CASO DE ÉXITO 30 Momento en el que los alumnos pintan el Seat 600 con el material cedido para ello. cumplía 60 años. Y el Seat 600 también. “Les comenté a los chicos que teníamos que salir a las redes sociales para que se conocieran y consiguieras patrocinadores, no ya de dinero, sino de materiales y piezas que nos pudieran dar”. Empezaron a hacer bocetos en 3D de las piezas que necesitaban y a evaluar cómo las integrarían en el coche. Jaime, que su familia tiene concesionarios de coches, habló con mecánicos para solucionar los problemillas de encaje. Un taller les cedió la pintura, los monos y protecciones para pintarlo. Cuadro de mandos creado en madera para el Seat 600 reciclado. “Nos fueron conociendo a través de Twitter. Pronto conseguimos que el proyecto saliera en la contraportada de un periódico nacional, y eso ya poco a poco nos pidieron más entrevistas, y eso hizo que pudiéramos ir de otra manera a buscar patrocinadores que nos ayu- daran el proceso. Ya no éramos unos locos solos haciendo un coche eléctrico”, recuerda Manuel Amor. Así, consiguieron las piezas fundamentales para montar todo el sistema eléctrico del Seat 600: motor, un controlador de velocidad, un medidor del estado de la batería, un convertidor de corriente, un acelerador electrónico, un cargador y seis baterías de plomo. “Ese era el obje- tivo: demostrar que los coches eléctricos pueden hacerse. Es algo sencillo. Falta algo quizá de voluntad política”. La presentación oficial del vehículo no pudo tener un mejor escenario. El Seat 600 eléctrico construido por los alumnos del Colegio San Patricio y su profesor consiguió dar una vuelta en el Circuito del Jarama en un Festival de coches antiguos organizado por Seat, la mejor recompensa para el esforzado grupo. “Lo importante era el reto, ver cómo con- seguir hacer algo que parecía imposible. A los alumnos les sirvió de gran aprendi- zaje no sólo técnico, sino para buscarse la vida, manejarse con los proveedores, algo que hoy les está siendo muy útil”, concluye el profesor. •