invitado especial en centros educativos como Cohim (Pekín), una de las escuelas florales más respetadas en el mundo. También se

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