Opinión ¿Existe una burbuja tecnológica de la impresión 3D? Paolo Carnovale, Category Marketing Manager, RS Components Aveces parece que el mundo se ha vuelto loco con la impresión 3D. Se han lanzado impresoras 3D para niños, para hacer chocolate o incluso órganos humanos. Hay nume- rosos proyectos en plataformas de financiación crowdfunding, como Indiegogo y Kickstarter, con sistemas de impresión 3D low cost, algunos de ellos consiguen la financiación necesaria y otros no tienen éxito. Al mismo tiempo, los gurús ven la impresión 3D como una parte de la nueva revolución industrial, pues pone los medios de pro- ducción al alcance de todas las familias. Entonces, ¿estamos ante una burbuja tecnológica de la impresión 3D? Las tecnologías emergentes siguen un camino de desarrollo bien establecido. Esto ha sido documen- tado por la firma de investigación de mercados Gartner, que analiza el ciclo de sobreexpectación (del término en inglés hype cycle). Las nuevas tecnologías están en pleno auge, pasan por un período de crecimiento hasta que se colapsa el interés, es decir, cuando aparecen los primeros usuarios desilusionados. Entonces, la tecnología emerge para convertirse en una parte productiva del mundo moderno. Las diferentes impresoras 3D se encuen- tran en diferentes puntos del ciclo de sobreexpectación, pues estamos viendo que las impresoras 3D de los consumidores difieren mucho de la tecnología utilizada en las empresas. La expectación que rodea al consumidor de impresoras 3D es enorme. Desencadenada por el desarrollo en código abierto de RepRap, de repente en el 2007 las impresoras 3D low cost se convirtieron en una propuesta viable.. Ha tenido un crecimiento muy rápido, de casi una década y —en este período que llega a 2016— Mattel ha presentado un siste- 64 Ciclo de sobreexpectación de Gartner que muestra el crecimiento y la recesión de las tecnologías emergentes, como la impresión 3D. ma para que los niños puedan diseñar sus propios modelos en una aplicación compatible con smartphones y tablets, después pueden imprimir sus diseños en una impresora doméstica que cuesta 299 dólares. Una característica de esta burbuja es la reaparición de la marca ThingMakers, impulsada por el desarrollo de otras marcas de juguetes de Mattel como Barbie, Hot Wheels y Mega Bloks. Otra característica de la burbuja, aún por determinar, trata sobre qué materiales se utilizarán y cómo se incluirán los colores en el objeto impreso. ThingMaker competirá con proyectos financiados con crowdfun- ding de precio similiar, algunos ejemplos son: Tiko, Peachy, Micro, Buccaneer, ThingyBot, Titan y B-Creative, aunque otros proyectos como Pirate3D no llegaron a producirse.