Para promocionar las ramas científicas y tecnológicas del estudio es preciso establecer y coordinar programas que faciliten el proceso de aprendizaje desde la propia experiencia. Desde hace varios años la Educación STEM se ha convertido en una prioridad para los líderes de todo el mundo a la hora de garantizar que sus jóvenes sean capaces de competir en una economía globa- lizada basada en el conocimiento y la tecnología. Todos los estudios sobre las necesidades futuras de profesiones que aseguren un buen desarrollo a los países coinciden en vaticinar un mayor incremento de las profesiones STEM, del orden de un 14% en Europa para el 2020, frente a un 3% de incremento del total de ocupaciones. En concreto, en España, Randstad Research prevé que hasta el 2022 podrían generarse 390.000 puestos STEM, con mejores salarios, y otros 168.000 puestos indirectos. Estas necesidades contrastan con la tendencia a la baja de titulados STEM en nuestro país. En España el 38% de los alumnos opta por estudiar carreras STEM, mientras que solo el 15% de las alumnas lo hacen. En las últimas décadas este último porcentaje está disminuyendo: en los años 80 el porcentaje de mujeres matriculadas en el grado de Informática en las universidades españolas era aproximadamente de un 30%, mientras que actualmente las mujeres solo suponen el 12%. En el ámbito de la Ingeniería, solo el 25% de los estudiantes universitarios son mujeres. Dentro del déficit general de atractivo de los estudios STEM, se añaden, por tanto, dos desequilibrios: • Existe un menor déficit de profesionales STEM de las áreas de Ciencias de la Vida y de Ciencias de la Salud y un mayor déficit en las relacionadas con las Matemáticas y las Ingenierías. Es preciso potenciar especialmente las vocaciones tecnológicas cuya base son las Matemáticas. FORMACIÓN 21 STEMadrid prentende avanzar en actitudes como el trabajo cooperativo, la utilización critica de la información, la creatividad, el emprendimiento y el autoaprendizaje.