PROYECTOS 6 Espacios Makers educativos para fomentar la creatividad de los alumnos La actividad ‘Maker’, aplicable a cualquier materia y nivel educativo, fomenta que los alumnos construyan su propio conocimiento a través de la práctica y resuelvan sus pro- blemas de forma independiente y autónoma. Una fórmula de impulsar el trabajo colaborativo, la resolución de problemas, los proyectos interdisciplinares y las competencias STEM, que ya se está llevando a la práctica en algunos centros. Si hablamos de espacios Maker, son zonas específicas en el ámbito de las escuelas en los que de modo explícito se “hace”. En algunos casos recientes estos espacios se construyen a tal efecto o emergen como producto del rediseño del espacio donde espacios existentes deciden dedicarse a otro fin. Se trata de espacios que están dotados con una infraestructura que inspira y sostiene el hacer, desde herramientas sencillas y diversas como martillos, sierras o pinturas hasta desarrollos tecnológicos más sofisticados como impresoras 3D, entre otros. En cualquier caso, su identidad es completamente dife- rente de la del laboratorio de computación o informática. La construcción que tiene lugar en un 'Makerspace' genera con- diciones para la colaboración y el intercambio entre pares y está orientada por la búsqueda de ideas originales y nuevos modos de Las actividades ‘Maker’, corriente cultural que promueve el uso artesanal y combinado de tecnologías y programas informáticos de código abierto para fabricar nuevos dispositivos, están encontrando cada vez mayor cabida en las aulas españolas. Makers son hacedores, personas que detectan necesidades, generan ideas y propician soluciones. Cristina Mínguez aprender. Allí es posible construir un prototipo a partir del cual se ensaya, se prueba y se reconstruye hasta llegar a versiones mejo- radas o perfeccionadas, desplegándose posibilidades ricas en términos del aprendizaje individual y grupal. Los espacios Maker comparten muchas de las características y beneficios propios del trabajo por proyectos, añadiendo algunas ideas propias: • Suponen una metodología activa y de carácter eminentemente práctico, que empodera a los estudiantes. Ellos hablan, se escu- chan y toman decisiones dentro del grupo. Aprenden haciendo, perspectiva que suele abandonarse según vamos avanzando en las etapas educativas (comparemos la manipulación en Infantil y en Secundaria). • Los alumnos se equivocan y aprenden de sus errores, mejoran sus diseños partiendo de esos errores y gestionan la frustración, desarrollando la capacidad de seguir adelante, con perseveran- cia, y entienden el fracaso como parte normal y necesaria del aprendizaje. Es el sistema de ensayo y error. • Estos espacios facilitan la inclusión, por medio de los diferentes papeles que los estudiantes pueden desempeñar dentro de los grupos, es un aprendizaje cooperativo en el que se fomenta el sentimiento de comunidad, la tolerancia y el respeto.