datos que implican a menores de edad y por ello se ha de cumplir con unas estrictas medidas de seguridad, y se ha de saber que tenemos una garantía por escrito de que se cumple con la ley Coppa, Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Internet o Regla Coppa (por su acrónimo de Children’s Online Privacy Protection Act). • Los centros escolares han de hacer firmar a las fami- lias el permiso correspondiente para que éstas den su consentimiento en el uso de las citadas herramientas. En el caso de los alumnos menores de 14 años, el centro ha de pedir a las familias una autorización y en el caso de los alumnos mayores de 14, la obligatoriedad es hacerles firmar un papel de información del uso de las herramientas. En este sentido, igual que en el caso del permiso de imagen para ser publicadas fotografías o vídeos en Internet, la no disposición del papel firmado equivale a que no se tiene permiso y ello obliga a actuar en consecuencia. • Identidad digital del alumno. Esta herramienta permite dotar a todos los alumnos del centro de un usuario propio que le identificará a lo largo de la escolaridad en el centro donde se halle. Por lo tanto, la decisión del centro educativo de incorporarlo en su práctica diaria es muy importante, estamos otorgando a nuestros alumnos de una identidad reconocida e indispensable para el trabajo innovador en el centro. • La facilidad tanto de la gestión como del uso diario hacen de ella un elemento muy importante pues permite sin grandes conocimientos informáticos ni técnicos realizar una configuración muy en detalle y controlada. • Grado de apertura del uso de los elementos. Dentro del proceso de gestión de los usuarios, un hecho que hay que remarcar es la posibilidad de poder optar por dejar abierto el correo y los documentos compartidos u optar por dejarlos cerrados, es decir que nada más se puedan visualizar y compartir con los usuarios internos del mismo dominio. • La inmediatez de la compartición de la información, es fantástica, podríamos decir que casi mágica. El hecho es que un usuario está incorporando una información en cualquier parte del mundo y un compañero que comparte el mismo documento, de forma simultánea ya está viendo estos cambios en tiempo real. Esto es increíble. • Historial de revisiones. Cuando trabajamos con un mismo documento en diferentes momentos y varios usuarios, no solamente el sistema guarda la última ver- sión modificada como hacen la mayoría de los programas ofimáticos sino que quedan registradas todas y cada una de las intervenciones de cualquier de los usuarios que haya hecho una modificación en el documento. Día, hora y usuario quedan registrados y siempre podemos volver atrás y recuperar el estado del documento de cualquier punto concreto anterior. • Compatible con los principales sistemas ofimáticos externos, que permite tanto de entrada convertir lo ex- terno en formato propio como a la inversa, convertir las propias producciones en formatos externos estándares. • Sin ocupar cuota propia. Cuando incorpora información externa, esta se puede mantener con el formato original, ocupando espacio o cuota mientras que si en el momento de incorporar la información, esta se convierte al propio formato, deja de ocupar espacio y la cantidad total de datos en él almacenado, puede llegar a ser prácticamente infinita. Puede parecer ciencia ficción, o tal vez que esta herramienta debe de ser muy cara e inaccesible para los centros escolares humildes o de pocos recursos, puede dar la sensación que tardaremos 10 años en poder disponer de esta magnífica herramienta de forma generalizada, ¿no? Pues no, ya la tenemos a nuestra disposición, y tiene un nombre y unos apellidos muy conocidos, se llama GoogleApps for Education y los centros educativos, tanto públicos como privados pueden contratarlos con la única condición téc- nica y desembolso económico de adquirir un dominio propio en internet, el cual no hace falta que disponga de hosting o espacio para alojar la web, por lo tanto, el precio a pagar por el sistema es sumamente bajo, sobre los 10 euros anuales. Dicho todo esto, los centros escolares disponen de infinitas po- sibilidades de realizar un trabajo colaborativo entre los alumnos como nunca hasta ahora se había podido imaginar. Los trabajos en grupo quedan muy facilitados, la nueva forma de trabajar que permite que varios usuarios diferentes interactúen sobre un mismo documento de forma simultánea otorga muchísimas facilidades y nuevas posibilidades de tratar la información de forma compartida. El cambio metodológico, que es muy necesario para adaptarnos a los nuevos tiempos, puede tener un aliado magnífico con he- rramientas como la descrita en este artículo y puede ser de gran ayuda para las diferentes administraciones educativas implicadas en romper las fronteras económicas entre nuestro alumnado, la brecha digital entre ricos y pobres la podemos hacer un poco más estrecha si entre todos nos ponemos a trabajar en la incorporación de herramientas de este tipo en nuestras aulas. Para ello hay dos vías principales que la administración puede y debe hacer: la información dirigida a los equipos directivos y la formación enfocada a los docentes, siendo la formación interna de centro la que da unos resultados más óptimos y más concretamente los intercambios de experiencias educativas aportan este plus de proximidad que los hace todavía más eficientes. • Opinión 35